José María Cuéllar
JOSÉ MARÍA
CUÉLLAR
EN EL TIEMPO PIEDRA DE TOQUE DEL GRUPO LITERARIO
PIEDRA Y SIGLO (1967)
Publicado
por: Tres Mil 25 octubre, 2014 en Suplemento Tres Mil | 3000 Deja un
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Alfonso Velis Tobar
Poeta, investigador y ensayista
M.A Carleton University
El
hombre y su generación
Siguiendo
con la plática en el nivel del desarrollo histórico literario salvadoreño, como
velo de fondo cuestionando el proceder de nuestras letras, decimos que hacia
los años de 1967, un grupo de jóvenes escritores: José María Cuéllar
(1943-1980), Jorge Campos(1938-2011), Rafael Mendoza (1943), Ricardo
Castrorrivas (1938), Jonathan Alvarado Maracay (1938), Ovidio Villafuerte
(1940-2008), Julio Iraheta Santos(1939), Uriel Valencia (1940-2003), Luis
Melgar Brizuela (1943) integran el llamado Grupo literario “Piedra y
Siglo”. Incluso se dice por boca del
investigador Jorge Vargas Méndez, que el
nombre de “Piedra y siglo” fue sugerencia de José María Cuéllar. Grupo sin
lugar a dudas que surge, en un momento de florecimiento literario, cuando desde la Universidad con la famosa Pájara
Pinta, aglutina intelectuales que vienen de la llamada Generación Comprometida,
escritores, poetas lo bastante conocidos. son una nueva oleada de jóvenes traen
una actitud de rebeldía muy inconforme ante
el mal estado de cosas en un sistema de injusticia social, una época de
nefastos gobiernos militares, de fachadas seudodemocráticas dentro de un clima
de opresión policial, demagogia, corrupción, burocratización del sistema y de
cínicos fraudes electorales negando la voluntad popular. Desde la universidad
nacional, como centro de asidero cultural, de enseñanza científica y
humanística donde se plasman los objetivos para el desarrollo socioeconómico,
análisis y cuestionamientos políticos de la situación nacional con el afán de
contribuir a superar el subdesarrollo, el cual siempre hemos enfrentado.
Escritores de la generación comprometida que vienen entonando su grito desde
los albores de 1950 con el llamado Grupo de Octubre cuyo principal exponente de
esas nuevas voces seria con el tiempo Roque Dalton (1935-1975), diez y seis
anos después (1966) nace Piedra y Siglo que se ven influenciados por algunos de
las promociones anteriores como antecedentes. Mientras tanto el régimen
fascista en contubernio con la oligarquía y siempre con la venia del
imperialismo, moderniza su aparato del estado, despreocupado por las
necesidades más sentidas del pueblo y con una actitud política policial
intensa, de opresión militar en contra de las organizaciones democrático
revolucionarias, que al igual que hoy en el presente, en aquel momento de la
década de los sesenta demandan un
sistema social más justo y más humano. Los anhelos de esa justicia social se
van aunando en la conciencia nacional,
democrática de los sectores progresistas del país, quienes encuentran
amparo para la protesta en contra del régimen solo en los recintos
universitarios, alma mater que el régimen opresivo viene señalando como un
santuario de la subversión, ese era el ambiente que se presenta cuando nace el
grupo Piedra y Siglo donde se aunaban las voces de la generación comprometida
cuya actitud es honesta y consecuente con los intereses del pueblo. Como el
mismo Chema Cuéllar me dice: “Son tiempos de euforia, de bohemia, cualquier
lugar es bueno para planificar una revista, para organizar un recital, un
libro. Leemos nuestros poemas en los bares, en los cafetines, mercados,
mítines. Nos incorporamos a las campanas electoreras, visitamos los sindicatos,
participamos en las manifestaciones, etc. Nuestra labor en los periódicos como
grupo, se inicia en el Diario El Mundo, con la publicación de una cartas,
poemas, reclamando la libertad de los reos políticos y una pensión para Vicente
Rosales y Rosales”, esta información la
recojo de una nota periodística de un Diario de Hoy, época del “Piedra y siglo”, para entonces quien escribe tendría 17 años,
estudiaba bachillerato en mi tierra natal. Lo cierto que ellos como voz de
grupo se proponen nota desde un principio en sus proclamas, luchar por crear un
hombre nuevo a través de la literatura y el arte. Así lo afirman sus dos
manifiestos literarios que dieron a conocer en 1967 y en 1968 en la página
literaria de Felipe Toruño, de Sábados de Diario Latino también parte del
quehacer literario de ese periodo, ellos mismos manifiesten públicamente: “De
ahí que nuestro Grupo “Piedra y Siglo” no surja del capricho; es una generación
de jóvenes con inquietudes artísticas que tratan de asimilar su tiempo para
expresarlo. Sustentamos el principio de la creación a través del intercambio
intelectual, rompiendo así con los
mejores cánones de la creación aislada y del trabajo estrictamente individual.
Esta es una época de intercomunicaciones y no un mundo de soliloquios. Así
entendemos el arte de nuestro tiempo.” Examinando las cosas un poco más de cerca…
si volamos ojo a lo dicho por este grupo que hicieron intento, al tomar una
actitud polémica con la literatura y sus problemas; entrando con espíritu de
rebeldía, se propusieron enjuiciar a los escritores de las generaciones
pasadas, presentes y estas son sus palabras textuales: “Mientras nuestra obra
propugne la integridad del arte en función del hombre, estaremos de pie para defenderlo… también guardamos una “postura moral;” …”Nos mantenemos alerta
cuidándonos de los vicios que han doblegado a nuestro intelectuales… somos
militantes de la belleza y principalmente de la justicia y la verdad. Con esto
no queremos tergiversar el concepto social del arte, exigimos que este sea un
instrumento de orientación, para contribuir a un cambio que signifique la sustitución
de las viejas estructuras político-económicas, enajenadoras de la expresión
humana”….
Reflexionamos
ante lo planteado en el momento en que surgen. Escudriñando Proclamas vistas
hoy a la distancia, ver si resultan hechos y no solo palabras. Pienso si lo
cumplieron o no en parte, ellos saben y quienes se justificaron con tiempo: “No
ignoramos que uno o varios de nuestro grupo, por una u otra circunstancia se
quedara o se quedaran a la saga en el viaje a la meta que nos hemos señalado.
(¿Cuál meta? me pregunto y cuándo terminan de llegar y quiénes se quedaron) y
como repito “este fenómeno se advierte en toda promoción a la que alienta un
viento nuevo”, la verdad que será la
obra de cada quien y tu proceder mismo,
para darle validez y trascendencia histórica. Será ella capaz de reflejar y
juzgar la realidad que nos toca vivir o enfrentar como creadores. Pero eso de “quedarse en el
camino”, parece ser que se quedaron algunos. Chema Cuéllar es el poeta más
representativo de ese periodo y uno de los fundadores del mismo del Piedra
Siglo. Pero pienso repito, es el más consecuente entre los otros que tienen también sus
méritos en cierta medida. Donde hay factores morales en su proceder como
intelectuales que se comprometieron a una especie de militancia. La verdad que
Chema Cuéllar hizo planteamientos reales que iban con el proceder histórico,
además incorporo de alguna manera una visión de mundo, aunque no con
raciocinio, porque no grabando lo presente, Chema Cuéllar en sus poemas era más
emotivo que raciocinio (como nos pasa a muchos); pues aun así ya había en él,
una vertiente de manifestar aspectos sociales dentro de una tradición nacional.
Una denuncia de la realidad, preocupado
desde su militancia dentro del partido comunista salvadoreño, siempre su poesía
en torno a esa causa, por la reivindicación de los pobres, por una vida más
humana, democrática, por una justicia social y por la liberación nacional.
Para
un crítico e investigador nuestro como Roberto Cea, dice por esa época, que la poesía de José
María Cuéllar “es muy testimonial últimamente, con una visión lírica
de la realidad concreta. Es un apasionado de lo nuestro…
viene su tradición a lo mejor del núcleo de 1956 y con el poeta Alfonso Quijada
Urías mantienen en los más jóvenes, esa corriente que desde Oswaldo Escobar
Velado, es una constante testimonial en nuestro país.”
Pienso
que Chema Cuéllar fue el único que
dentro de un clima adverso incorporó los
lineamientos en que si realmente en un contexto ubicó ese proceso de decantar la
tradición nacional; es decir que fue el más coherente de su grupo, como lo
afirman muchos, que conocen de estos
temas, preocupado en la búsqueda de esa
identidad, más que otros autores de su promoción.
En
Chema Cuéllar se conoce ese don de ser un escritor consciente en descubrir la
realidad, que para su espíritu signifique reflejarla, esa dolorosa realidad;
significa para Chema Cuéllar poner la
poesía al servicio de la causa popular, poner el dedo en la llaga. Para Chema
Cuéllar la poesía es una luz que entra
por la rendija de esa lucha de clases por quien milita, y no puede separarse de
esa temática; y justa sea la lucha, el ingenio y la razón de la imaginación al
servicio de la felicidad. Chema Cuéllar, sabe que es la poesía la más apta para impulsar y captar las convulsiones
sociales en todos los tiempos y lugares; ahí donde se escribe con la practica
misma nuestra historia. Por lo solemne
que es a veces su poesía, desenfadada, pero aun así, creo que a la poesía de
Chema Cuéllar le falto cierto “sentido del humor” que debe guardar a veces; Chema Cuéllar debió romper con esa solemnidad
que caracteriza a veces su poesía. Pero siempre diciendo un buen mensaje con
sentido de esperanza en beneficio del hombre, del pueblo. Su poesía creo que se
hubiera enriquecido mejor en la medida
de que hubiera incorporado en un momento dado, ¡Vaya! por ejemplo, esa creación
de colorido que tienen los muñequitos de Ilobasco, ese gesto plástico de la
picardía tan extraordinaria que ellos guardan; valga la comparación simbólica
que es muy valedera. Diríamos que a la poesía de Chema Cuéllar le faltó decantar esa visión con las otras
obras que antes y después a “Crónicas de Infancia” (1972) dio a luz.
Posteriormente por 1978 en autocritica por boca del mismo compañero en una
tarde de bohemia me dijo. Se piensa que los libros pudo haberlos trabajado
mejor o “haberlos dejado como fueron escritos al principio, de todos modos allí
están esos libros. Buenos o malos, breves o intensos, tienen su pequeña
historia.” así me lo dijo en aquella tarde.
Quiero
decir que hay una parte de este estudio encontraran el apartado que llamamos
“Poesía rescatada, poesía reunida”, es toda la poesía recogida entre 1962 en
adelante siguiendo las huellas de la obra de José María Cuéllar en el campo de
las letras. Son poemas, cuentos,
rescatados de revistas sueltas que citamos y más que todo rescatamos de
las páginas literarias dominicales del Diario de Hoy donde casi desde 1962 en
adelante Chema Cuéllar, pública parte de sus poemas. Investigamos, todos
aquellos textos de José María
Cuéllar, publicados y encontrados en
Páginas y Revistas literarias, Dioramas de la cultura, buscamos su nombre en
antologías nacionales, centroamericanas,
internacionales, con sus notas de referencia critica a José María Cuéllar, poeta peculiar de El Salvador, poeta que con
su militancia, fue el más consecuente del grupo, fiel a su palabra creadora por
la reivindicación social de su pueblo.
Y
no pecamos todavía al afirmar que los dejos vanguardistas se dan, en poetas del
llamado grupo “Piedra y Siglo”
(1967), pero entre todos ellos, Chema
Cuellar(1942-1980), la “piedra de toque”
sobresale entre todos, voz testimonial de poeta que tiende a romper, como en “Acabo de partir de mí mismo”, rompe a lo
Cesar Vallejo con “Trilce”, sus influencias, el mismo me lo dijo un día, la
forma, la expresión vibran en una renovación
vanguardista en Latinoamérica; y se pronuncia contra ese formalismo del
lenguaje. Cesar Vallejo influye en Chema Cuéllar, hasta lo antigramatical de
las normas en la escritura: “no soi Chema Cuéllar/ ny soy amigo de nadie/ ny
tuve una abuela paralytyca/ ny soi poeta/ ny ciudadano/ny nada/ me vale un pyto
que nadie se acuerde de my/ me llevo a san salvador en el bolsillo”. Y entonces Chema Cuéllar, es poeta que responde a las
escuelas de Vanguardia en algunos aspectos de su obra creadora, influenciado
también por las ideas marxistas,
impulsada su poesía en un marco de lucha proletaria y liberadora. Aun cuando en
la mayoría del “Piedra y Siglo” vibre esa rebeldía social en sus poemas, de los cuales
tienen textos muy buenos, dignos de antología, si esculcamos con
diligencia en cada uno de ellos. En
cualquier caso, como señala con razón Jorge Vargas Méndez, estamos frente a un
grupo de escritores que ha conquistado su propio espacio en la historia
literaria salvadoreña. Sabido por medio del hermano Julio Iraheta Santos la
publicación de una antología del grupo con apoyo de la secretaria de cultura
del FMLN que se titula “Piedra y Siglo y la persistencia del compromiso” como
reconocimiento a dicha promoción y me alegra; ojala así hagan con los otros
grupos de jóvenes de generaciones posteriores a ellos, sin olvidar a la memoria
histórica, tantos grupos, revistas, o poetas y escritores individuales
valiosos, como parte del desarrollo cultural que vamos construyendo en el
proceso histórico de la literatura identificada con los problemas nacionales
para ir conformando como siempre una conciencia nacional de participación
liberadora.
De
manera queridos lectores que en una segunda parte de este estudio sobre CHEMA
CUÉLLAR EN EL TIEMPO, daremos a conocer en próxima oportunidad y pronto sobre
algunos aspectos críticos, estéticos de
la poética de cada poeta integrante del mencionado grupo literario Piedra y
Siglo que surge en 1966 dentro de este proceso histórico de la literatura
salvadoreña.
AVT’/2014.
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