sábado, 13 de febrero de 2010

poemas de vilma osorio


Vilma Osorio, El Salvador



***
Esta noche huele a pasado,
pasado en frasco pequeño.
Las historias frotan el pecho
El aceite de mirra es escaso,
porque los detalles están gastados
y han perdido la fragancia.
El por qué se ha evaporado
y solo queda la etiqueta.
Esta noche brilla el sol
y es hora de embalsamar las historias



***
Un silencio ensordecedor
perturba los laberintos
que inundan la crisis de ignorar
por qué existo.
Y si no existo, quién escribe en este momento
molinos de insurrección
contra todos y todo
y a la vez, pasiva.
Sin voz.


***
Sin identidad.
Sin ningún reflejo en el espejo.
Con huella digital transparente.
Carente de latidos,

colmada de fantasmas que atraviesan la
espalda
y se mofan de mi aspecto borroso,
de mi risa forzada.



***
Amanezco, encarno a la luna.
El menguante no perturba.
El creciente invade
el espacio
saturado de negrura,
negrura teñida de verde
de verde pálido,
de pálido cielo.
Y soy la inexistencia viviente,
viviente leyenda, leyenda ceniza.
En el espejo se congelan los reflejos.
Los reflejos de madrugada
meditabunda.


***
Quiero:
un eco
una mano
un roce
un destello
quiero


***



Hoy desperté dormida:
con el velo del sol y la cara ensombrecida de pájaros rapaces

ayer todo era verde
(y sigue siendo verde)

el beso de la nube desintegra el aliento
no existe calma, solo delirios ciegos
obscenos
que despojan de lunas la noche

las preguntas, la furia, el pan
saturan de veneno la garganta

los amantes son cadáveres
ruidos
sonrisas que duelen en exceso

y el sol está desnudo

(los pájaros desistieron)







***
[Ayer, trituré las raíces de tu imagen
y la piel reclamó tus manos tétricas]

[Mis labios recobraron la memoria]

La boca seca
el recuerdo musgo
de tu voz muerta

Regresaste del misterio verde y estabas llorando
tu vientre salpicó un rostro
(eran muchos quizá)

Seguiste llorando, me acerqué
tus brazos desaparecieron
el espejo estaba sucio, demasiado borroso
Respiraste
tu aliento explotó los cristales
deseaba limpiar los vestigios y aparecieron mariposas aplastadas

Ahora entiendo tu locura por las mariposas
tu obsesión por el vino
el rencor de tus dientes
Te convertiste en niña y tenías brazos, un antifaz, una camisa de fuerza.
gritaste.
Hoy, eres la veterana de la esquina
de un lugar desconocido
rindes tributo a las mariposas
ya no las aplastas. Te cansaste, se cansaron.

Cada tarde buscas un espejo
en el reflejo miras el cielo
la luna se apodera del espejo

Te fuiste, no estás. No hay cielo, no hay mariposas, no hay reflejo.

02/03/06








***

Carnadas valientes se resisten
se retuercen, se encogen
Los gritos, las señales de humo:
se deslizan.
La corriente no parpadea
Un efecto, ¿un triunfo?
No
Hay burbujas
Aguijoneadas por algas osadas

No importa la metáfora ni la denominación
Pero, ¿quién les sacia la sed, alivia los vacíos o, por lo menos,
tapa la boca de los anhelos?

¿quién calma los rugidos de sus estómagos?
Ni siquiera jugar a los dragones,
ni siquiera recoger latas huecas

¿qué necesitan?
Todo
¿qué reciben?
Lo único que tienen

Niños cometa, ojitos carrousell
Un chocolate es el tesoro, una moneda el mapa; pero no lo encuentran,
se les deshace con un no
Comen grillos, piensan que son camarones
Y qué más da

qué más da.
02/02/2004

poemas de claudia maría jovel

Autor de la fotografía:Alonso Muñoz







Amaneceres







Cuando el día empieza a nacer,
y el sol ofrece sus primeros rayos;
me gustaría mucho tiempo permanecer
mirando con afán los arroyos,
que lleva muy dentro en sus entraña
las lágrimas y el sudor de la montaña.

queriendo olvidar el tormento,
para no sentirte tan herida;
envidiar el ave que vuela
libre en el firmamento,
y gritarle porqué...
Y es por eso lo que lo lamento.

Si... Luz divina del día
luz que alumbra el sendero;
amanece en la tierra mía,
para amarte, como la noche al lucero.

Caminábamos por la ruta escogida,
seguros de llegar pronto al final.
Nos burlamos hasta del más mísero gusano,
logramos penetrar mil barreras,
descubrimos cielos,
encarcelamos temores,
dejamos plasmados nuestros poemas

Cantamos, Cantamos
y cantando le pusimos flores a la muerte,
y no nos siguió.


Mi poesía con esperanza
con amor,
con odio
busca contribuir con versos
en el caminar seguro de la
historia.







Retrato de mi pueblo







Calles soladas y tristes,
empedradas y un poco de adoquín;
se oye el cantar de telares,
y las varas de hilo tendidas al sol.

Se escuchan llantos y gritos,
y sonoras carcajadas también,
que encierran en su eco
un grande y silencioso misterio.

Es un pueblo del urdidor,
Es el pueblo del tejedor,
él prepara, compone y forma su destino;
aunque lleva en su corazón
tristezas y hambre de verdad.

Su tierra es fértil y bondadosa;
dá buena milpa, dá buenos hijos,
podemos sentir su dulce miel
al ver sus abejas forjar su propia historia.








Bajo la sombra de un amate






Un día de brillante sol,
bajo la sombra de un frondoso amate;
conocí la historia de la vida,
encontré la verdad en este mundo de mentira.

Vi reflejada en un pequeño lugar de la patria
la esperanza viva de un amanecer de paz.
Se pensaba mucho en lo demás
en el hambre, en el frío, en la tristeza,
en ver el sueño de un pueblo realizado.

Habían miles de preguntas,
unas ni siquiera tenían respuestas.
Sin embargo,
bajo la sombra de un viejo amate,
cuando le sol brilla en todos su esplendor;
la confianza en la vida
era la mayor ilusión.


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Claudia María Jovel nació el 15 de Enero de 1969 en San Sebastián, San Vicente. Estudió Licenciatura en Economía en la Universidad de El Salvador, UES. Escribió poesía y cuento. Su obra permanece inédita. Algunos escritos han sido publicados en el suplemento Tres Mil del Periódico Colatino. Actualmente se está recopilando su trabajo literario para una edición impresa .Ella es una poeta mártir desaparecida el año de 1989. [René Chacón]