domingo, 27 de diciembre de 2009

poemas de renán alcides orellana

Renán Alcides Orellana, El Salvador



NUESTRA VOZ MUJER







Brújula de mi esperanza
Hacia el norte de mis años
—alta mujer—
escucha esta voz

Mi voz atronadora y libre
Que no sintió apagarse
Ni por la prematura visión de los exilios
Ni por la cárcel que regalan los que oprimen
Ni por la bayoneta perforando una garganta
En plena calle nuestra en pleno mes de enero

Te digo mujer que palpita mi voz
Aunque me vaya
Aunque me encierren
Aunque me muera

Toma mi voz mujer
Recógela/distribúyela/repártela
Para que todos digamos lo siento compatriotas
A los que en vano cruzaron territorios
Sin encontrarle sentido al sueño americano
Para decir el dolor y la impotencia
Por los que un día sin regreso
Partieron hasta el oriente medio
A una guerra ajena y sin motivaciones
Mientras aquí los que firmaron su sentencia
Esconden su vergüenza
Para decir que a los pobres sin remedio
Poco a poco se les acaba la esperanza


Es el momento de nuestra voz mujer
Por siempre unidos/ por siempre aliados
Toma mi mano/ acompáñame
Y sabrás lo que te digo

De: Línea sin fin, El Salvador, 2004










CANTO SOLIDARIO






Desde septuagenarias lámparas sin prisa vengo
Hacia septuagenarias lámparas apresuradas voy
Casi llegando al límite Casi el ocaso Las luces atenuándose
Con el espíritu a ratos travieso/a ratos sobrio y sereno
Como el poeta Pablo yo también confieso que he vivido

Y es que tantos años su eterno pasar no son para menos
Como no son para menos los golpes/las caídas de fuego
Doliendo en mi costado y agitando pañuelos de oprobioso luto
Dolor punzante haciendo mella en el espinazo de mis días
Esto es —claro—sin perder de vista los múltiples laureles
Las algarabías paralelas/ los homenajes/los arraigados sueños
O la manera de vivir la vida con más entrega que reclamo

Esto he sido Soy Conmigo vienen encendidos ancestros
Antirreflejantes espejos cubriendo incontenibles ansias
Para la evocación temprana del antes el hoy y el después del caos

No es un simple decir entonces que en medio del marasmo
De los azarosos días y a pesar de todo siempre hice constar
Que la palabra limpia nos apremia y como la noria va
Tras las conciencias fraudulentas/opresoras/crueles Además
—sin condiciones previas—a la izquierda de mi pecho vibra
Una fruta roja para querer a todo el mundo ¿podéis creerlo?


He dado todo de mí De niño me fui por las horas más tristes
Para acatar los designios de las frustraciones y los malos deseos
Me acosaron los días de frío allá en la montaña Me llenaban
De espanto los francos aullidos de lobos y coyotes y las hienas
Carcajeándose de vez en cuando el grito acompasado y lúgubre
De los pájaros nocturnos aliviaba el espíritu/ encendía los ánimos
Y arriba corazón ¡quién dijo miedo! Después los regresos
Las pequeñas ciudades y sus habitantes vinieron al encuentro
De mis sueños perdidos Me dieron su lumbre/ su fuego
Abrazaron mi canto Acompañando mis pasos Era la nueva ruta

-- mi ruta – hacia renovadas estrellas Se hizo la Luz En el camino

Esto he sido Soy Conmigo vienen los recuerdos de acechanzas
mortales de irredentos sicarios que asesinaban la palabra
De los que cedieron a las embestidas de las ambiciones
y traicionaron a los de su sangre por un plato de lentejas
de los que en mala hora —hoy arrepentidos—sentaron las bases
para legislar —como caínes— en contra del hermano
De los que anochecieron y no amanecieron en sus puestos
llevándoselo todo De los graneros saqueados por el vil decreto
que hizo a los pobres más pobres que los pobres pobres

Esto he sido Soy Conmigo vienen la imagen siempreviva
de los abuelos —hablo de los cuatro por la equidad de género—
Mis padres acarreando enromes cantidades de cariño para
Repartirlas indiscriminadamente Y los hermanos y los amigos
Y la compañera fiel Y los hijos y sus entornos Calor Desmedido
y presencia de los más acariciados sueños Ellos reciclaron
profundas heredades de afectos y ensueños/de mitos y leyendas
de amores puros para saciar la espera de los escabrosos días
cuando a mi equipaje apenas le quedaba espacio para esconder
los últimos destellos de la nostalgia por los tiempos idos

Y en eso estamos herederos del asombro viendo pasar la Caravana

Tanta fuerza acumulada a base de ver lo que no quisiéramos:
falsos profetas llevándose de encuentro a nuestra pequeña alma
ominosos redentores de la politiquería / de la farsa desmedida
incontables e increíbles rostros saqueadores del trigo popular
energúmenos atentando a diario contra la vida y la sonrisa
hacedores del miedo para llevar a cabo sus torturantes sueños
caínes de la ruina rompiendo sin remedio la geografía familiar
Hay más. Pero he aquí —digo— para muestra botones simplemente
de tanta vileza socavando nuestra historia Pero a cambio también
otro tanto de ideas fuerza y nervio acumulados suficiente armazón
para el salto supremo/para la conquista/para la redención de todos
los seres del mundo/para el rescate de su fe y su cosecha
por el derecho de todos a vivir la verdadera aventura de la vida

De: Línea sin fin, El Salvador, 2004









PATRIACANTO








Patria otra vez sin remedio
Otra vez tu vía crucis se ha vuelto irreversible
otra vez hacia el gólgota con sensación de olvido
otra vez a prueba tu ternura de campesina desvalida
otra vez el vacío de los cafetales sin aroma
otra vez saqueadas tus dimensiones de colmena
otra vez con tu resignación telúrica en el alma
vuelves a tocarnos las fibras de las ansias rebeldes

Hace tiempo
se dio la mejor verdad acontecida
y desde la montaña y la ciudad enardecidos
fuimos a tu encuentro asidos a tu fuego
tu mies ofreciéndose tan amplia para todos
después del sacrificio

Doce años sin embargo hoy nos parecen nada
Como aludes sin tiempo quebrando la esperanza
sepultan la sonrisa de tu tierna primavera

Otra vez el patrón degenerado y torpe
nos empuja a la ducha/al destierro/ al holocausto

Te he visto de nuevo llorar Me duele tanto
tu sangre derramada entre laureles
y tu llanto y las ausencias infinitas reclamándote:

¿dónde has perdido tu sonrisa lejana
dónde tu luna nueva/tus guitarras
dónde el mensaje azul que con Zapata y Farabundo
ilumino la noche en que vivías
dónde la estrella vida para tu sien de Paco Chávez
dónde el poema de amor con el que Oswaldo
y Roque decían tristeza

dónde el evangelio nuevo ámense unos a otros
de Monseñor Romero
dónde las sandalias del peregrino grande
que fue Rutilio Grande
dónde la voz por siempre iluminada
de Ignacio Ellacuría y de sus hermanos en la fe
dónde la mano misionera de Ita, Maura,
Jean y Dorothy asesinadas en San Antonio Masahuat
sin más defensa que su voz/su llanto y un crucifijo
dónde la conciencia popular
de Alvarez Córdova y los otros líderes del Frente
dónde el reclamo sin respuesta por Tres Calles
El Mozote/Villa El Rosario/Sumpul/la Cayetana
Katya Miranda/Marianela/Madeleine/Mauricio
los hermanos Carías… y una lista interminable
sofocándonos el alma…?

Patria escucha
Las tardes caen como pesada alfombra
y sobre el campanario una ausencia de cipreses
tañe más hondo el recuerdo de tus golondrinas
Un dolor innegable desgarra tu costado
Vientos huracanados anticipando furia
reclaman tu decisión ahora y en la hora
No tardes/es preciso/urgente
Aún es tiempo de no decir mañana
Lo que pudo haber sido seguirá esperando

Patria escucha
Cada vez más cercano
el tumulto de voces encantadas
muchas/muchísimas/incontables/infinitas
Vienen del campo/surgen del pueblo
Recorren las ciudades/te gritan al oído:
Patria sé como ayer
Alza tu grito/impreca
Pide cuentas/sacúdete
Regálanos de nuevo tu corazón exacto

De: Línea sin fin, El Salvador, 2004

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