Daniel Montoly, poeta
LA INFINITA ZONA DEL
LENGUAJE
DENTRO
DE LA LEJANÍA
Daniel Montoly
El salvadoreño, André Cruchaga (Chalatenando, El
Salvador 1957) es una de las voces más sobresalientes dentro de la poesía
contemporánea hispanoamericana, como demuestra los distintos poemarios que ha
puesto en manos de los lectores pero Cruchaga , cuya obra poética figura
traducida ya a varios idiomas, como son: el vasco, el francés, el rumano, el
catalán y el inglés, viene a reforzar
más la fuerte e ininterrumpida tradición poética centroamericana como
corrobora Lejanía, obra bilingüe español-inglés. En este libro, el poeta
recorre, encuentra, forma y define su inquietud ante una nueva realidad
personal, que durante tanto tiempo ha permutado en la psiquis de quienes
cultivan el género poético. En Lejanía, el poeta desconstruye lo que observa
definiendo la aprehensión filosófica del ser en relación con la distancia que
surge dentro aislamiento propio del contexto urbano asegurando lo siguiente:
/Pertenezco a esos brazos que consagraron mi existencia./ Este verso define la
vulnerabilidad del ser humano en la posmodernidad, definiéndose como un ente
para él cual el presente resulta ser irrelevante por la incomunicación
interpersonal de las relaciones. En otra línea el poeta vuelve a recalcar sobre
la problemática humana en su condición
del ser posmoderno, atormentado por encontrar sentido a los fenómenos que
demandan de su atención y que de no ser por la herramienta del lenguaje
quedarían sin respuesta cuando en un arrebato lírico artaudniano canta: / Cerca de mí sólo existe el infinito y los
kilómetros de ahogo de mi locura./
En otro poema Cruchaga
introduce el dedo dentro de la hondura de la herida al expresar: /Vos en el
instante preciso del firmamento con toda la madera del invierno./ Resulta
significativo que el poeta represente en este verso la angustia que simbolizada
por el invierno trasluce el estado de orfandad ante la ausencia del amor que
mantuvo el fuego de la vida ardiendo. / Las calles siempre tienen la tentación
de hablarme: existen./ Su realismo es conmovedor hasta el punto de sacarme las
vísceras./ Este verso es una aseveración resoluta y determinante en la cual el
sujeto que observa se encuentra definido por lo que observa. Notemos que ante
la ausencia de un interlocutor válido, capaz de hacer recíproco la emoción de
la voz ya que el poeta no describe un panorama en donde el otro, ese marco de
referencia de toda comunicación no
existe. Lejanía, como el título implica significa la percepción fugaz del ser
humano por recrear otra realidad mediata, retenerla y en el proceso,
sobreponerse a su mortalidad.
Eta obra poética, es un baúl
de sorpresas por los giros neo-surrealistas, imágenes cautivantes y el desborde
lirico-filosófico con que André Cruchaga
enfrenta el hecho cognoscitivo que desde el origen del hombre ha estado en el
centro de todas sus preocupaciones. Admiro la destreza de Cruchaga para entregarse para jugar con las contradicciones
que existen al interior de las cosas y su forma, y la limitación humana de
percibirlas como ponen de manifiesto estos versos suyos que a continuación
reproduzco: /Es un juego de antojo la piedra en el zapato./ Todas las calles amarillas donde juega el grito
para oírse, la erección alrededor de los jardines./ Como vemos este uno de los
giros neo-surrealistas de Cruchaga que demuestra que el ser se siente siendo
definido por el tiempo y no por la empatía humana, sólo así puede éste volcarse
a descubrir el potencial del lenguaje como instrumento o herramienta para hacer
del otro como se percibe en el verso a continuación: / Siempre es así la tinta
invertebrada del lenguaje: no importa cuántas sombras se mastiquen en la vagina
del jardín./
Lejanía es para el lector, una
definición individual que dentro del tiempo enfatiza sobre el rol importante
que la comunicación humana está a desempeñar en el discurso posmoderno del
siglo XXI porque como expresara un famoso filósofo: “El ser es la definición de
su tiempo.” Algo corroborado por la
poética de André Cruchaga en este
poemario con este maravilloso verso: / Cada día cavamos nuestra fosa junto a la
inhospitalidad de los relojes./ Nunca antes fue más visible, la inhabilidad
personal del ser humano para encontrar sentido a su existencia,
caracterizándose hoy día por la confusión y el nihilismo narcisista, algo que
el poeta pone en evidencia de esta manera: /Es tan abundante la nada que hasta
en la ropa transpiro su hedor./
No desaprovecho la oportunidad
para resaltar el excelente trabajo de traducción de los textos que componen
Lejanía hecho por la poeta y traductora mexicana, Grace B. Castro Haro, quien
magistralmente refleja la complejidad estilística de Cruchaga sin perder la originalidad
o la espontaneidad del ritmo, algo muy difícil de lograr cuando se traduce.
Este libro es una obra digna de figurar como texto en las clases de literatura
latinoamericana de cualquier universidad norteamericana. Concluyo esta humilde
nota sobre este maravilloso poemario de André
Cruchaga parafraseando al poeta con este verso: / Sólo llegando al final,
supe cuál era el principio./
Daniel Montoly
Columbus, Ohio 2015
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