MISCELANEA EN FILOSOFIA, LITERATURA, HISTORIA Y CULTURA CRITICA EN “INTIMISSIMUN:
FILOSOFIA PLEBE” de Cesar Ramírez Alvarenga.
Por Alfonso Velis Tobar
MA Carleton University
Ottawa-Canadá.
Muy amenas resultaron las diversas lecturas
de “INTIMISSIMÚN:
Filosofía plebe” (Impreso, Ricaldone 2018), del escritor Cesar Ramírez Alvarenga, conocido por
el anagrama “Caralva” en el quehacer cultural salvadoreño. Me sorprende esa
diversidad de tópicos como Miscelánea con filosofía, literatura, historia,
crítica y memoria histórica. ¿Por qué “Plebe”? Me pregunto, concepto
derivado de “Plebeyo”; en qué sentido el autor lo aplica, por su significado
en la jerga popular. Pienso que el autor lo toma en tono de ironía o por significado
de contrastes sociales. Aunque no creo, en las malas palabras, pero más bien creo
en la mala interpretación de ellas. Pero cuando oyes decir “no te juntes con la plebe”,
la “Chusma”, aludiendo con
desprecios al pobre por su condición de clase. Pues al ponernos en el lugar del
poeta y el héroe el autor cree posible, el intelectualismo filosófico te parezca
al instante “plebeyo y pequeño burgués”,
resalta su lo filosófico en “Intimissimun”, me llama la atención,
al final de su introducción, alude a Sócrates y habla del crepúsculo de los
ídolos y a Nietzsche los considera plebes. Lo cierto, esta lectura acobija apaciguada
paciencia; un libro no para leerse de tesón, por sus colinas, valles, lenguaje
de periodismo cultural prevalece en su estilo, de altibajos espirituales y si
vemos la realidad con una visión materialista de la historia, produce al lector,
el sentido del humor histórico, fierro caliente su agudo ronco dolor de esperanza.
Su lectura lo apacigua, lo impacienta de repente, trae pasajes históricos,
temas que encienden los ánimos de un mal y trágico recuerdo, artículos que el
compañero Caralva, ha publicado con devoción sábado a sábado en el Suplemento3000
de Diario Colatino y que salieron a luz entre
los años de 2013 y 2018.
Uno se ilustra, goza, sufre, canta, llora, ríe en silencios,
todo cuando estoy casi finalizando de leer este curioso libro de mi amigo Caralva; aquí al final del verano, con
el cuidado al invisible que ronda un virus maligno llevando a miles a la muerte
en el mundo. No hagamos broma tómense precauciones. Es duro estar lejos de mi
madre en la eternidad de los instantes. Me llena de nostalgia el candor triste,
el encanto de mi patria. Prosigo la lectura de “Intimissimun”, en tarde de sol y viento; el otoño se avecina
en alfombras doradas de hojas secas esparcidas por los suelos, huele a invierno y traiga su lluvia de nieves. Ahora
que siento cerca de mi corazón la ausencia de mi patria, tan cerca de mi alma, viviendo
sus parabienes y sus amargas desventuras sociales. Intimissimun es a veces humor
filosófico que “nada en este mundo tiene la capacidad de regresar a la vida después de
concluido su tiempo vital, a menos que se nos ofrezca un relato sagrado, nadie
regresa de la muerte” Así es,
amigo, todo está en constante movimiento
y segundo a segundo cambios dialectico, la sociedad, el hombre, la fauna, la
naturaleza, flores y frutos, la luna, el sol, las estrellas, la tierra misma,
el universo mismo en su origen final, todo está en constante cambio, nosotros
mismos como seres, en forma individual y colectiva, estamos cumpliendo un ciclo
de vida, ya sea para bien o para mal, en la existencia o extinción misma de la especie
humana, todo depende del hombre mismo para cuidar la tierra, todo tiene un
nacer para florecer y marchitarse a un morir, como clavel o rosa, claro en
santa paz y no en violencia no se desea morir.
En suma Intimissimun, me denota un
relato inmenso, formulando criterios, aforismos en frascos filosóficos, en lo amoroso,
lo sagrado, lo sacrílego, lo blasfemo, lo irónico, lo sarcástico, lo grotesco,
lo noticioso, lo crítico, este ring de fuertes y bajos golpes sociales. Esta diversidad
de temas, que caracterizan “Intimissimun: Filosofía plebe”,
libro que me obsequió aquella tarde relajante de Diciembre, bañado en sol, paladeando
fresca cerveza, con agradable tertulia literaria, luego murió el sol de la
tarde, metidos con el amigo Caralva entre
las costillas urbanas del Metro Plaza de un San Salvador, apabullante de
calores y hormigueros humanos que iban y venían y cada quien penando su claustro
social, cada cabeza es un mundo, dentro de este otros mundo, como Jonás en el
estomago de la Ballena, que flota de angustias y la desolación a falta de
felicidad y de seguridad social. Tanto Caralva,
como Darío Lara y Mauricio Vallejo, sábado a sábado ofrecen reflexiones de
la vida, del arte, la literatura, la cultura.
Pero mi enfoque es sobre “Intimissimun: Filosofía plebe” ¿Por qué
plebe? Me sigue picando la hormiguita. Al respecto, razono unos segundos, pues yo no creo en las malas palabras, sino más
bien creo en la mala interpretación de ellas. Aquí hay reflexiones filosóficas,
antropológicas, culturales, religiosas, sociales, entrevistas, opúsculos
literarios y periodísticos, breves crónicas de misiones culturales en los EEUU,
así como de la difusión de la literatura y el arte salvadoreño en universidades
norteamericanas y de los guanacos formados académicamente en ellas. En fin
habla hasta de Teosofía, relatos bíblicos. Una Miscelánea desde el subversivo
instrumento de la alegría, hay una metáfora al cielo de las injusticias, no
buscar la felicidad, es lo mismo que morir de sed, habla la historia nuestra de
cada día, donde hay mitos salvadoreños y filosofía, cuando el destino de la
humanidad, es comprender al universo, entonces el libro me trasnocha y me desvelo
en su lectura; El sello político, al Grito de Independencia centroamericana
desde 1811- 2014. Como hasta de los mártires de la patria, habla de Alberto
Masferrer, Adolfo Pérez y Serafín Quiteño. Libertades Condicionales en la
Provincia de San Salvador. De las guerras mundiales, y de la guerra de 1898
hispano estadounidense. Viene a memoria el holocausto lacerante del horror de Hitler en la historia de la segunda guerra
mundial, habla de otros escritores como Akshay kale, Cesar Vallejo, de la
poética filosófica de Dilan Thomas, Shakespeare, de Ignacio Ellacuria, del
martirio y crimen de los Jesuitas, por el patrón de los males, y en forma
atrevida simboliza a Monseñor Romero como un Jesús histórico.
En fin mientras voy leyendo este
libro de mi amigo Caralva, que a juicio
mío, guarda una huella enciclopédica por la diversidad de tópicos que lo
revisten; pienso que nada hay de plebe en él, más bien refleja una especie de caja
de sabiduría o de Pandora con imaginación creativa, para mostrarnos las huellas
de algún acontecer o situación del hombre, la sociedad. Aquí se habla de
poetas, escritores, filósofos, astrónomos, pintores, escultores, lingüistas, se
habla de García Márquez y de tantos otros humanistas como Andrés Bello; como
Julio Cortázar, Borges, Dante Alighieri, monseñor Romero, Roque Dalton en Cuba, hasta de Ronald Reagan, de Schultze
Jena, como de la visual critica de Rafael Lara Martínez. Engarza la idea de El
Salvador en el pensamiento de Francisco Gavidia, de Matías Romero, y de los
aportes del gramático de la lengua don Carlos Albert Saz, de Hegel, Lenin, Hesiodo,
de Gromiko, de Aristóteles justificando poner más atención a los ciudadanos
libres, que a los esclavos; y el esclavo es solo un instrumento de trabajo,
para servir al poder, como sociedad esclavista, amo y esclavo, uno manda y el
otro obedece, de lo contrario el suplicio, el castigo de una sociedad
esclavizante igual que la moderna de hoy
con distintos matices. Aunque Aristóteles tenía privilegios, filósofo y maestro
de emperadores como Alejandro Magno. Así este libro habla de Amnistías y
Procesos inquisitoriales, del poeta Witman, como del Pigmalión de Bernard Shaw,
de Shakespeare, Cervantes, don Quijote. Me trae a recuerdo aquel gozo de lectura angustiante con “El libro del Desasosiego”
del portugués Fernando Pessoa: “Es cierto no he dormido, pero estoy más despierto así
cuando ni he dormido ni duermo.”(El libro del Desasosiego, Alianza Editorial,
2017) Así por estas lecturas Caralva,
suele hablar, desde Martínez Moreno, Alfonso Velis Tobar y su Prodigiosa
blasfemia, de Mauricio Vallejo Marroquín, poeta desaparecido en 1980 por los escuadrones de la muerte, de André
Cruchaga y Salarrué, Napoleón Bonaparte, Demócrito, Epicuro, Giordano Bruno, Copérnico,
como de ritos funerarios en la vida, censura del cine, del mismo caleidoscopio
de colores y pinceles desde la Sala Nacional de Exposiciones, en fin para no
cansarlos amigos habla de Vladímir Putin, de Turquía y Rusia, de la prisión de
los insurgentes salvadoreños, de Churchill, Bob Dylan, de Virgilio, del poeta
Lipo, de Rimbaud, Artaud, Kabafis, Voltaire, de Roque Dalton y Narayan, de
Rubén Darío en El Salvador, de Juan Ramón Jiménez, Obama, Carter, Hemingway, de Tony Blair, de T.S. Eliot y los
Beatles, como de Rafael Cansinos Assen, del poeta mítico Orfeo, de prostitutas,
profesionales, pastores de las religiones uníos en defensa de inmigrantes, aludiendo
a uníos todos los proletarios del mundo, de lo que denota la mortalidad
filosófica y religiosa, de ideología y literatura, se habla hasta de la
valentía moral de Fidel Castro, de Toño Salazar, y de David Escobar Galindo, Platón
y la historia de un amor árabe cristiano; y pensando en el budismo, judaísmo,
islamismo, cristianismo, Hinduismo (¿El Taoísmo?), hablando de Chaplin y Marx y
de Bolívar. Hay antropología cultural en Matemáticas Mayas y la relación Nahuat
Pipil. De la tradición, mitos nahuat pipil después del infierno, bienestar o
resurrección. Hay historias de los que cada día, salen a la calle a buscar suerte
por un empleo digno, o quieren desesperados alcanzar fuera otro sueño americano,
alguien dice dan ganas de salir corriendo, sálvese quien pueda, abrumando gestos
de angustia interior, aprender a sobrevivir o morir día a día y en cualquier lugar
del mundo, en que la muerte me toque, nos toque, con sus dedos fríos. Es duro donde el ostracismo sorprenda con nuevas
emociones, sin dejar de amar nuestro nativismo. Ya somos viejos con aire
adolescente de la vida, pues cada quien envejece, y es el tiempo el que nos
come vivos, según su modo de ver la vida, como la vive, la vida tiene su método, en
saber como la duerme, como la piensa, en saber no comerla en problemas de
salud; así mi locura de poeta, goza, vive,
canta y enfrenta la realidad con el dilón
dilán del repicar de campanas de nuestro destino y somos arquitectos de nuestro
propio destino, como dice Amado Nervo. Y cuando doblan lento las campanas, es
porque alguien del pueblo murió. Y es el tiempo que come, por eso es bueno, vivir
con disciplina y gozo mental, espiritual, aprendizaje de hijo, padre y abuelo, de
aprendizaje y enseñanza, a cada instante de la vida y en constante mágico ejercicio
matinal con buena respiración.
Aquí en este país nuestro que tanto
amamos de una manera soñadora, creadora, es un milagro estar viviendo entre
conflictos delincuenciales, desde las mismas maras que no tienen hígados para
matar, como de los políticos que saben robar del fisco, como un pecado fácil. Un
país colmado de historias prohibidas, trágicas pasiones, nadie puede vivir sin la
sabiduría y mucho menos negársela a los jóvenes, eso encierra en algún momento esta
filosofía en un pasaje textual del amigo Caralva:
“La
sabiduría de sus opciones se las niega por que el modelo –que llama
“Jerárquico”- que tiene pirámides que culminan después, de veinte o más años no
obstante después de eso -al joven esperanza del futuro-, no
se le garantiza el trabajo, ni una vida digna, mucho menos la sabiduría, que
contraste”. Y hay muchos jóvenes con sueños con deseos de oportunidades
para triunfar, cierro el libro entre viejos dilemas y por alguna razón –no
filosófica, histórica, el tiempo parece inmóvil en nuestra comprensión social,
luchamos por crear conocimiento en lugar de aceptar todo como ley eterna. Aun
tiene vigencia: una sociedad mejor, un mundo más justo, creemos que es posible
la educación universal, etc.…esas cosas que los jóvenes tienen como banderas,
son también las nuestras cuando nosotros éramos viejos” La verdad me quedo meditando solo muy solo hablando solo en
mi soledad en el patio de mi casa, en grata compañía de mi perrito Toby que
lame con cariño y fraternal silencio. Vengo de recoger palabras, después de
paladear este hermoso libro, curioso en sus distintos vinos filosóficos y de odres
nuevas.
Paso a paso estuve leyendo con
avidez. “Intimissimun”, característico,
por su visión cultural y social y sabe resaltar la crítica, suave, punzante,
testimonial, puedo recordar que la crítica, como instrumento de trabajo, como
cincel que moldea en forma estética la obra literaria, del arte, también ayuda
a moldear, a interpretar la literatura una historia social. Así este hermoso
libro da imagen, enmarca realismo crítico, tradición social de descolonizar
conciencia y sociedad, pues líbranos Señor, librarnos del neo-colonizador de
hoy. Fue reconfortante su lectura a mi espíritu y no me brote una pizca de genialidad,
para evitar una temporada en el infierno; si aquí está en esta tierra, de asombros
catastróficos, país que desensueña, que me desencanta. Aquí se oye la voz de
una democracia y periodismo cultural, la voluntad contra la desconfianza, que a
diario vivimos con corruptos de turno y manifiestan su “plebe” actitud, condimentados de humores negros, aquí en este gran teatro del mundo, se ve que
un ladrón habla mal de otro ladrón, como ratas del mismo piñal. Actitud
desafiante de patrones del mal, no lógica, ni justicia, ni sentido común a
favor del pueblo, obedecen a intereses de amos, y el pueblo soportando triquiñuelas
ilícitas ante la historia y en su teatro actúan a creados intereses, sin
importar los sufrimientos del pueblo mismo deseando progreso social, en anhelos
de alcanzar una sociedad más justa y más humana.
Esta gama de lecturas que a salto de
mata pude leer, así de vez en cuando, mi espíritu llamó a tomarlo de nuevo para
seguir sus capsulas. Admiro la simbología filosófica de INTIMISSIMUN” y manifiesta en el fondo ese espíritu estoico,
sufrido, valiente de mi pueblo, que se niega a morir, ni sabe olvidar sus
tragedias históricas y que alcance un futuro luminoso, como lo soñaba el poeta Alfonso
Hernández(1948-1988), nuestra patria alcanzará su primavera de mañana,
aunque tengamos, un día que asaltar los cielos. Aquí donde la justicia misma
tiene privilegios de clase, lo vemos con cinismo, si hablamos en metáforas, se
refleja la historia en diversidad de ojos con el pispilear peculiar del contenido,
porque un escritor como Cesar Ramírez
(1955), cuyo libro ilustra, y con meritos de ser fundador del Suplemento
Cultural Tres mil, un ente activo en la Literatura Salvadoreña. ¡La verdad
amigo Caralva que me llegó la noche
en final lectura de su “Intimissimun” bastante desvelado
deja enseñanzas, pues le digo caro amigo “tengo sueño, mucho sueño, todo el sueño del
mundo” que sin pesadillas sueño
todo el sueño que reposa en mi alma por la madre patria!/AVT/18/09/2020.
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