jueves, 26 de febrero de 2009

Despedida (De todas las cosas a Dylan Thomas)-David Omar Juárez

David Omar Juárez, El Salvador





Despedida (De todas las cosas a Dylan Thomas)




las despedidas son coartadas para no marcharse nunca
por eso el aterrado humo del café te busca los ojos
cuando se despide de la taza con rumbo a tu resaca
cediéndose con abandono a las manos de esta tarde
y los muchachos ríen como si hoy fuera el verano
cuando miran la fotografía del calendario
y las muchachas asolean por entero sus piernas
y posan caldosos lirios de cara a sus sexos

una diminuta ave / quizás un insecto / se desnuda
frente a la mirada ciega de un gigante vestido de palmera
que declina su rostro para convertirse en noche

Adiós Dylan Thomas
adiós
ya no te veremos llorar agachado
junto a la flor más nueva de cada mañana
ni resucitando pocillos de cigüeñas
en tus caminatas de las cinco de la tarde
ni copiando nubes en lienzos epifánicos
desde tu terraza atacada por la escarcha
Adiós Dylan Thomas / nos vamos de aquí
nos espera un tren infinito
con destino al diario recorrer de los otros
nos vamos / nos espera la maravilla del siglo allá afuera
donde somos productos de la arcilla

Adiós / Dylan Thomas / nos vamos de aquí
te dejamos con nada nuestro
en este infierno que ibas modelando
para el tamaño adecuado de tus ojos
Te dejamos tus ataúdes vacíos
tu viento cenando en tu plato
tu caverna de osadía y castigo y belleza
tu templo de fuego y carne intuitiva
tu montaña de calvicie prematura
tu espuma robada de la primera ola que tocó tu isla
tus amantes amando la cerámica de la cama
el apetito de tu osamenta por ser humus de la argamasa
y el musgo que acontece en tus pupilas
______________
David Omar Juárez. Nació en la ciudad de Apopa, San Salvador, el 18 de septiembre de 1978. Graduado en Psicología por la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”.

Cultiva la poesía, la narrativa y el periodismo cultural. Ha publicado en antologías, suplementos culturales y revistas impresas y/o virtuales de su país, Argentina, España, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela.

Miembro de Fundación Metáfora, colectivo organizador del Encuentro Internacional de Poetas “El Turno del Ofendido”, que se realiza cada mayo en El Salvador. Forma parte del equipo de redacción del Suplemento Cultural Tres Mil, que se publica cada sábado en el diario Co Latino de San Salvador.
Leer más de este joven poeta en Arte Poética-Rostros y Versos.

Hagamos llorar al sacerdote-Manuel Ramos

Manuel Ramos, El Salvador





______Hagamos llorar al sacerdote… ____



Hagamos llorar al sacerdote
que comience contando de abuelita
y termine en los prados verdes
que sudó mientras corría al llegar aquí.

Hagamos que salte, que muerda su lengua
y suplique compasión
que le quite el amor
a ese crucifijo que lo insulta
mientras se ahoga con sudor y sangre
de una herida junto a sus labios.

Dejemos que corra, que caiga,
que queme las bancas de su iglesia
mientras cree desnudar a Dios frente a sus feligreses.

Olvidémoslo en los atrios,
como al monaguillo bajo el santo disfrazado.

Finjamos saludarlo
y que extienda la mano
al quitar la nuestra,
que intente abrir la puerta olvidando que ya lo ha hecho.

-sí-

hagamos llorar al sacerdote,
que diga cuanto quiera
cuando todos se marchen,
para que nadie sepa que se equivocó nuevamente.

Que llore entonces
y saque sus marionetas y lo acompañen
mientras se le aplaude al maniquí
que dejó con su sotana al frente.

-sí-
que salga por la ventana
y siga llorando como todas las niñas
que hizo sentir miserables
por haber besado a su primer amor.

-sí-

hagamos llorar al sacerdote.
Que encuentre vendiendo y comprando
trozos del hábito con el que se ordenó,
que lo vuelvan escoba, bandera, paño
-dignidad de dignidades-
que se peleen por él.

-sí-
que llore
-es mejor así-
Que insólito vague
con un enjambre de soledades en la espalda…
__________________
Manuel Ramos. Nació en Mejicanos, San Salvador, en 1987. Estudiante de quinto año de la licenciatura en Letras en la Universidad Nacional. Miembro fundador del taller los tímidos y el Grupo Literario El perro muerto. Ha publicado en el diario Co-Latino, revista Humanidades, La Huesera Colectiva, La Mandolina Esquizofrénica. La mayor parte de su obra aún es inédita y se ha dado a conocer por medio de recitales donde ha tenido participación. En el 2008 obtuvo el tercer lugar en el Certamen Universitario de la Universidad de El Salvador.
Leer más de este joven poeta en la sección de Nueva Palabra de Arte Poética-Rostros y versos.


Caballos de hielo-Vladimir Amaya

Vladimir Amaya, El Salvador






_______Caballos de hielo_______



a Francisca Alfaro



Atravesé el torbellino que devoró el sueño
y encontré alquitrán hirviendo en las saleras.
Desde hoy mañana no tiene nombre,
todo es sombra y frío cuando tiemblan las heridas
en el vaso roto del tiempo.
No es más mi hogar esta mirada incendiándose
a un lado de las fuentes.
El dolor son kilómetros y kilómetros de silencio
que no pueden medirse con la lengua sepultada
bajo el eco de los aplausos.
Sobre las tejas: viejas patrias.
En las calles: melodía turbulenta y a pedazos,
legando improvisación a la muerte de los transeúntes,
vistiendo de oro y clarines
a los espantos de medianoche.
Me quedan mármoles en ruinas al final del cuento,
horizontes predispuestos a hundirse en el café de las señoras y los curas,
a resonar con los infartos del sol en todas las mañanas.

Llegué a un alcohol desconocido
cuando afuera de mi casa aún llovían margaritas.
Sin atributos ni señales
y medido por la quemadura de un témpano violeta
no sé cuantas veces morí sofocado por mi saliva,
arrastrado hasta el delirio y el insomnio,
cuando la luna jadeaba su marea de doble filo.
Después viví en los sepulcros
rodando con ternura rabiosa
por labios de sonrisas obscenas.
Ahora no quedan vestigios
del tiempo que fue hace un minuto,
de la vida que duró todo el amor.
En la lágrima que me injurió, el abismo fue otro cielo.
Hoy, un aroma camina entre mis dedos.
El polvo, el calor y la piedra,
al picotearme con su rifle de plata
me susurraron un corazón
de pétalos y plumas azules y verdes.

Hoy un aroma camina entre mis dedos
¡Estoy rasgando la hierba de lo improbable!
Desde hoy mañana no tiene nombre,
desde ayer entono mi flor lamentable y extraordinaria
a la contusión del sueño que invento
y va devorando torbellinos.
_______________
Vladimir Amaya. Nació en San Salvador, en 1985. Actualmente estudia cuarto año de la licenciatura en Letras en la Universidad de El Salvador. Miembro fundador del “Taller de Experimentación Verbal Los tímidos” y del Grupo Literario “El Perro Muerto.” Ha publicado en la revista Humanidades de la Universidad de El Salvador, el diario Co-Latino. Dirige el boletín ocasional de poesía “La Huesera Colectiva” antología de voces noveles del Alma Mater. Ganó primer lugar en el certamen Universitario 2008, con su poemario “El Valle de Los Guasones Decapitados. Fue parte de la plaquette “La Mandolina Esquizofrénica” compilatorio de las voces de Los Tímidos. Ha intervenido en recitales poéticos como invitado y otras como parte del cuerpo organizador tal es el caso del Festival Indígena Yulcuicat. La mayor parte de su obra aún permanece inédita.
Leer más de este joven poeta en la sección de Nueva palabra de Arte Poética-Rostros y Versos.


martes, 24 de febrero de 2009

Lia karavia, corazón transparente en la tierra


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__Lia Karavia, corazón transparente en la tierra__


Lia Karavia es, sin duda alguna, una mujer con una mente que irradia no sólo amistad, sino talento de océano. En estos días me ha hecho llegar sus dos más recientes publicaciones… la primera se trata del “Mi difunto esposo”, con traducción de Mateo Turró, Drama para una actriz [edición frances-español, febrero de 2009] Este texto se publicó en primicia en Álbum Nocturno; y, Poèmes-Poemas [puede verse una muestra de su poética en Arte Poética-Rostros y Versos] también edición bilingüe. Y al igual que el texto anterior la traducción estuvo al cuidado de Mateu Turró.

Lia Karavia oriunda de Atenas, pero cosmopolita por su talante de escritora. Esa Atenas de colinas que todavía guarda vestigios de una cultura que pervive en nuestros días. Cuando leo a Lia no puedo dejar de pensar en la historia antigua, la filosofía, la literatura, los hitos culturales de Atenas y el contraste con su modernidad. Lia resume esto y más: ella es palabra y pájaro, signo de la luz que nunca se agota ni agrieta.

“Hay que inventar de nuevo las palabras./ —dice Lia—Para hacer lo cotidiano más real/ Inventarlas para hacerlas verdades.” En efecto, ella lo hace, no sólo lo propone. Lia, además de incursionar en los diferentes géneros de la literatura, estudió literatura clásica, doctora en literatura comparada por la Sorbona de París, políglota; sus obras de teatro han sido estrenadas en varios países y traducida a por lo menos doce idiomas, entre los que destacan: el mpolaco, turco, croata, bengalí, etc. Incluso, parte de la obra poética suya ha sido musicalizada por compositores griegos. Y, por si fuera poco, con más de setenta libros editados, Lia, también se dedica a la traducción.

Abrazos infinitos, amiga poeta.



André Cruchaga,
Barataria, 24.II.2009

martes, 27 de enero de 2009

Sonetos-Roberto Laínez

Roberto Laínez, El Salvador






________Sonetos del Quijote*________




I

Casi a punto de verse caballero
—Don Quijote no cabe en sí del gozo—
Vela de armas en el brocal del pozo:
testigo fiel de instante tan cimero.

Mas irrumpe en la escena un tosco arriero
que aparta del ritual calma y reposo,
y sin saber a qué le arriesga, el mozo,
que amén de irreverente es pendenciero,

pone manos sobre el lugar sagrado
y lanza los arreos hacia el suelo.
Invocando a su dama, el indignado,

entre manos, su lanza alzando el vuelo
dejando en su rigor descalabrado
a aquel que nunca supo que hubo duelo.




II

A entrambos os porté con tal portento
que huélgome al decir en un soneto,
que habiendo sido parte del secreto
también mi corazón buscaba el viento.

Madera, una clavija, un tosco invento;
mudo a fuerza de palo, fiel, discreto…
y en la locura se perfila un reto
¿por qué no aventurar en el intento

de vencer al gigante Malambruno?
Así, entre sueños la visión acuno
del prodigio burlesco y pasajero

de haber acomodado de consuno:
en los lomos hidalgo caballero;
y en ancas lloriqueando el escudero.



III

Acorredme, señora en este trance,
puesto que sois aún mi norte y guía;
devolvedme, enemiga, la valía
que sucumbiera un día en cruel percance.

Dejad que mi soneto, en buen romance,
os brinde lo mejor de su poesía
y que el amor convierta esta bacía
en yelmo conquistado en duro lance.

Altiva estáis mientras la frente humillo
ante el sol de la vuestra fermosura
ca a mi triste figura le da brillo;

más niega tu lagar mi uva madura,
y ansí me duela el alma he de decillo:
nada valen mi lanza y mi armadura.




IV

Ajeno al lance el loco se presenta:
“Soy Don Quijote, Caballero Andante,
me cautiva la gracia cautivante
de aquella por quien todo se acrecienta;

y a fuer de mi valor verla contenta:
os demando volver en este instante;
al Toboso partid, que no es distante,
y a Dulcinea comentad la afrenta

y el término feliz bajo mi lanza”.
Del grupo, un escudero vizcaíno;
hastiado del cortejo que no avanza

enrostra a Don Quijote con mal tino.
“Villanía te libra de venganza,
no ofende cualquier hijo de vecino”.

______________
* Fragmento de libro publicado en Revista Cultura 91/2 de CONCULTURA, El Salvador. Leer más de este poeta y actor en Arte Poética-Rostros y Versos.

viernes, 23 de enero de 2009

Libro conmemorativo del pintor Miguel Ángel Polanco

Portada: Miguel Ángel Polanco, El Salvador





__Miguel Ángel Polanco__
Respiro del color, caminante del tiempo


Hace unos días, el pintor Miguel Ángel Polanco ha puesto en mis manos el libro: “Polanco, Volver la vista atrás, 1960-20082”, una retrospectiva de su trabajo pictórico de casi cincuenta años. Ante todo el libro, muy cuidado por cierto, es un acierto. Ha querido Miguel Ángel Polanco en cada pincelada acompañada de la palabra, juntar las almas: la suya, la de Dios, la de sus creaciones, la de Alba, más allá de una aventura de la vida. En cada trazo, color, forma luz está también el poeta: ese pota del color que hace posible la aprehensión sutil de la llama de los sentidos y el eco luminoso de sus criaturas.

Miguel Ángel Polanco es pintor de Academia. Discípulo del viento, del agua, del silencio, de la tierra. Apasionado en la esperanza; nunca se apaga el verde de sus destellos, ni la rama azul del sueño, ni las hormigas de sus recuerdos, ni los amarillos de su sombra que a la par se vuelven nidos entrañables. Su estro lo ha llevado a recorrer el mundo, la geografía del suelo, y en ese tránsito de presencias y ausencias, las manos y sus ojos fueron desvelando humedecidas pieles, pero también ardidos vientos de tormenta.

Pintor de convicciones bíblicas. Haber vivido tantos años fuera de El Salvador, no sólo le marcó la existencia, sino que lo unió más al terruño: este terruño nuestro de mercados, la gente a menudo con su acento doloroso, el fuego descalzo de la niñez en el aliento, la brasa o el rescoldo de las frutas del trópico, el costado del respiro en la feminidad enhiesta. Todo esto es el pintor porque ha sabido penetrar en alma de la salvadoreñidad con sus ancestrales tribulaciones y su también surco de almácigos.

Artista completo y en plena madurez de su obra. Fue don Valero Lecha [España] quien supo orientar ese talento desbordante de Miguel Ángel Polanco. Luego estudiaría, becado, en la Academia di Belli Arti de Roma. Ahí, “aprendería el trazo fino para trazar la figura humana, las técnicas del fresco y del temple, así como el enorme legado del barroco”. Y aunque se dicho de manera reiterada que es un artista figurativo, sin duda ha incursionado en otros istmos. Pero veamos: “Su pintura es figurativa y al mismo tiempo espiritual, sus personajes, en la mayoría femeninos, generan una serenidad y también una sutil inquietud que hace que las imágenes permanezcan en la mente mucho después de observadas. La sensualidad y la sexualidad son presencia casi universal en su obra. Los entornos parten de lo cotidiano, y son a su vez vehículos para despertar sensaciones casi de ensueño.”

Lo marcó el exilio y la nacionalidad. Por eso hoy vuelve la vista atrás para desvelar su partida, es decir, el comienzo del camino que él mismo se trazó. “La vida es nuestra razón.” Por eso la festejamos con puntual reverencia, por eso el blanco, el amarillo, el azul, el negro, el verde custodian la magia de los párpados en la ráfaga audible del sueño.

Miguel sabe, como bien lo expresó José Bergamín, que “La luz es nuestro camino./ La ilusión nuestro destino./ (La ilusión que te ilumina —te ciega para mirar—/ El que por la luz camina —se hace sombra el caminar.)/ La ilusión es el camino./ La luz es nuestro destino.” Así es el artista con el pincel o la palabra. Miguel Ángel lo sabe cuando trasfigura su fantasía y se entrega desnudo como desafiante vela en el vértigo de sus propios resplandores.
André Cruchaga,
Barataria, 23.I.2009

jueves, 15 de enero de 2009

Poemas de Tomás Andreu

Sin título





___________De ningún lado___________




_______________Quién


¿a dónde va la mirada cómplice de los días muertos?
-¿y el fulgor de tu nombre brillando en la punta de mi lápiz?-
¿quién recogerá aquellas hojas molidas en nuestras manos tiradas al viento y acunadas en el lomo de aquellas aguas sucias y pestilentes?
¿quién entregará las cartas nunca escritas al destinatario de siempre?
¿quién seguirá empujando el suicidio de uno y el asesinato del otro?
¿quién adoptará al perro de tres patas con manchas negras en el hocico?
¿quién responderá las preguntas de los hijos no concebidos?
¿quién desde la vida nos responderá en la muerte?
¿quién justificará este silencio que nadie conoce?
¿quién escuchará el grito atormentado y silencioso que muere de desesperación?
¿quién nos dará el significado del arrepentimiento sin ser culpables?
¿quién es quién a quien preguntamos?
¿quién es quién y dónde queda quien habla?






________________luz orgánica

escribí, incólume, el nombre de mi país
con la tinta de mis heces
y toda la luz de esta esperma tirada en el suelo
escribió el nombre de los hijos que no tuve, que no tengo.
el viento sopla fuerte y hace llorar a mi perro
yo le lamo las llagas y le guío cuando me sigue.
hoy el día es triste porque vos no lo podés ver
pero yo escupo en la tierra que te abraza
y dibujo en mi frente la inicial de tu existencia
y sabia la brisa, le hace reverencia.
esta congoja que hoy nos une
es la misma que un día fue sueño
sueño de no estar aquí
sueño de no pertenecer aquí
sueño de no tener patria, encierro, alambrados de sal y vinagre.
con la tinta de mis heces
escribí, incólume, el nombre de mi país
ese que me niega y me nombra con sus ácaros.

__________antes que la lluvia venga y lo cubra todo

antes que la lluvia venga y lo cubra todo
yo te he visto prístina como un lago virgen
tu resplandor me duele, me hacer llorar
tus pupilas desorbitadas me tragan
toda la luz de este día gris
todo el verdor oscuro de los arboles vos los sorbes
y yo voy tras de ellos
somos frutos extraños en un mismo árbol
somos el vuelo y la carroña del águila
antes que la lluvia venga y lo cubra todo
yo quiero irme con el lodo que adolece estoico sobre la yerba hostil
quiero irme con la brisa que hace ondular las hebras de luz de tu salvaje cabellera
quiero irme desterrado de tus brazos, de tu boca, de tu existencia
quiero revolcarme en la copa de los árboles
herir mis huesos de tu savia extraña
quiero anular mis latidos
quiero no tener familia, perro, compañera
quiero ser vaho diluyéndose en la inmensa espalda de la nada
antes que la lluvia venga y lo cubra todo.





__________________Luz en la penumbra

Allá abajo en la oscuridad,
Mi pensamiento tropieza y lerdo se desploma.
Una luz se ahoga y es lodo sobre los ladrillos.
Tengo ojos en el tacto
Veo lo que no soy
La pequeñez es un sueño grande:
Tiene la estatura del ala de un águila hecha carroña.
El horizonte tiene rostro, es un camino sin sentido,
Un reloj que marca ciegamente un tiempo,
El sueño roto de un niño que nunca nació,
Una estación sin tren.
Lo bueno de ser bello
Es que la Tierra te abraza con fuerza:
Es una loca que ve hijos en cada puñado de polvo.
Abajo en la oscuridad, el pensamiento canta
Y la angustia, estoica sonríe victoriosa.
Agradecé a esta libélula de luz, agua y sal
Toda la mirada que te brindó mientras robaba polen,
Aquí, abajo en la oscuridad,
Donde el miedo acaba.





_______________________hoy

hoy, la noche es larga:
la última bocanada de marihuana
en espiral de mí se ha despedido.
el mundo ante mí no es el mundo
es una mancha azul que se diluye
en el fondo negro de la noche.
huyo y dejo tras de mí,
burbujas de luz que danzan.
soy un ojo en medio de la noche
que ve hacia adentro
y niega la existencia.
__________________
Leer más de Tomás Andreu en Arte Poética-Rostros y versos.



miércoles, 14 de enero de 2009

Libro póstumo del poeta Rolando Elías

Portada y contraportada del poemario




El Centro Cultural Rolando Elías me ha hecho llegar a través de su directora Cony Elías, el poemario: Homenaje a Fray Luis de León, Ed. Rubén H. Dimas, El Salvador, bajo el cuidado de la editora y también poeta Aída Flores escalante.

Este homenaje a Fray Luis de León, como dice el autor: "Escribí esos 24 sonetos en dos jornadas, entre una medianoche y otra, en abril de 1986, en plena guerra civil --quién lo diría-- cuando en las afueras de mi casa rondaban los heraldos de la muerte, resonaban incesantes los ecos de la fusilería y por las calles corría mucha sangre derramada por el conflicto fraticida." A continuación transcribo el prólogo del libro en liras:




___________Prólogo en liras________
Yo el soneto escribía
mientras lloraba con el viento fuerte
la Patria en agonía.
Todo era símbolo pálido de muerte
y el país sollozaba en esa suerte.

la paz se sustentaba
sobre una cementera de canciones,
donde el alma sangraba.
Era el país un choque de ciclones,
de mentiras, de odios, de traiciones.

Yo estaba tras la puerta
con miedo de la muerte, agazapado.
Pues que esa muerte cierta
se daba por seguro y descontado
que tendría al país ensangrentado.

¿Estaba yo tranquilo
o más bien escondido y pesaroso
con el alma en un hilo,
despierto, pensativo, doloroso,
cuando el país era un obscuro foso?

El foso de la guerra
consumía cadáveres. Yo alzaba
otro cadáver de la tierra.
El mío que cantando se salvaba
a tono con el salmo que rezaba.

El salmo de la vida
defendía el baluarte de mi casa.
Ahí encendida
la luz inextinguible que traspasa
la oscura sombra con ardida brasa.

La sombra era el país
mis ojos mortecina lucesita
brotando en la raíz.
En la raíz del canto. Ese que habita
la vida que en la muerte resucita.

Y también al revés:
La muerte que en la vida se da cita.
Puesto que ya al derecho y al envés,
es la misma la sangre manuscrita
que salpicó la historia y quedó escrita.

El buen Fray Luis dispense
estas liras por prólogo que escribo;
y que conmigo piense,
que en solidario afán yo así me adscribo
a pacífica grey que en él revivo.

La luz de los poetas
es la que nos reúne en esta cita
de salmos y profetas.
Que ella cure mi frente de su cuita
Y que así sea por aeternan vita.
Rolando Elías,
Noviembre de 1986.

Dos poemas-Mercedes Durand

Mercedes Durand, El Salvador





_______Espacio de la patria______


Te doy los buenos días mañaneros
soñando en tus floridos cafetales,
oh patria de inocentes manantiales,
de bálsamos y negros clarineros.

Recuerdo tus paisajes domingueros,
tus mayos socorridos y frutales,
y aquellos barriletes otoñales
que envuelven de color a los luceros.

A veces se agudiza la distancia
y quiero contemplar tu faz morena
rociada de volcánica elegancia.

Entonces me acaricias, patria amada,
con esa voz indígena que suena
en ritmos de madera atormentada.




______Espacio de canela______



Mi cuerpo es una rama de canela
cortada en un Agosto de claveles,
el trópico quemaba níveas pieles
y hervía en los trapiches la panela.

Hermana del zenzontle que pincela
sonidos de su buche en los vergeles
la rama se acompaña con las mieles
que ríen de abeja cuando vuela.

No tengo de la rosa su corola
mas guardo flor de barro en cada mano
que tiñe de rubor a la amapola.

Canela el corazón, canela el viento,
mi cuerpo ha ardido en leños de verano
y tú, tienes canela en el aliento...
__________________
Leer más de Mercedes Durand en Arte Poética-Rostros y versos y en Álbum Nocturno.

jueves, 1 de enero de 2009

Inventario_André Cruchaga

Lago de ilopango, El Salvador_Fotografía AC






_________________Inventario


Si pudiésemos escribir epitafios/ Para los vivos/ Y no para los muertos/ Que suben a cuestas/ El silencio/ Nos ahorraríamos papel, / Tinta/ Y pensamientos

Si supiéramos que el amor no es eterno/ Evitaríamos caer en el vacío
Del pozo que dejan los besos/ Cuando se funden/ Con la lluvia/ Hasta secar los pantanos de la boca

Si supiéramos que la vida es transitoria/ Perderíamos el equilibrio
Fácilmente/ Y el suicidio sería/ Una palabra más del alfabeto

Si supiéramos que la neutralidad/Es ciega/ Y que se tiñe de dos fronteras/ No seríamos señuelos/ De la noche ni del día

Si supiéramos que la muerte/ Teje como Penélope/ En vida haríamos con nuestros/ Músculos/ Suficientes maquilas/ Y no pensaríamos tímidamente/ En el desempleo

Si supiéramos que vivir/ Es ir rodando por los aires/ Habría una avalancha de sombras/ En los estadios/ Si supiéramos que el mar
Contabiliza la arena/ Y lanza proyectiles de espuma/ Abriríamos un banco para cobrar el IVA

Si supiéramos que la historia/ Tiene ojos y lengua/ Y una otredad inaudita/ Nos cuidaríamos de usar pasamontañas

Si supiéramos que los caminos/ Son un río que lleva/ Olvidos/ Y que conducen a ninguna parte/ Nos quedaríamos sentados/ Bebiéndonos el mundo

Si supiéramos que el grito/ Infesta las palabras/ Nos quedaríamos contemplando/ Los rostros en silencio

Si supiéramos que el sueño/ Está constituido por cuadros/ sinópticos/ Haríamos de él un algoritmo/ Para medir la distancia/ Entre pobres y ricos

Si supiéramos que “por una mirada un mundo”/ Ya habríamos llenado al planeta/ De miradas/ Para poseerlo en cuerpo entero

Si supiéramos que los árboles/ Miran siempre desde lejos/ Los cortaríamos todos/ Para andarlos/ De corneas y cristalinos

Si supiéramos que una respuesta/ Afirmativa/ Tiene su contraparte
Llegaríamos a la cuenta/ Que la vida/ Siempre tiene dos cauces

Si supiéramos que con los libros/ Siempre se puede viajar/ En primera clase/ No los tendríamos como simples trofeos/
En estanterías y roperos

Si supiéramos que la paz/ Está en nosotros mismos/ No habría necesidad de buscar/ Intermediarios/ Ni acordar armisticios/ Ni redactar tratados de Paz/ Más allá de ciertos lenguajes platónicos en el concierto de las naciones…
© André Cruchaga
El Salvador, Septiembre 15 de 2003.
De: intensa sed, inédito.