miércoles, 9 de septiembre de 2009

S’inaugura al Centre Cívic La Salut, l’exposició “Escoles d’altres mons” del fotoperiodista Kim Manresa

Entrevista al poeta y periodis Carlos Ernesto García







S’inaugura al Centre Cívic La Salut,
l’exposició “Escoles d’altres mons” del fotoperiodista Kim Manresa

Redacció 7 de setembre de 2009

El regidor de Ciutadania i Convivència de l’Ajuntament de Badalona, Josep Pera, i el regidor de l’Àrea d’Educació i Serveis Ciutat, Josep Duran, inauguraran aquest dimecres, 9 de setembre, a les 18 hores, al Centre Cívic La Salut (avinguda del Marquès de Sant Mori, cantonada carrer de Quevedo) l’exposició de fotografia “Escoles d’altres mons” del fotoperiodista Kim Manresa. L’acte també comptarà amb la presència de l’escriptor i periodista, Carlos Ernesto Gracia, comissari de l’exposició.

Ens els darrers cinc anys Kim Manresa ha aprofitat els seus viatges arreu del món per visitar escoles i retratar com s’eduquen els nens. Ara ha recollit aquestes imatges a l’exposició “Escoles d’altres mons”, un treball format per 50 fotografies en blanc i negre que mostren la realitat de l’educació a més de 30 països. Les fotografies estan acompanyades de textos signats per diferents autors de prestigi internacional com els premis Nobel José Saramago i Dario Fo i el premi Planeta Juan Marsé, que reflexionen sobre una imatge cadascú.

“Escoles d’altres mons” no és només una exposició d’art, ja que té un projecte educatiu al darrera. Cadascun dels municipis que han acollit l’exposició ha triat una fotografia perquè els seus escolars treballin i reflexionin sobre la situació d’altres nens i nenes als països més desfavorits.

Aquesta exposició es podrà veure al Centre Cívic La Salut des d’avui dilluns, 7 de setembre, fins el diumenge 27 i del 15 de març al 4 d’abril de 2010.

Del 28 de setembre al 4 d’octubre també es podrà visitar a la sala d’exposicions El Refugi de la plaça de la Vila, i del 6 al 21 d’abril de 2010 al Centre Cívic Dalt de la Vila al carrer del Germà Bernabé, 1-7.

Fuente: elbadiu.net

martes, 28 de julio de 2009

Llanto con ira por un joven hondureño asesinado por apátridas-Rafael Mendoza

Rafael Mendoza, El Salvador




Llanto con ira por un joven hondureño asesinado por apátridas





Herido en su cabeza
el joven hondureño va cargado
en brazos de sus mismos compatriotas.
Son brazos solidarios
tejido de una red que se prolonga
más allá de esa patria ensangrentada
hasta el austral confín desde el Caribe
que ya no aguanta más
que está diciendo ¡basta!
que se yergue por fin y se decide
a defender las razas de Amerindia.

Herido en la cabeza
el joven hondureño se desangra
va goteando al pasar sus pensamientos
en la huida que emprenden sus hermanos
con él en peso, raudos;
y riega su frescura mancillada
aquel tierno cerebro destrozado
por las malditas armas
de históricos canallas
de bestias sin vergüenza
de ambiciones que azuzan a los lobos
y nunca dan la cara de oligarcas.

Herido en la cabeza
el joven hondureño deja un rastro
de vida que se apaga
de nombres que expresó con dulce canto
de recuerdos amados y de ideas
que brillaron hasta hoy en su alegría.
Ese joven tan tierno.
Ese joven caído en este infierno.
Ese joven que llevan y va muerto.

Herido en la cabeza
el joven hondureño
baña la sacra tierra morazánica
y abona así la rabia
de los más bravos hijos de Lempira.
¡Que arde el honor dispuesto a la batalla!
¡Que no volverán más las torvas fieras
armadas a sangrar la democracia!
¡Qué Honduras se levanta!
¡Que ha de salir el sol que anuncia el Alba!

domingo, 26 de julio de 2009

Ninfa Santos en “Amor quiere que muera”

Miguel Fajardo Korea, Costa Rica





Ninfa Santos
en “Amor quiere que muera”




Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación de Costa Rica
miguelfajardokorea@hotmail.com



Descriptores: -Literatura costarricense -Poesía costarricense -Ubicuidad –Ninfa Santos

Me propongo abordar un tema esencial en las manifestaciones artísticas, como lo es la ubicuidad en la poesía, en Amor quiere que muera, de la escritora costarricense Ninfa Santos (1916-1990).

La poesía es un margen de vida. Una perspectiva de identidad para crecer. Un arma de palabras que retoma el viento para marcar destinos presentidos, pero intransitados. Por ello, la poesía es un manifiesto del decir desde los diversos frentes vitales del factor humanidad. Es de este mundo, pero alcanza otros estadios para fundar una manera de ser y de sentir.

Desde esa coyuntura, el nombre y la obra poética de Ninfa Santos no debería ser ajeno ni desconocido, aunque sí lo extrañamos en el cuerpo bibliográfico de la literatura costarricense. Su nombre aparece como uno de los que ha sufrido extrañas exclusiones, quizá por el desconocimiento de su obra[1], por su independencia paradigmática o por la mezquindad cultural del medio, pues no formó parte de los enlistados en el coro de la oficialidad ni de las capillas que se reparten cantos.
.
Por esa razón, celebramos la aparición del número 2 de la revista costarricense Hoja en blanco.[2] Tanto su consejo editorial como su director, Álvaro Mata Guillé, reivindican y recuperan, con propiedad, el nombre y la obra de Ninfa Santos para inscribirla dentro de la poesía costarricense. Son 41 páginas integrales, de honda intensidad, de afirmaciones y rotundidades para abrir el claroscuro de este caso artístico. Álvaro Mata, Antidio Cabal, Fabienne Bradu, cinco poemas y cuatro fotografías de Ninfa Santos, llaman fuertemente la atención para revisar su nombre, marginalmente inscrito en la casa de la poesía costarricense.

El caso de Ninfa Santos (1916-1990) se asemeja, sin duda, al de Eunice Odio (1919-1974) en múltiples facetas. ¿Por qué se oculta su nombre y su obra? Recuérdese, en esa misma línea, que el libro de estreno de Eunice Odio: Los elementos terrestres, Guatemala, 1948, no se editó en el país, sino en 1984, es decir, 36 años después. Por su parte, Ninfa Santos publicó su único libro Amor quiere que muera, en México, en 1949. Fue reeditado en ese mismo país en 1985,[3] dibujo en la portada de Paloma Díaz Abreu. Uno se pregunta, con increíble asombro, después de 60 años de oscurantismo poético ¿Cuándo publicarán dicho libro las instituciones oficiales costarricenses?

Antidio Cabal (España, 1925), en su artículo “El exilio y Ninfa Santos”[4] repasa el cuerpo bibliográfico costarricense, donde la tónica con Ninfa Santos ha sido la exclusión de su nombre y de su obra dentro del registro poético nacional. En 1963, Manuel Segura la incluye en “La poesía en Costa Rica” con dos poemas, en 1973; Carlos Rafael Duverrán repite los poemas anteriores y la antologa en “Poesía contemporánea de Costa Rica”.[5] Alfonso Chase, por su parte, la incluye con cuatro poemas en la antología “El amor en la poesía costarricense”.[6]

El ojo crítico de Antidio Cabal aduce: “El mundo de Ninfa Santos desemboca en el metamundo de Ninfa Santos: el castigado tránsito de su carne a través del mundo fracturado por el fenómeno del amor (huesos, “ciego muro infinito ciego pozo de espanto”, musgo, sierpes, veneno, frío, maculación, “huracán frenético”, odio, hiedra, losa, lava, ceniza, angostura, “intacto sepulcro”: “Tal es mi juventud y junto a ella, detrás de esta miseria, tu fantasma”) se desvanece, se volatiliza ante la semilla trascendente e inmanente del yo (…) Ese yo o esa esencia o esa verdad / identidad se llama Anacostia: en el silencio / me está llamando / una voz. Es la Ninfa de dentro llamando a la Ninfa de fuera” (Cabal, 2004: 16-17).

Ninfa Santos tuvo una vida accidentada, producto de una infancia difícil, debido a la ausencia de la figura materna desde los tres años, en virtud de lo cual, su padre delegó esa responsabilidad en su hermana -la tía Ninfa-, mujer estéril e inflexible.

La creadora Ninfa Santos vivió en Liberia, Costa Rica, en la hacienda “La América”, de donde huye, cansada de los rígidos preceptos y castigos, por ejemplo, permanecer encamada durante largos periodos. Aparte de esas aflicciones, el destino se ensañó contra ella. Poco a poco se vio deformada por la artritis e hinchada por los efectos de la cortisona. La artristis deterioró su imagen e identidad corporales y restringió su capacidad de movimiento. Para Fabienne Bradu: “El signo dominante de su infancia fue la horizontalidad”.[7]

Su extenso peregrinaje de vida incluyó Liberia y San José, en Costa Rica; México, Estados Unidos e Italia. Además, visitó Rusia.. Sin duda, una vida muy agitada, en años igualmente convulsos. Ninfa se hospedó en México, al inicio, en casa de su tía Lupe, pero abandona ese espacio, debido a los sometimientos, altamente restrictivos, que pretendía imponerle su tía. Se da su filiación política con el Partido Comunista, en México. En 1965 conoció a Ernesto Che Guevara, en Nueva York.

Casó con el escritor mexicano Ermilo Abreu Gómez (1894-1971), con quien mantuvo una relación durante 20 años y con quien procreó a su hija Juana Inés (1939). Se divorcia de él, cuando la descalificó de sus responsabilidades maternas. Su hija Juana Inés casó con Bernardo Díaz -bisnieto de Porfirio Díaz- y ella guardó el secreto de los jóvenes, lo que enojó a Ermilo Abreu Gómez. De esa boda nacieron sus nietas Paloma y Marisa.

En 1953 trabaja como Auxiliar en la delegación de México ante la OEA. Allí inició su carrera diplomática. En 1958 es ascendida a Vicecónsul. En 1963 viaja a Nueva York. El viaje a los Estados Unidos de Norteamérica le genera expectativas y un entrañable acento nostálgico por cuanto debía dejar México: “Ahora me iré a una ciudad lejana / de hombres extraños que hablan extraña lengua, / hombres indiferentes cuyo dolor ignoraré / así como ellos ignorarán este largo sollozo / que camina, sonríe, se detiene, pasa”.

En el mismo texto se advierte su aflicción por la soledad a la que prevé enfrentarse: “Habrá también mi soledad tremenda (…) pero mi soledad será como esos perros / que crecen a puntapiés (…) Será la soledad de los ataúdes sin muertos”. En 1967 llegó a Roma, Italia, donde vivió trece años. Regresa a México, donde fallece el 26 de julio de 1990. Según Fabienne Bradu: “Ninfa no tuvo conciencia de su propio y secreto heroísmo, que consistió en resistir, hasta el último día de su vida, al desamor, a la amargura, a la resignación, a la falta de asombro y de esperanza” (Bradu, 2004: 39).

Su matrimonio con Abreu Gómez y su ámbito laboral le permitieron cultivar amistades literarias de prestigio, a saber: Octavio Paz, Augusto Monterroso[8], Alfonso Reyes, Ernesto Cardenal, Ernesto Mejía Sánchez, Rosario Castellanos, Juan Rulfo, Rafael Alberti y su esposa María Teresa León, Juan Ramón Jiménez, Juan Rejano, Ramón Gaya, Juan Gil-Albert, Emilio Carballido, Alice Rahon, Ricardo Garibay, Tomás Segovia, Michèle Albán, Jorge Rigol, Salomón de la Selva, Xavier Villaurrutia, Rodolfo Usigli, Efrén Hernández, Margarita Michelena, Agustín Lazo, Marco Antonio Millán, Juan de la Cabada, o María Asúnsulo. Varios embajadores le ayudaron en su gestión diplomática: Luis Quintanilla, Mauricio González de la Garza, Gómez Robledo y Augusto Villanueva.

El nombre de su libro Amor quiere que muera, es un intertexto de Garcilaso, con función de epígrafe: “Amor quiere que muera sin reparo”. La edición de su poemario fue patrocinada por la revista “América”, de México, en 1949. Alcanzó una tirada de 500 ejemplares numerados y contiene 407 versos. El dibujo de la portada es de su nieta, Paloma Díaz Abreu. Es decir, Ninfa Santos publica su poemario de diecienueve poemas a los 33 años de edad, pero 60 años después, el libro es prácticamente desconocido en Costa Rica. El editor Alejandro Finisterre publica la segunda edición en México, en 1985. ¿Cuándo habrá una edición costarricense? ¿Van a continuar negándola? ¿Qué le cobran a tan fina creadora costarricense?

El Maestro Joaquín García Monge (1881-1958) le publicó a Ninfa Santos en REPERTORIO AMERICANO,[9] la revista costarricense de mayor alcance continental[10]. El recordado escritor chileno Alberto Baeza Flores (1914-1998) expresa: “Y esta sola página es la que fundamenta, y alimenta, en Costa Rica el nombre de Ninfa Santos (…) Los poemas de Ninfa Santos son breves, rítmicos, frágiles, casi a punto de deshacerse, de quebrarse, como si fueran un delgado hilo conductor. Pero este filamento está cargado de emoción y de eficacia. Y transmite eso no siempre fácil: la poesía”.[11]

En julio de 1984, con motivo del Segundo Simposio “Evaluación de la literatura femenina de Latinoamérica en el Siglo XX” edité el suplemento: “Presencia femenina en la literatura costarricense del siglo XX”, en el número de cierre de la revista Hojas de Guanacaste Nº 12, con un tiraje de 1000 ejemplares. Ninfa Santos aparece con dos poemas. Era mi primer acercamiento con su poesía y con su caso, que hoy seguimos completando, en un espacio cultural extraordinario como es el de Chile, donde estoy seguro de que sabrá valorar, justamente, la dimensión de su trayectoria creadora.

El 15 de abril del 2005, la revista “Hoja en Blanco” y el Centro Literario de Guanacaste, fundado el 20-3-1974 le rendimos uno de los escasísimos homenajes públicos costarricenses que se le han ofrecido a la obra poética de Ninfa Santos, en Liberia, capital de la provincia de Guanacaste, en el norte geográfico de Costa Rica. Con la presencia del escritor Álvaro Mata Guillé, el filósofo Víctor Alvarado Dávila, el Lic. Marco Tulio Gardela y quien les habla[12], logramos cautivar a un ávido auditorio, deseoso de conocer la voz lírica de Ninfa Santos, quien pasó su difícil niñez en “La América”, una de las haciendas más famosas de Guanacaste.

El acento poético de Ninfa Santos

Su obra tiene el acento de la poesía amatoria y se encuentra tejida de diversos momentos y circunstancias, no siempre felices, en el plano sentimental. Por ello, incluye diversas acciones verbales que denotan espacios simbólicos de encerramiento, de castigo, tales como: apartar, cerrar, arrancar, destrozar, cegar, perseguir, quemar, aventar. En cada uno de ellos, el mapa semántico bordea significados expresivos dificultosos, por lo tanto, su perfil amatorio es ríspido, pero ella es perseverante en sus convicciones “hasta un país donde nunca te acerques” (AQQM, 9).

La hablante no escinde su sentimiento, sino que es enfática en su declaración amatoria y dolorosa “AMARTE, darme a mi dolor de ti, / a la amarga conciencia de mi duelo” (p. 11). La entrega corporal se convierte en un reclamo, donde cada parte del descubrimiento del cuerpo se menciona para concluir en un sistema recolectivo: piernas, hombros, dedos, manos, pelo: “Amar mi cuerpo solamente / porque tu cuerpo / lo hizo de verdad cuerpo. / Mirar la servidumbre de mis piernas / que me llevan a ti” (AQQM, 11). Es decir, el cuerpo se reescribe con el acento de la incompletitud. Su cuerpo se materializa como un vehiculizador, como un tránsito para intentar alcanzar el cuerpo del amado, pero no necesariamente con la misma correspondencia.

Apela al consuelo de una flor para colocarla sobre “el pecho de tu ternura muerta”. La desgarran los sitios recorridos con el amado, por ello, acude a elementos de autoagresión como morir, perderme, destrozarme, huir “donde tu nombre no se me vuelva angustia” (AQQM, 13). Es el suyo el caso de una dolorosa lamentación contra lo irrecuperable. En el poema “Elegía”, las interrogaciones retóricas ahondan una especie de estado de desarraigo contra el orden de los elementos de la vida cotidiana “Ahora que no eres más que un largo silencio irredimible / un pedazo de tierra junto al mar (…) “Hombre que amara, ¿dónde duerme tu largo sueño? (…) ¿Quién te cerró los ojos de mar de junio / quién te llora hoy, / cuando yo me he quedado sin lágrimas” (AQQM, 28-29).

La angustia de la voz lírica es acezante y el verso que lo confirma es de una alta intensidad: “Esta jauría que has soltado en mi pecho / es el dolor”, por eso reclama su duelo: “si te dura una parte de mi angustia / por mirarte ser hombre, / no mi intacto sepulcro”. Es una especie de soliloquio del desamor expresa: “AMARTE, darme a mi dolor de ti (…) ahora que no me amas, / humildemente” (AQQM, 11), o bien, “Morir, perderme, destrozarme, huir / donde no estén tus ojos (…) donde tu nombre no se me vuelva angustia” (AQQM, 13).

La hablante lírica se refiere a otra corporalidad: “y no vigilo el odio de mis manos (...) / esclavas y mendigas, / de nuevo hacia tu rostro” (AQQM, 16). En el orbe lírico de Ninfa Santos hay una apuesta por la oscura luz: “No estoy llorando por él, / me estoy llorando yo misma”. El infortunio, el desamor de la práctica amatoria acentúa su espacio, se extiende con una ramificación de fibras y tejidos. Clama y ahonda su llanto desde ella para los otros. La extensión de su calvario sentimental no conoce fronteras, por el contrario, comprende otras dimensiones del ser íntimo.

La conjugación de elementos disímiles lleva a la hablante lírica a expresar una síntesis poblada de pesimismo, tal como una planta sin flor, como un nido sin raíces. Su desesperación campea en un ciego alarido, en un fiero llanto, en un grito sin voz, en un dolor sin canto “Tal es mi juventud y junto a ella, / detrás de esta miseria, tu fantasma” (AQQM, 18).

La mirada del recuerdo sobre el amado ausente se corporeiza con crueldad en su memoria “Te estoy viendo crecer recto, seguro, / si fin (…) Ya se afilan mis dedos en la angustia / de acariciar tu ausencia y poseerla. Toda mi llaga se retuerce y gime, / se destroza, aniquila y agiganta; / todo mi ser arrodillado ruega, / clama, implora, se humilla, se desangra” (AQQM, 19). Obsérvese la cantidad de verbos que apuntan hacia los símbolos de la autoagresión: afilan, retuerce, gime, destroza, aniquila, ruega, clama, implora, humilla, desangra. Según Roland Barthes, en esa dimensión: “exploro el cuerpo del otro como si quisiera ver lo que tiene dentro, como si la causa mecánica de mi deseo estuviera en el cuerpo adverso”.[13]

La ausencia de palabras por parte del amado es recurrente, un vacío estelar que opera como un vector de dominio fonocéntrico, por ello, la amada reclama lo no dicho. Con vehemencia, pide ser oída: “Si NADA más oyeras una palabra, una” (AQQM, 21) y esa palabra ofrece un campo semántico como un dolorido sentir desde adentro, que se llena de hondas significaciones: la más humilde, delicada, nunca dicha, escondida, guardada, íntima, sola, pequeña, menuda, tierna, brisa, lucero, leve, lo mío: “lo que no dijimos y era nuestro y nos pertenecía y nunca usamos” (AQQM, 21).

En otro apartado del poema, la hablante ya no quiere ser solo oída, sino escuchada. Su vehemencia es apabullante “Si me escucharas nada más un instante / y este dolor, este apegarme a ti, / este deseo, este deseo, esta sed de tu alma, / este aletear de nube junto a tu rostro frío, / algo nuestro aunque fuera nada más un sollozo”. De ese llamado urgente, sin respuesta, la hablante se conformaría con un sollozo “mi más largo sollozo (…) para hacerte bajar la mirada de piedra / y tomarme y destruirme” (AQQM, 23). Es decir, ante las súplicas de su oratorio, ante la rotundidad de la negativa, tanto de ser oída como escuchada, la hablante lírica increpa, con su sollozo, para que baje la mirada de piedra de su amado, la tome y la destruya. Es una especie de sistema recolectivo que apunta hacia los símbolos bisémicos de la devoración y la aniquilación, es decir, la autoagresión, producto del desencanto amoroso.

La separación de su estancia, en México, encuentra eco en su poesía y refleja su sentir de cara a un proceso de cambio contextual que ella prevé sin identidad, lleno de una gran despersonalización: “Ahora me iré a una ciudad lejana / de hombres extraños que hablan extraña lengua; hombres indiferentes cuyo dolor ignoraré / así como ellos ignorarán este largo sollozo / que camina, sonríe, se detiene, pasa” (p. 29). Sabe que en otros contextos geográficos habrá indiferencia, incomunicación. Para la crítica e investigadora francesa, Fabienne Bradu: “Ninfa adivinaba las imágenes de su futura soledad (…) Se sentía “íngrima y sola” (…) La soledad se fue transformando en una severa depresión”.[14]

En Amor quiere que muera, de la costarricense Ninfa Santos, su desgarramiento amatorio es intenso. Pregunta al tú lírico, pero inherentemente responde ¿quién te llora hoy, / cuando yo me he quedado sin lágrimas” (AQQM,. 29). Su dolorido sentir es un sortilegio “¿cómo me dueles / ahora / que se ha partido / mi sueño” (AQQM, 37). Existe una indagación entristecida y delicada, pero llena de duelos, reclamaciones, rotundidades, cuyo discurso poético tiene algunos acercamientos con los poemas de ruptura de Catulo. Su desgarramiento es personal, esencial y existencial.

En otro orden, el universo poético de la poetisa costarricense Ninfa Santos, quien adquirió la nacionalidad mexicana, le canta a la cotidianeidad: gotas, tardes, tristezas, vientos. Quiere ir a Anacostia, un lugar en el corazón de los sauces, en el silencio, en la voz del sueño y la verdad “Dicen que un río oscuro / te atraviesa / en el centro” (AQQM, 49). La construcción de ese espacio interior es una especie de reducto místico, de conciencia interior: un espacio en el secreto del silencio, aunque nadie la llame, es el de su corazón enfermo entre los sauces:“Mi corazón debe ir / por Anacostia, / primero / antes de que sea tarde y me lo arrebate / el viento” (AQQM, 45-46).

Concuerdo con Antidio Cabal, en el sentido que “Anacostia es el principio in situ, colocado, puesto, establecido, inaccidentable (…), la Ninfa Santos inllagable, la que nunca tendrá deudas exteriores, cuyos límites no pueden ser traspasados por el mundo y la carne como magmas de la meteorología de las pasiones del oro, plata y plomo” (Cabal, 2004: 18). Cada ser humano construye un alero de unidad, de esencia, desde donde es posible leernos para ser y sentir; para vivir y crecer, no importa las dimensiones difíciles que se tenga en las batallas cotidianas, de una vida como la suya.

Consideraciones finales

El sistema de significados poéticos, en AMOR QUIERE QUE MUERA, ofrece imágenes sensoriales que reinvindican el descubrimiento integral del cuerpo y, a partir de dicho eje, el proceso comunicativo de los elementos femeninos y masculinos muestran expresiones sensuales, así como la evocación de imágenes y símbolos de lo erótico y sexual, propios del deseo, producto de su cosmovisión amatoria sin equidad y de su experiencia integral de la sexualidad.

AMOR QUIERE QUE MUERA, de NINFA SANTOS (1916-1990) consta de 19 textos poéticos que signan un hallazgo en la palabra, a pesar de la dolorosa ubicuidad de su vida. En ella, los sauces incrustan el corazón en el reducto íntimo e irreductible de Anacostia, donde la amada, herida y golpeada, quiere liberar su corazón.

La aportación de la revista Hoja en Blanco”, hace un lustro, es de singular trascendencia para el conocimiento y reconocimiento de la obra de Ninfa Santos e, igualmente, marca un paso decisivo para la recuperación histórica contra el olvido, de uno de los nombres femeninos, hasta hoy, marginalmente incluido dentro del acervo literario costarricense.

El consejo editorial de “Hoja en blanco”, integrado por Irene Sancho, Marco Mendoza, Guadalupe Elizalde, Víctor Alvarado Dávila, Álvaro Mata Guillé, su editor y la colaboración especial Fabienne Bradu y Antidio Cabal, le dieron una gran solidez difusora a tan significativa edición homenaje.

Expresamos un profundo reconocimiento a la escritora francesa Fabienne Bradu (1954), por su libro Damas del corazón, donde le dedica 59 páginas al perfil biobibliográfico de Ninfa Santos e incluye 12 fotografías relacionadas con el entorno vital de la creadora en estudio.. La revista precitada incluye una síntesis de 20 páginas, con base en el retrato del libro, que alcanza dos ediciones, en 1994 y 1996.

En la Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional de Costa Rica, hemos incorporado la obra de Ninfa Santos dentro de los contenidos programáticos del curso Escritoras centroamericanas del siglo XX, en el área de Estudios Generales.

En marzo del 2009, el investigador mexicano, Francisco Pérez Torres, me solicitó una copia del libro de Ninfa Santos, para incluirla en una tesis doctoral, como escritora mexicana, con obra editada entre 1920-1970.

Ninfa Santos falleció el 26 de julio de 1990. A 19 años de su desaparición física, la seguimos recordando, su poesía continúa iluminándonos.

¡Carpe diem!

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BIBLIOGRAFÍA

Baeza Flores, Alberto. Evolución de la poesía costarricense (1574-1977). San José: Editorial Costa Rica, 1978.

Barthes, Roland. Fragmentos de un discurso amoroso. México: Siglo XXI, 1989.

Bradu, Fabienne. Ninfa Santos en: Damas de corazón. México: Fondo de Cultura Económica, 1996.

Chase, Alfonso. El amor en la poesía costarricense. San José: Editorial Costa Rica, 2003.

Duverrán, Carlos Rafael. Poesía contemporánea de Costa Rica. San José: Editorial Costa Rica, 1973.

Fajardo, Miguel. Ninfa Santos: entre la ubicuidad y la poesía. Disponible en:
franciscocenamor.blogspot.com/2008/07/ninfa-santos-entre-la-ubicuidad-y-la.html-218 y una síntesis puede leerse en http://www.nacionmulticultural.unam.mx/Mexicanos

Fajardo, Miguel. Ninfa Santos: entre la ubicuidad y la poesía. Anexión, Guanacaste, Costa Rica: mayo-junio 2005.

García Monge, Joaquín. Repertorio Americano (Vol. 48, número 4, marzo 1953: 57).

“Hoja en blanco”. San José, Costa Rica: Aire en el Agua. Año II-Número 2, agosto del 2004.

Monterroso, Augusto. Pájaros de Hispanoamérica. México, Alfaguara, 2002.

Santos, Ninfa. Amor quiere que muera. México: Alejandro Finisterre Editor, 1985.


Lic. Miguel Fajardo Corea
miguelfajardokorea@hotmail.com
Profesor Sede Regional Chorotega, Universidad Nacional, (2004-2009)
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández, Costa Rica, 2008
Premio Nacional Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica, 2001
______________________

[1] Su único libro “Amor quiere que muera” se publicó en México en 1949, con una tirada de 500 ejemplares, patrocinados por la revista “América”. Dicho poemario se reeditó en México en 1985.
[2] “Hoja en blanco”. San José, Costa Rica: Aire en el Agua. Año II-Número 2, agosto del 2004: 8-47.
[3] Santos, Ninfa. Amor quiere que muera. México: Alejandro Finisterre Editor, 1985. En adelante, utilizaremos esta edición para ejemplificar textos, con la siglas “AQQM” y su respectiva página.
[4] Cfr. Cabal, Antonio. “El exilio y Ninfa Santos” en: Hoja en blanco. Agosto del 2004, páginas 8-18. Antidio Cabal es un académico y poeta español, quien ha radicado largas temporadas en Costa Rica, donde ha desarrollado una extraordinaria labor educativa, editorial, de creación, investigación y difusión.
[5] Duverrán, Carlos Rafael. Poesía contemporánea de Costa Rica. San José: Editorial Costa Rica, 1973: 135-137.
[6] Chase, Alfonso. El amor en la poesía costarricense. San José: Editorial Costa Rica, 2003: 171-174.
[7] Cfr: Bradu, Fabienne. “Ninfa Santos: reseña” en: Hoja en blanco. Agosto del 2004, páginas 19-42.
[8] Monterroso, Augusto. Pájaros de Hispanoamérica. México: Alfaguara, 2002. En dicho libro expresa lo siguiente de Ninfa Santos: “Lo extraordinario y lo insólito es así, así de sencillo”.

[9] García Monge, Joaquín. Repertorio Americano (Vol. 48, número 4, marzo de 1953, página 57).
[10] Baste recordar, a modo de ejemplo, que nuestra chilena del mundo, Gabriela Mistral, publicó 152 colaboraciones, en “Repertorio Americano”, entre artículos, poemas y ensayos, durante 32 años (1919-1951). García Monge publicó su primer número de “Repertorio Americano” hace 90 años.
[11] Cfr: Baeza Flores, Alberto. Evolución de la poesía costarricense (1574-1977). San José: Editorial Costa Rica, 1978: 177-179.
[12] Véase mi artículo. Fajardo, Miguel. Ninfa Santos: entre la ubicuidad y la poesía. Anexión: mayo-junio 2005: p. 16.
Disponible en: franciscocenamor.blogspot.com/2008/07/ninfa-santos-entre-la-ubicuidad-y-la.html-218 k
[13] Barthes, Roland. Fragmentos de un discurso amoroso. México: Siglo XXI, 1989: 80.
[14] Bradu, Fabienne. Ninfa Santos en: Damas de corazón. México: Fondo de Cultura Económica, 1996: 209-210.

sábado, 18 de julio de 2009

Caminos diversos para la educación del mundo-Miguel Fajardo Korea

Afiche



Caminos diversos para la educación del mundo
Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA
miguelfajardokorea@hotmail.com
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández, 2008



El Comité organizador del Seminario está integrado por el decano, M.Sc. Orlando de la O; los directores académicos: M.Sc. Víctor Julio Baltodano y M.Sc. Ana Lorena Camacho. Los académicos: M.Sc. Jenniee Vargas Cárdenas, Coordinadora General; M.Sc. Doriam Chavarría López, Ing. Edgar Vega, Licda. Sara Gómez Tobón y el Lic. Miguel Fajardo Korea, quien coordina la Comisión Académica.
Mayor información en: http://www.chorotega.una.ac.cr



PRESENTACIÓN


Es claro el papel protagónico de la educación superior, y la exigencia de asumirlo con eficacia y prontitud; la dificultad radica en establecer las estrategias que ayuden a crear vínculos entre todos los que tomamos parte en la tarea mayúscula de educar, de manera que los esfuerzos se unifiquen, las experiencias se socialicen y los conocimientos se validen, para así dar el viraje que garantice que las generaciones actuales y futuras encuentren en la educación las herramientas para alcanzar la calidad de vida, el equilibrio con el entorno y la sabiduría necesaria para vivir en armonía con quienes les rodean. Este es el llamado, cada vez más vehemente, para que en nuestro accionar, las instituciones de educación superior asumamos nuestro compromiso como agentes del cambio necesario, cumpliendo con el principio de la responsabilidad social.

Asumiendo nuestra responsabilidad, y buscando de manera inicial un mediador eficaz para propiciar un trabajo colaborativo, interdisciplinario y holístico, como punto de partida para el análisis de la situación actual de la educación y la propuesta de acciones para el futuro, es que planteamos la realización de este Seminario, cuya amplia apertura demuestra solamente que partimos de la certeza de que la educación de calidad es el bien más preciado de cualquier sociedad y que ésta no se lleva a cabo de manera exclusiva en las aulas del sistema educativo, sino que su contexto se amplía a todas las esferas de la vida humana, a todos los saberes, las interacciones y hechos que definen el rumbo de nuestra humanidad

MARCO CONCEPTUAL

Una educación que, a pesar de los planteamientos teóricos vanguardistas, sigue anquilosada, con apego a modelos tradicionalistas y a caminos recorridos, cuya eficacia ha sido puesta en duda, pero los cuales ofrecen la facilidad de lo conocido, lo poco exigente, lo probado.

Una educación que no responde al contexto, a las necesidades de aquellos a quienes se dirige, a los fenómenos sociales que caracterizan al mundo actual y, mucho menos, a la individualidad del ser humano, su historia y su entorno.

Una educación que ha perdido su rumbo, su protagonismo, su coherencia y, con ello, la oportunidad de acompañar al ser humano a empoderarse, para responder de manera eficiente a los desafíos que le impone el mundo.

Una educación que cada vez se aleja más de la alegría, la creatividad, la lúdica, el afecto, la incondicionalidad, el compromiso y el respeto hacia el otro y hacia sí mismo. Una educación en condición de emergencia, a punto de desfallecer, arrinconada en el temor de su ineficacia y desorientada en su hacer y ser.

El camino…

La educación es un camino que se recorre mediante la interacción del individuo con el entorno, donde las percepciones, las experiencias o las interacciones van aportando estímulos a su estructura conceptual, guiando su proceso de construcción de aprendizajes.

En este sentido, los educadores y el sistema formal de educación son una de las tantas variables que influyen en la modificación, enriquecimiento y complejidad de los esquemas de pensamiento de cada ser humano; marcan su vida y, por ende, impactan el presente y el futuro del colectivo en el cual se significa y contextualiza, por lo tanto, es protagonista del rumbo que toma la humanidad y hace tangible, con su proceder, cada uno de los pasos que dan origen y explican su devenir.

Sin embargo, no podemos desconocer que, debido al carácter oficial de la educación, a su coyuntura de obligatoriedad, en la mayoría de las sociedades, y a la amplitud de su estructura, se le considera como el instrumento más poderoso y uno de los factores esenciales para cambiar el mundo, transformándolo, o bien, llevándolo a transitar por la vereda del caos hacia el equilibrio; de la oscuridad a la claridad; de la duda a la certeza; de la pesadumbre a la esperanza. Sin duda, una responsabilidad difícil de asumir.

Como bien lo planteábamos, el camino no es único y mucho menos, uniforme. Esos entornos (físicos, sociales y culturales) y las experiencias que llenan la vida del individuo, desde su nacimiento y, a lo largo de toda su vida, dejan huellas que marcan y definen su pensamiento, su postura frente al mundo y la vida, así como su manera de enfrentar la realidad. Es, precisamente, dicha diversidad, la que define cada uno de los caminos por elegir para educar. La clave es conocer y reconocer la complejidad de cada ser humano y su contexto, para entender la obligatoriedad de proveer múltiples caminos, en aras de facilitar la construcción significativa, lógica y funcional de conocimientos, habilidades y competencias, que lleven a la autonomía personal, la autorrealización y la capacidad de auto-dirigirse por los senderos que generen mayor bienestar, en armonía y respeto consigo mismo, con los demás y el ambiente.

Caminos en respuesta a la diversidad

El concepto de diversidad en el cual se contextualiza la educación actual, responde a conclusiones derivadas de procesos de análisis mundial, que dirigen la vista hacia la igualdad de oportunidades para todos, sin negar lo que nos hace ricamente diferentes y requerir diferentes tipos de experiencias, para ser capaces de responder a las demandas del entorno y de nuestro propio ser. Estas diferencias deben convertirse en el estímulo para la creatividad, en la oportunidad para el crecimiento, y la razón para la apertura, la bienvenida cálida y respetuosa, todas expresiones de lo que, desde los actuales paradigmas, se denomina inclusión.

La globalización nos coloca frente a la diversidad, en un mundo que tiende hacia la unificación o, al menos, a la restricción de las razones que dan origen a actitudes de segregación, discriminación y desigualdad. Por ello, la educación es una respuesta que el ser humano encuentra, cuando se hace cargo de crear la situación óptima para que el sujeto construya las competencias que le llevarán a los mayores niveles de bienestar. Dicha noción, estrechamente relacionada con el contexto, se dirige hacia los convenios a los que cada sociedad ha llegado, con el fin de mantener el equilibrio, la paz, todo ello, respaldado por los movimientos sociales, culturales, económicos, filosóficos y políticos, que dan color a cada una de las realidades humanas.
¿Caminos óptimos?

Tanto a lo largo como ancho del mundo y como respuesta a múltiples realidades, se han generado diferentes experiencias, algunas de ellas, validadas científicamente, publicadas y socializadas y otras que, aunque no han tenido aún la oportunidad de participar en espacios académicos e investigativos, han logrado impactar positivamente la vida de seres humanos reales, han dinamizado la vida de las comunidades y han mostrado una luz de esperanza en el panorama de fracaso con el que cada vez se relaciona más a la educación. Son éstos los caminos que queremos observar en este Seminario, y partir de estas experiencias en la construcción de una nueva propuesta de educación, tanto para nuestra región como para la diversidad que hace parte del mundo.

OBJETIVO GENERAL

Generar espacios de reflexión para compartir experiencias, hallazgos y conocimientos sistematizados en diferentes contextos, culturas y situaciones sociales, en torno a la educación.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
· Visualizar percepciones, experiencias e interacciones de aprendizaje que aportan significatividad a la educación.
· Proponer estrategias, caminos e ideas que mejoren la educación, la actualicen y contribuyan a su eficacia e impacto.
· Ser protagonista del rumbo que debe tomar la humanidad en la construcción de una nueva forma de educar.

Presentación de ponencias

El proceso de selección se basará en la calidad y pertinencia educativa de dichas ponencias, además de su carácter de inéditas y se desarrollará en tres etapas, a saber:
1. Resumen de las ponencias
Se aceptará una ponencia por participante. Las modalidades de ponencias pueden ser: experiencias de aula, propuestas de investigación, experiencias de extensión, innovaciones educativas o constructos conceptuales.

El resumen debe tener una extensión mínima de 300 palabras y máxima de 350 palabras, en tamaño carta, espacio sencillo, procesador de texto compatible con Word 2003 ó 2007, letra arial, tamaño 12, márgenes inferior, superior y derecho de 2,5 e izquierdo de 4. La síntesis debe contener: título de la ponencia, autor o autores (máximo 3), descriptores claves (cuatro palabras), introducción, desarrollo y conclusiones. En el caso de trabajos de investigación, extensión y experiencias de innovación, debe incluirse los resultados relevantes obtenidos. Todos los trabajos deben cumplir con el estilo editorial APA 2007.

Dichos resúmenes deben ser enviados a la Comisión Académica del Seminario, desde el 22 de julio hasta el 20 de agosto del 2009, como archivo adjunto a la siguiente dirección electrónica: seminarioeducacion@chorotega.una.ac.crEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

II. Aceptación de la ponencia

El 31 de setiembre se enviará los comunicados de las ponencias aceptadas.
La Comisión Académica estará presidida por el Lic. Miguel Fajardo Korea, e integrada por los académicos: M.Sc. Doriam Chavarría López, M.Sc. Carmen Peña Leiva, M.Sc. Aleida Rosales Acosta. Licda y Sara Gómez Tobón.

Será requisito indispensable para la aceptación de la ponencia, el compromiso de cada autor de presentarla personalmente durante el Seminario, según la calendarización que establezca la Comisión Académica. En el caso de ponencias con varios autores, se aceptará un máximo de dos expositores.

III. Ponencia completa

Luego de informada la aceptación, el ponente deberá enviar a la Comisión Académica del Seminario la ponencia completa, la que no debe exceder de 12 páginas, incluidos gráficos, tablas, mapas, figuras, fotografías y bibliografía, así como anexos cuando sea indispensable, según las especificaciones dadas. Cada participante dispondrá de 20 minutos para su disertación y 10 minutos para responder preguntas.

El envío de las ponencias completas tendrá como fecha límite de recepción, el 30 de octubre del 2009.

Las ponencias que no sean recibidas en la fecha indicada, no figurarán en el CD del Seminario. Deben ser enviadas a la siguiente dirección electrónica:

seminarioeducacion@chorotega.una.ac.crEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

Inscripción para el Seminario

La fecha de inscripción es desde el 1º de setiembre hasta el 30 de noviembre, con un costo de ¢15 000 colones. Después de esta fecha, la inscripción será de ¢20 000 colones. Depósito en el Banco Nacional de Costa Rica a la cuenta corriente: FUNDAUNA 100 – 01-004-010272-9 (detallar en el depósito el siguiente motivo): “Seminario Educación 056011” Requisito indispensable enviar copia del recibo de su pago de inscripción al fax: número: 2686 6262. El cupo es limitado.

Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA
miguelfajardokorea@hotmail.com




jueves, 16 de julio de 2009

Días y revelaciones vitales en la novelística de Manuel Marín-Miguel Fajardo Korea

Poeta Miguel Fajardo Korea, Costa Rica



Días y revelaciones vitales en
la novelística de Manuel Marín
Lic. Miguel Fajardo KoreaPremio Nacional de Educación de Costa Rica, 2008miguelfajardokorea@hotmail.com






La producción narrativa del costarricense Manuel Marín Oconitrillo (Guanacaste, 1970) continúa creciendo. Inicia con su cuentario “Cerrando el círculo”, 1993; “Fábula de los oráculos”, 1997; “Confabulaciones”, 2007; “De bestiis”, 2007 y, ahora, suma su segunda novela “El día de la tercera revelación”, 2009. Casi todas sus obras han sido editadas en Europa por la afamada editorial Lulu.com

Manuel Marín Oconitrillo es un notable narrador costarricense. Nació en Cañas, Guanacaste, Costa Rica. Estudió música, con énfasis en canto en la Universidad Nacional y en Universidad de Costa Rica. Posee un respetable trabajo de alta proyección internacional. Reside en Alemania desde el 2000, donde es miembro de la Ópera de Colonia. Su repertorio incluye conciertos y oratorios. Desde ese contexto, ha dado a conocer valores de la música y la poesía iberoamericanas, tanto en discos y recitales, como en programas de radio y televisión.

“El círculo imposible” (Lulu.com: 2008) es un libro de ensayo que contiene un acercamiento a la narrativa de Manuel Marín, bajo la autoría de Julieta Dobles, Herbert Espinoza, Mauricio Vargas y Miguel Fajardo.

“El día de la tercera revelación” (2009: 209 páginas), cuyo título es de una gran riqueza semiótica, desde otras instancias discursivas, tanto místicas como religiosas, es una novela editada en Inglaterra y está compuesta de 10 capítulos. Su título es absolutamente nominal y está pleno de simbolizaciones. Dicho incipit es un condensador de sentido, donde se van redescubriendo las intrigas y los apasionamientos interiores de los personajes en relieve.

Esta novela maneja dos planos narrativos: por una parte, la muerte de la abuela y, por otra, las travesías polifónicas del narrador. Las categorías omniscientes y protagonistas son los hilos conductores del discurso novelístico.

En mi criterio, otro de los aportes de esta novela, es que posibilita una lectura de cuadros o escenas, focalizados con diversidad de contextos y nudos de expresión, lo cual le confiere otra faceta discursiva, ya que diversifica su corpus, con temas centrados en la corporalidad, la máscara, la nostalgia, la ceniza, la soledad, el machismo, la casa, la burocracia, los amantes, los incendios, la duda, Dios, el sexo, los burdeles, las meretrices, el amor, el tiempo, el diablo, las recetas, los mitos, las leyendas, la ceniza o los disvalores, entre otros.

La obra establece una inespecificidad en los acontecimientos. Es decir, la novela gira desde el acá de un espacio geográfico nostálgico, primigenio, que se desea recuperar como es la Villa a la orilla de las cañas del río, que debe leerse como CAÑAS, por ello, en esta novela, Cañas se universaliza como geografía novelística. En este espacio, se encuentran los orígenes del narrador. Es una topología del regreso.

Paralelamente, existe un allá ubicuo, cuyas diversas menciones incluyen espacios como Nicoya, Puntarenas, China, Barcelona, Alemania, Rusia o Francia, entre otros. Esa inespecificidad le confiere un continuo movimiento y cambios espaciales y actanciales a los tonos discursivos abordados. Por lo tanto, la ubicuidad geo-espacial es otro de los presupuestos estéticos que incorpora el novelista guanacasteco.

La muerte de la abuela Claudia es el plano narrativo central. De hecho, Antonio se convierte en su confidente y es la voz que le da expresividad y relata, desde sus propias incertidumbres y temores, la intensa historia de la abuela. Es él quien conoce las tres revelaciones de la abuela. El lector deberá descubrirlas cuando lea el libro.

El recordar selectivo y la incorporación de los sueños son dos de las técnicas sobre la cual se vehiculiza el discurso en esta segunda novela de Manuel Marín. Las idas y regresos del narrador han ido atesorando facetas vitales desde la villa situada a la orilla de las cañas del río.

Por tal razón, la novela es circular desde la óptica del recordar selectivo, pues inicia y concluye con el mismo acontecimiento: la muerte de la abuela, después de una vida longeva. Mediante el recordar selectivo, Antonio teje su discurso sobre la traza vital de la abuela Claudia: “No pude sentir su peso, infinitamente más liviano al de pocas horas atrás, como si lo que tuviera ahora entre mis brazos fuera solo su recuerdo” (p. 209). En ese sentido, es importante esta novela de Manuel Marín, por cuanto la vida de la abuela Claudia se construye o reconstruye como un texto familiar, en una época histórica cuando se manejaban otros presupuestos éticos.

Dedica especial reconocimiento a la llegada de la cultura china y, de hecho, la historia de Mei Li es uno de sus puntos decisivos de la presencia china dentro de la cultura, tanto guanacasteca como costarricense.

Por otra parte, la novela aborda la existencia de prácticas patriarcales y es a los lectores a quienes les corresponde confrontar dicho discurso con la realidad cotidiana. Se habla sobre DIOS y se incorpora diversos intertextos bíblicos e interdiscursos religiosos. En un momento, al final de la novela se afirma “no puedes amar a tu Dios, si no te amas a ti mismo”.

Como contraparte, la mujer del diablo ocupa un cuadro discursivo con un planteamiento erótico y sexual, que puede leerse desde la página 109 hasta la 111.

En este “dossier” o archivo, que es la novela de Manuel, se aborda el tema de las dudas existenciales: “Si el universo es infinito, ¿cómo es que sí tuvo principio, y si tuvo principio, cómo es que no tiene final, por ser infinito, como la eternidad” (p. 63).

Se tematiza, además, sobre el laberinto de los trámites burocráticos que alguna vez nos ha correspondido enfrentar en alguna institución gubernamental, donde, a veces, los desplantes de indiferencia en la tramitología están a la orden del día, cuando nos piden sellos, firmas, un visto bueno, etc.

El nudo de expresión de los amantes, como una voz en la memoria, ocupa un gran espacio en esta obra de Marín. De hecho, la primera revelación de la abuela se centra en ese tópico. Como la obra es un viaje a la recuperación de los recuerdos, dicho tema se contextualiza en otra época diferente de la actual; por ello, las connotaciones semánticas de dicho término son fuertes.

En otro orden, el sexo, como objeto, centraliza numerosas disquisiciones discursivas. La carnalidad, la eroticidad, la corporalidad y el sexismo son vectores en la relación de semiosis de dichos conceptos. Su abordaje es un tono reflexivo para que se adquiera concienciación de lo negativo que es focalizar una relación amorosa, únicamente en el plano sexo-objeto, toda vez que, en la plena condición humana, debemos ser sujetos y no objetos de placer.

Es importante mencionar la relación dicotómica casa/cuerpo dentro de la simbólica cultural: “Todo allí la recordaba, la habitación se había vuelto parte de ella haciéndome sentir en su vientre, una parte de la casa que tenía vida propia y se regía por sus propios caprichos” (p. 152). Aquí sucede una simbiosis, en la que el texto se visualiza y, por otra parte, la imagen se textualiza.

Los personajes de esta novela experimentan una gran soledad “como humanos hacemos solo aproximaciones” (p. 111). Asimismo, se insertan referencias sobres mitos y leyendas (pp.56-57); la receta del cocodrilo a la creole (p. 61); pasajes de los rosarios (p.206-207). Lingüísticamente interesantes los ocho términos que incorpora del náhual, a saber: papalotl, papalote; cihuatlaixnamic, amante; ilamatli, mujer adulta; namictli, esposo; oquichhuac, mujer casada; mixiquic, mujer embarazada; quetzalcihuiatl, mujer hermosa.

En síntesis, EL DÍA DE LA TERCERA REVALACIÓN, segunda novela del escritor costarricense Manuel Marín (1970) es un texto que establece un notable aporte a la narrativa centroamericana, por ello, merece la atención de los lectores de cualquier parte, interesados en encontrarse con otros abordajes del discurso narrativo en esta época de glocalización, en el buen decir de Néstor García Canclini.

Manuel Marín entiende que se puede construir la guanacastequidad como una toma de conciencia estética de sus orígenes, del núcleo estelar de la sociedad: la familia, y lo establece a partir de un espacio geográfico que lo reinspira, la Villa a la orilla de las cañas del río, en la memoria histórica del Guanacaste Eterno.

Lic. Miguel Fajardo Korea
Costa Rica, invierno 2009

sábado, 4 de julio de 2009

SAN SALVADOR-EDGAR IVÁN HERNÁNDEZ

Edgar Iván Hernández, El Salvador




“La bella San Salvador
Triste pero no abatida
Va tomando la medida
de morir de buen humor”
De: Cascarones y Fiebre Amarilla.
Francisco Gavidia. (1863-1955)



“Nací en San Salvador, la recorrería con los ojos vendados sin necesidad de aprender ciencias ocultas, de día y de noche, sus autopistas, sus depósitos de lodo, sin tropezar jamás, sin caer en el próximo agujero.”
Fragmento De: Pobrecito poeta que era yo.
Roque Dalton. Educa. 1976.




San Salvador

San Salvador
caen tus cadáveres como la lluvia
en el fango de la canción
ladran tus noches
cuando luciérnagas fugaces
beben el cielo de tus ojos

No te cansas de mirar la angustia
Ayer tuviste látigos llantos

Hoy
más látigos
más llantos

Aprendiste a vivir de prisa
Inventaste el suicidio de las mariposas

Construiste árboles sin raíces
y también aprendiste a amar
en cada segundo
como en los últimos de tu historia

San Salvador
Alas blancas se levantan de tus sepulturas
vientos de una quimera
que extravió su horizonte

Ceiba que te poblaste de pájaros
Hoy se quiebran tus ramas
Donde cicatrizan tus heridas vuelves a sangrar

San salvador
San Salvador

Cueva de brujos y usurpadores de brujos
Te alimentaste con engaños
y en tu dolor
envenenaste las raíces del misterio

San Salvador
Vieja sepulturera
Furiosa partera de leyenda olvidada

Déjame decir tus consuelos
déjame tus dioses
déjame eternizar las esperanza que carbonizaste
déjame levantar tus muros y tu palabra.
___________________
EDGAR IVAN HERNANDEZ, nació el 2 de octubre de 1965, en Cojutepeque. Ha sido miembro de los Talleres Literarios: XIBALBA, PATRIAEXACTA y Taller de Letras Gavidia. Es colaborador de Periódicos y revistas culturales. Ganador de los siguientes reconocimientos Literarios:
- IX Juegos Florales Salvadoreños, 1986. Zacatecoluca. Primer lugar en la rama de cuento y Segundo en la rama de Poesía.
- Certamen Literario Alfonso Hernández 1990. Primer Lugar compartido, rama de Poesía.
- Juegos Florales Santanecos 1995. Primer Lugar compartido, rama de Poesía.- II Juegos Florales de Soyapango 2002. Primer Lugar en rama de Poesía. PUBLICACIONES COLECTIVAS: Cuando el silencio golpea las campanas Astac, 1991. Ganadores del Certamen ALFONSO HERNANDEZ 1990 POESIA REFORMA 1991. Iglesia Luterana 1992 Ganadores del Certamen Literario Reforma 91. POESIA JOVEN SALVADOREÑA DECADA DE LOS 80. Piedras en el Huracán, 1993, compilada por JAVIER ALAS. Santa Ana, 1995. Colección Juegos Florales. Concultura 1995. POESIA A MANO, ANTOLOGIA DE 40 POETAS SALVADOREÑOS, 1997. Selección de JOAQUIN MEZA ANTOLOGIA DE UNA DECADA, ZACATECOLUCA 1985-1995. Colección Juegos Florales. Concultura. Leer más en Arte Poética-Rostros y Versos.


viernes, 5 de junio de 2009

Versos socialmente prohibidos-Brenda Gallegos

Brenda Gallegos, El Salvador





VERSOS SOCIALMENTE PROHIBIDOS





I
Me gusta tu estirpe desafiante
Con talla alta
Y ese alarde extenuante
Tu compleja mirada
Esquiva
Sórdida
Indiferente
Cuando apareces desapercibido
Me doy cuenta que tu esfera
Constituye un objetivo no negociable.
II
Pienso tocarte tu manía de atrevido
Enseñarte a provocar con imaginación
Con profundidad del desacuerdo
Bailando con café y azúcar
Ignorando a la dependiente de la mañana
Fija tus dedos en mis mejillas
Ahuyenta el miedo que me cobija
Regálame cada aroma que desprendes
Hasta cuando al final digas: “adiós”
Sigámosle poniendo piezas a este rompecabezas
Termina el proyecto que aún no comienzas
Pero bajo el pudor que me queda
Debes saber que hago el amor en tu presencia

III
Me entregaste mí poesía
Perfumaste mi impertinencia
Con tus proteínas
Me embrujaste enseguida
Con tu insistencia
Me sentí tan triste
Con tu desconfianza de cuatro paredes
Aceleraste el paso
Al filo de mí presencia
En verdad te recuerdo
Por tus palabras pequeñas





IV
Si tú supieras
Cuanto absorbo la nostalgia
De risas, abrazos y besos
Si tú supieras
Como extraño tu aroma
Tu gracia y movimientos perversos
Si tú supieras
Del derrame de lágrimas
De liberarte, de encadenarte
Con la fortaleza que me enseñaste
Si lo supieras
Me bastara…


V
He cubierto mis carnes con tu aroma
Me azoto a diario el alma con lo cotidiano
Abusan de mi cuerpo
Más no de mi espíritu
Me enajeno de este mundo
Deseosa al menos
De sentirte
De tocarte
De explorarte
De imaginarte
De volverme pequeña a tu costado
Pasar desapercibido los 365 del año
Estirar los 60 segundos a tu lado
Sin importar las reglas efímeras
Haciendo nudo ciego con mis ansias
Anímate ven a mi encuentro



VI


Tu él prohibido
Yo la atrevida
Tu él más experimentado
Yo la inmadura
Tu el lineal
Yo la curva
Tu el molesto
Yo la indiferente
Tu el profesor
Yo la alumna
Tu el sensible
Yo la dama de hierro
Tu el serio
Yo la sonriente
Tu la poesía
Yo la poeta
Tu él hombre
Yo la mujer
Tu el provocado
Yo la provocadora
La pre juiciosa, la acelerada, la deseosa, la arrepentida, la desconfianza, la hereje, la mala…la única que está viva




VII
Estoy ausente en mi distancia
En la eterna lumbre que no acaba
Y dejaré de brillar energía etérea
Con palabras determinantes
Que obligan las circunstancias
Converso con tu ausencia
Revolotean mis entrañas
Se estremecen mis deseos y humores rebeldes
Ocupo un lugar en tu circunstancia

VIII
Y tengo la esperanza de volver a encontrar
Tu frígida flaqueza enmarañando dudas
Hombre divino en todas tus esferas
Me estremeces, llegando al punto de liberarte
Para que te quedes donde quieras
Te fijas en mi vida
Como el fruto prohibido
Como un reto
Como una alegría
Con dolor del desacuerdo
Con duda de doble moral
…entierro…
Tu cálida fragancia en mis senos
Cada gota derramada en mi gracia
Tú pobre retórica en mis zonas más erógenas
Cada heroica hormona juntito a la mía
La ironía que te fastidia día a día
Tus palabras en el morbo de mi boca
La lejanía en el aula más cercana
…libero…
Tu angustia tormentosa del deber
La norma de la vida cotidiana
El reconcilio del Dios padre
…devuélveme…
Lo única, maravillosa e intensa que alguna vez experimenté!!!!





IX
Con tu e-mail tengo para el domingo
Con furia dosificada
Que sin querer o desearlo
Al rato me contengo
Y como si fuera poco
Menoscabo los celos
Incrementando más los instintos
Para que al final asfixie este sofoco
Y es que tu ausencia me desespera
Y oculto sigilosamente este alboroto
Te añoro tanto
Extraño tu presencia
Quiero percibirte
Enlentecer tu esfuerzo
aparécete…acércate
porque ya acaba el domingo


X
Eres ese buen y costoso postre
Que deleita y no empalaga
Se saborea con tu compañía
Con problemas y café amargo
O si se quiere con agua para diluir las penas
Eres ese buen postre
Que no hará perder la línea
Mucho menos ganar calorías

XI
Nunca me has preguntado:
Por qué te gusto?
Por tu seguridad
Por tu experiencia
Por esos ojos
Por tus decisiones a medias
Por tu carisma de padre
Por ser maestro
Por despertarme el eros
Por ser amigo
Por tu compañía tranquila
Por la costumbre amena
Por la serenidad que expresas
Por tu búsqueda insaciable
Por estar ausente
Por reflejarme apoyo
Por equivocarte
Por arrepentirte continuamente
Por jugar este juego
Por ser como eres!!!

XII
Si me pidieras uno de los 7 pecados capitales
Insistiría en fornicar
Lo traduciría en hacerte el amor
Y que en un instante me pidieras más
Que me encarnaras tus uñas al son del compás
Que no lo pensaras
Que me exigieras más
Con convicción serena pagaría mi culpa
Pero en la horca
Gritaría libertad

XIII
Eres como esa fruta jugosa
La saboreo
La digiero
Y sacia mi necesidad
Muerdo hasta sus semillas
Absorbo el néctar
Y toda su bondad
Con sabor agridulce
La rozo entre mis labios
Llegando al punto de …..de terminar

XIV
Estoy entretejiendo el final de mi existencia
Porque no llegas por llegar
Sete acabó el tiempo al despertar
Si no llegas igual me da
Entre sueños desmedidos de espera
Se desvaneció en oscurana
En un túnel que no tiene fin
Pero pude volar, me hiciste volar
Y sin ataduras me dejaste escapar
Comencé mi vida coloquial
Sin el matiz de tu gracia
Tú elocuencia se perdió por azar
De igual manera lo quisiste
Pero no te hare de rogar
Al final, al final , el amor es tan libre
Que te tuve
Te bese
Te pensé
Te toque
Te olí
Te saboree
Te di mi aroma de mujer


V
Me siento feliz por tener la fuerza de dejarte
De ahora en adelante a pesar de lo que me digan
No les voy a creer
Porque tu me enseñaste a escuchar por segunda vez tríos
Me dijiste mis errores
Volvió a trabajar la química en mi cuerpo
Pusiste atención a mis inmadureces
Me recomendaste no beber o decir palabras groseras
En fin… me enseñaste a ser una dama

XVI
Eres toda inspiración permanente que revuelve esta creación
Cuándo estarás presente????
Para apreciar tu tímido porte y alborotarlo enseguida
Volver a la disculpa
Frecuentar la larga espera hasta cruzar la línea
Hombre amoroso, sentimental
Estruja mi ser fatigado por la soledad
Ayúdame a pensar que guardo un sorbo de libertad
Eres prohibido
Pero con la rebeldía de mujer la he de afrontar
Con incierta insistencia he de esperar
Tras la distancia perpetua el tiempo será nuestro aliado
Espérame en el andén de tu ser y hasta acompañar de la esperanza

XVII
Te comparto mi música para que te recrees
Con el contacto efímero de nuestras ansias
En cada sonido
En cada pausa
Escribes una sensación impredecible
En un tiempo sin tiempo
Qué cuando al menos vivirá!!!

XVIII
Ahí estas guardadito desde el punto donde iniciamos
Sólo fue un capricho hermoso y liberado
Al poner en alto el no se debe
Dando triunfo al sí lo quiero
Fue una forma de burlarnos de esta burda organización de reglas mal jerarquizadas
Pues para que hay albedrío, sino para escoger, experimentar y concluir!!!


XIX
Que te parece hacernos acompañar de la lejanía
A qué estarás jugando en ésta inexorable vida?
Nos queda por practicar el conformismo, cosa que no acepto con mucho agrado
Pero más fiel como lo he sido en este momento
Ninguno….
Por mis convicciones
A pesar del hostigamiento social
Y traigo a cuenta
Qué sólo tengo esta vida
Este cachito de circunstancias para hacerlo
No por soledad, despecho o comprobación
Lo hago por un capricho que ciertamente vale más que el amor
Ves como esta poeta juega con tus palabras
Tú eres inspiración, sublimación, estimulación y reacción
En fin, el maravilloso poema de esta causa!!!

XX
Quiero amarte
En silencio
Y con apresto
Tenerte sin ataduras
Saborear todas tus dudas
Amarte sin medida
Sin reglas establecidas
Alcanzar las caricias pequeñas
En nocturna oler tu esperma
Amarte y encadenarme derecha
Amarte y soltarte en seguida
Amarte y agarrarte tus muñecas
Tu cintura, tus nalgas
Tu lengua que me estremezca
Amarte en suburbios prohibidos
Meter mis garras en tu cabello, pantalón
Y en tus costados perversos
Hacer lo que hacemos
Sin prefijos Sex, amo, espir, riesg…
Sólo con el sufijo


XXI
Hombre eres mi locura
Mi entusiasmo
Mi sueño silenciado
Atrapado en esta lejanía

Hombre eres bello
Con música de guacalchillas
Sos un rayito entre neblinas

Hombre, eres el oxígeno que me faltaba
Me basta con tu aroma de 15 minutos
Y el contacto efímero de tus labios ricos
Tus toques eléctricos en pugna con mis ataques dialécticos

Me gustas más sin más….

martes, 2 de junio de 2009

Poemas de Lia Karavia

Lia Karavia, Grecia








Te amo
Te amo porque eres fuerte.
Podrías sostener en tu puño
un jacinto
sin provocarle dolor alguno.
Te amo porque eres ético como el animal.
Seguro como la naturaleza.
Fecundo como la lluvia.
Humilde como los ríos
que desembocan en el mar.
Perfecto como el círculo.
Y sobre todo
inalcanzable
como la línea del horizonte
en un largo viaje
“Dibujos en el agua”, (1956)

Trad. Marta Silvia Dios Sanz
“Poetisas Griegas contemporáneas”,
Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos,
Universidad de Chile, 2006



¡Mira qué momento!
Mira qué momento!
Ahora que se colmaron de aromas los senos de las jóvenes,
ahora que se han fortalecido los brazos de los jóvenes,
¡mira qué momento eligió!
Ahora que esbozaron una sonrisa los labios de las jóvenes,
ahora que brillaron los ojos de los jóvenes,
¡mira qué momento!
Y se extienden para recibir todas las manos de las jóvenes,
pesadas se aceleran las respiraciones se los jóvenes,
¡mira qué momento eligió!
Y yo
sola debo quedar
“Dos momentos de hierro”, (1960).

Trad. Marta Silvia Dios Sanz
“Poetisas Griegas contemporáneas”,
Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos,
Universidad de Chile, 2006




Lo que motiva mi silencio
El que os habléis con tal bellezaes
lo que motiva mi silencio, Pablo Neruda,
Yanis Ritsos, Langston Jius.
Sin embargo, hago una excepción esta noche
porque vosotros no habéis visto a mi amado
con torso desnudo en el claro de luna
las espaldas de mármol
los brazos de dura luzel largo cuello de cisne
vosotros no habéis escuchado su tierno suspiro
que ensancha su tórax de guerrero mítico
y no seria justo
dejar que se deslice este momento en el olvido
sin hacer elogio de tal valentía.
“La señal”, (1973)
(Trad. Lia Karavia)




La razón por la que callo
La razón por la que callo
es la gran belleza de vuestra palabra
Pabro Neruda
Yannis Ritsos
Langston Hughes. (1)
Pero esta noche hago una excepción
porque no visteis mi amado
torso desnudo a la luz de la luna
con hombros de mármol
brazos de intensa luz
cuello de cisne
vosotros no escuchasteis
su gemido suave
que ensancha su mítico tórax
listo para combatir
y es en verdad una pena
que quede sin alabrar
tanta gallardía.
(1) Langston Hues (1902 – 1967),
el más importante poeta Norteamericano de color.
“La señal”, (1973)

Trad. Marta Silvia Dios Sanz
“Poetisas Griegas contemporáneas”,
Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos,
Universidad de Chile, 2006




Por cada verso un por qué
A veces me parece
que hay gente no más.
La soledad infranqueable de silencios.
La soledad de la indiferencia.
Como el fin del mundo.
Por cada verso un por qué.
Un amargo para quién.
“La señal”, (1973)



Estrangulador de pájaros
Sus dedos largos
propios para trabajar el esmalte y el marfil
para sacar palomas del fondo de los sombreros
para copiar papiros en monasterios
para agitar la batuta
enfrente de una orquestra
o simplemente para tocar tiernamente.
Pero él
quería ser
estrangulador de pájaros.
“La señal”, (1973)




Cuando la magia desaparece
Cuando la magia desaparece
las horas adquieren sus sesenta minutos
las palabras su sentido preciso
y la muerte planta esta
casestrechando el anillo inexorable.
“La señal”, (1973)




Antes la construcción
Te quiero hablar ahora
antes del inicio
ahora que nuestra casa puede ser
toda de piedra, toda de madera
o no ser jamás
quiero que tú sepas cuánto te amo
un momento antes de la construcción.
“La bandera y la señal”, (1976)





Debe existir todavía
Debe existir todavía alguna vena.
Antiguamente dónde golpeaba el pico
sonaba oro.
Bastaba que rasparas la pared
para que rodasen esferas brillantes.
Descendías dos, tres mil metros
y las venas en vez de escasear
se espesaban.
Debe existir todavía
en alguna parte, entre las duras rocas,
algún metal inexplorado.
Avara no soy, tampoco presumida
Pero para alguien que se acostumbró a tanta riqueza
amargo es vivir en completa privación.
Parece que entiendes de yacimientos
sobre todo una seguridad tal que
me dejaba siempre asombrada
como si fuera siempre aurífera.
Te espero entonces, humildemente.
“La bandera y la señal”, (1976)

Trad. Marta Silvia Dios Sanz
“Poetisas Griegas contemporáneas”,
Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos,
Universidad de Chile, 2006





Te tengo no te tengo
Te tengo no te tengo
te poseo no te poseo
te veo en sueños
sobre popas de naves que van partiendo
me tiendes tus manos
eres no eres aquél que me llama
te espero no te espero
tú llegas siempre imprevisto
me guías en una habitación obscura
donde con una serie de metamorfosis
tú te pones agua, fuego, aire, dragón y paloma
con mi voz tú recitas poemas
que yo misma podría, desearía o tendría que escribir
y pues tú te duermes en mis brazos
y me quedo y no me quedo sola.
“La bandera y la señal”, (1976)




Poemas de amor disfrazados
Era un gran globo y lo inflábamos riéndonos, una vez tú otra yo, aspirábamos e inflábamos tan fuerte que nos mareábamos, todo se arremolinaba a nuestro alrededor, cómo si estuviésemos embriagados, ven, mi turno ahora, no recuerdo quién comenzó primero pero inflamos los dos como locos, el globo crecía, crecía, nunca habíamos visto un globo tan enorme y brillante, creerías que podría llevarnos a los dos alto en los cielos, y la primera vez no tuve miedo, no pensé en ningún momento detenerme, ni en detenerte, Dios mío, no ha vuelto a suceder, es como si renaciera ligera, inocente, ven, mi turno ahora, una gran aspiración, ZAS – el ruido nos sorprendió más que asustarnos, observábamos nuestras manos vacías extrañados, cómo es posible, tan brillo, tanta embriaguez – no recuerdo quién fue el último que sopló - ¿ qué importancia tiene? Nos detuvimos mirándonos mutuamente, no desesperadamente, sino tiernamente.

“La bandera y la señal”, (1976)
Trad. Marta Silvia Dios Sanz
“Poetisas Griegas contemporáneas”,
Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos,
Universidad de Chile, 2006




Requiero una palabra viajera
Requiero una palabra viajera
más rápida que una paloma viajera
flexible como las ondas grandes
etérea pero palpable
una palabra que pueda ir hasta ti
como los vientos fuertes de norte
como los ferrocarriles pero sin fronteras.
Quizás una letra sola – Alpha
ese que exprime el primero, mil y diez miles
una nota de música, una exclamación de alegría
y el principio de todo.
Un sonido que podría ir intacto hasta ti.
“A” como Amor.
“Después de los treinta” (2005)



Por fin
Sin pasión, por consiguiente sin anhelo.
Sin anhelo, por consiguiente sin angustia.
Sin angustia, por consiguiente sin lamento.
Por fin la vida llega a ser fácil. Pero también sin poesía.
Y la vida llega a ser sombra de vida ya.
“Después de los treinta” (2005)




Yo soy dos mujeres (Doble ambiente)
Yo soy dos mujeres.
Una habita la casa de su infancia
cuida los jarros de flores
ajusta los péndulos
alimenta a los niños – sus niños
asiste los primeros pasos de su bebé
los últimos de su abuelo
toma en sus brazos la cabeza cansada de su marido
y él se siente reposado
se siente como el adolescente
que fue el día de su primero encuentro
toca los límites de la inmortalidad y duerme feliz.
Después ella se desliza por la cama
suelta su cabello largo
sus ojos se transforman de estrellas en soles
la otra mujer no ilumina – ella brilla
lee los diarios del mundo
escucha la música de los países
va descalza sobre los campos sobre las florestas
vuela sobre los tejados sobre las fronteras
y visita a su amado prisionero
su amado marinero en alta mar
va de luto por su amado muerto
fusilado, traspasado, ahorcado
tiene también el tiempo para hacer cosas en su lugar
montar barricadas
mecer los huérfanos cantándoles en diversas lenguas
omnisciente por amor y por éxtasis
pero siempre retorna antes de la aurora
tira su túnica de magia
recoge sus cabellos, se inclina sobre la cama
toca la frente serena de su marido
y le prepara el café de la mañana
antes de despertar al resto de la familia.
“Después de los 30”, (2005)




Hipsofobia
Y como nadie puede soportar para siempre
el vértigo de la altura
es tiempo de arreglar la casa, de acabar mis estudios,
de cuidar de mis relaciones públicas.
“Después de los 30”, (2005)




Hay que inventar de nuevo las palabras
(A Berta Alicia Cantu de México)

Hay que inventar de nuevo las palabras.
Las que existen son olvidadas
o no bastan
sobre todo cuando un amor inesperado viene
sorprendente como cada amor
no bastan aún para lo cotidiano
penas y alegrías, la ternura, el sueño, la muerte.
Hay que inventar de nuevo las palabras
Para hacer el cotidiano más real
Inventarlas para hacerlas verdades.
“Después de los treinta” (2005)



Matricida
No. No como Orestes.
Sin el pretexto de ser un forastero
oriundo de Davlis de Fókida.
Declarando que nació aquí
que se crió aquí y, sin embargo, un extraño
que se dirige a una extraña
un desconocido a una desconocida.
Un matricida virtuoso
porque otros asesinan al padre por el trono
al hermano por los derechos a la herencia
- lejos de él tales pensamientos -
virtuoso porque él asesina en nombre de su virtud
tal vez aún en el del clero
y encontrará - ya ha encontrado - testigos para defenderlo
Apolo y algunos otros
con inamovibles argumentos
No es madre la mujer así llamada por parir a un hijo
la así llamada madre simplemente hospedó la semilla en sus entrañas
extraña a un extraño.
Un matricida, más aún, sin hierro
solo con palabras de hierro, la más heladas.
No como Orestes.
Referencias a Esquilo - “Coéforas” versos 674 y 677y
“Eumenidas” versos 658-660.

“Nueva enumeración” (2006)




Mi jardín
Cada mañana en mi jardín los pájaros gorjean.
Despiertan en los árboles. Despiertan los árboles.
Que bueno, vosotros pensáis.
Pero mi casa esta situada
en el medio de la ciudad, en el medio del mundo
lanzafuegos locos la sacuden
lanzados fumíferos pasan silbando
caen por veces dentro por veces fuera del patio
tenemos miedo de las nubes – hasta ayer las nubes
eran ángeles, Pégasos, benignos gigantes
naves con las velas desplegadas
ahora la lluvia veneno
los árboles se cuerean muriendo
cada tarde mi jardín esta lleno
de pajaritos muertos.

“Cincuenta” “Nueve enumeración” (2006)


domingo, 31 de mayo de 2009

MUERE LUIS DE SEBASTIÁN: ADIÓS COMPA.

Luis de Sebastián, Sacerdote Jesuita





MUERE LUIS DE SEBASTIÁN: ADIÓS COMPA.


Por Carlos Ernesto García*

Cuando a finales de 2009 se cumplen 20 años del asesinato de los jesuitas en El Salvador, las páginas de los periódicos nos sorprenden hace sólo unos días, con la noticia de la muerte en Barcelona de Luis de Sebastián, quien fallecía como consecuencia de sufrir un infarto.

En el silencio de la madrugada, recuerdo que una noche de invierno, abrí la puerta y tras ella, apareció un hombre de mediana edad, alto, delgado, de bigote y vistiendo una gabardina blanca, que de pronto me pareció un personaje sacado de las novelas de Grahan Greene y quien, extendiendo sus brazos me tomó por el hombro diciendo: “Hola compa, me llamo Luis de Sebastián”, al tiempo que sonriente preguntaba por el resto de convocados a la cita, refiriéndose así a los otros que habían llegado antes que él, al departamento de la Calle Ercilla, un lugar entre la Glorieta de Embajadores y la estación de Atocha en Madrid.

Pronto se sumaron al encuentro del ex vicerrector de la Universidad Centroamericana, Marianella García Villas, fundadora de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador, el padre José Rutilio Sánchez, Jorge Arias Gómez, que había llegado de Praga, la poetisa Claribel Alegría y su hija Maya, así como el poeta Roberto Armijo, quien con su pipa y luciendo su barba negra, salió de una habitación en la que se encontraba descansando tras el viaje en tren desde París, ciudad donde vivía exiliado desde mediados de los 70 y, donde murió en marzo de 1997.

Corría el mes de diciembre de 1980, aquel año había sido uno de los más sangrientos en El Salvador y lo que nos reunía a todos en esos días, eran los preparativos para lo que ya sabíamos que vendría: La ofensiva final, que el entonces recién formado Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional lanzaría en enero del año siguiente.

Yo tenía entonces 20 años de edad y, junto a otros compañeros, me habían asignado pequeñas tareas, como por ejemplo llevar durante el día algunos sobres a distintas instituciones de la ciudad o estar atentos del teléfono en una habitación cercana al punto de aquel departamento, donde el grueso de compañeros se encontraban conspirando, mientras que entre discusiones, risas y alguna que otra anécdota, corrían las horas y pasaban los días.

Una tarde, se decidió que saldríamos a dar un paseo y, a pesar del viento frío que hacía aquella noche, nos fuimos a la Plaza Mayor donde buscamos unas mesas y pedimos cerveza, que el camarero acompañó de pequeños trocitos de tortilla de patatas. Roberto Armijo habló de Roque Dalton, de sus hijos que estaban en la montaña; Arias Gómez, nos ilustró sobre las distintas calidades de la cerveza, sin perder la oportunidad para hablarnos de su experiencia en la entonces Checoslovaquia y de las virtudes del socialismo; Marianella, que moriría pocos años después con tan sólo 35 años de edad y Luis de Sebastián, eran los que menos hablaban y los que presentaban un gesto más severo en su mirada, quizá más reflexivos sobre los acontecimientos que se avecinaban. Rutilio Sánchez que entonces era el responsable en Europa de la Dirección Revolucionaria Unificada (DRU), daba misa en una pequeña iglesia de la ciudad, mientras que, Claribel Alegría había decidido quedarse a descansar junto a su hija. Aquella misma madrugada, acompañé al aeropuerto a Jorge Arias Gómez, quien durante el camino en taxi habló sobre la figura de Farabundo Martí, de la que él había escrito la primera biografía que se conoce. Regresaba a Praga. El resto fueron marchando de manera escalonada, hasta que sólo quedamos unos pocos compañeros, la mayoría, miembros de las FPL.

Más tarde, ya en Barcelona, cuando tras incorporarme a la Coordinación Europea del Sistema Radio Venceremos, me reencontré con Luis de Sebastian, quien por aquel entonces pertenecía a la llamada comisión político-diplomática del Frente Democrático Revolucionario, brazo político del FMLN, lo que le llevaba a viajar constantemente por distintos países europeos, donde realizaba gestiones ante las distintas cancillerías, especialmente las de Inglaterra, Alemania e Italia. Su nombre, pronto se convirtió en un referente y ya no era extraño verle en distintas actividades de solidaridad dando conferencias sobre el proceso revolucionario salvadoreño que tan bien conocía, levantando la bandera del diálogo y en busca de una paz para nuestro pueblo.

Pasados los años, poco antes de la firma en 1992 de los Acuerdos de Paz, le visité en su despacho en la prestigiosa escuela de economía Esade, donde él daba clases de economía. Lo buscaba para pedirle que fuera, junto a otros intelectuales, miembro de la revista Xibalbá de Cultura, una publicación de ámbito latinoamericano que estaba a punto de sacar. Su respuesta fue entusiasta e inmediatamente propuso algunos artículos para los primeros números de la revista, idea que más tarde hizo extensiva al padre Ignacio Ellacuría, quien un día hizo llegar a la redacción, el documento que le solicité para nuestra publicación, un articulo en el que trataba sobre la relación iglesia-lucha armada. Más tarde, gracias nuevamente a Luis de Sebastián, nos vimos por última vez con Ellacuria, después de que éste recibiera de manos del alcalde de Barcelona, a finales de 1989, el premio de la Fundación Comín. Luego el padre Ignacio, tomaría la fatídica decisión de marchar, adelantando su viaje a El Salvador, donde tenía la intensión de mediar entre el gobierno de Alfredo Cristiani y la dirección del FMLN, en el marco de la ofensiva Hasta el tope, lanzada hacía pocos días por la guerrilla salvadoreña. No tendría ninguna oportunidad y por el contrario, encontraría al poco de llegar, la muerte junto al resto de sus hermanos jesuitas. Tras aquellos acontecimientos perpetrados por un grupo de élite del ejército salvadoreño y por la prácticamente total impunidad en torno a los asesinos, Luis de Sebastian se convirtió en una persona distante, sin dejar por ello de escribir y por lo mismo, de reflexionar sobre el mundo de la pobreza y el hambre, que se convirtieron en el gran tema de sus varios libros.

En una de las varias ocasiones que quedamos, ya bien entrada la conversación, contó cómo fue que formaron en San Salvador, el Frente Democrático Revolucionario; de su estrecha relación con destacados líderes estudiantiles, gremiales, campesinos y religiosos; de cuando los oligarcas salvadoreños en sus delirios anticomunistas le acusaban de andar midiendo sus propiedades, para según ellos, luego expropiarlas; relató también, de la mujer que un día juró en el mismo altar donde Luis había casado a los hijos de esta, que no descansaría hasta verle muerto. Pero quizá la más graciosa de las anécdotas, fue del día que se encontraban en una ciudad del oriente del país en un restaurante y se produjo una balacera enfrente de ellos, mientras su compañero de mesa ahora en el suelo le decía, señalando a un guardia nacional herido en la calle, que su obligación como jesuita era salir y darle a aquél pobre moribundo la extremaunción.

En noviembre de 2006 nos acompañó en la provincia de Barcelona durante unas jornadas culturales dedicadas a El Salvador. En esa oportunidad, él dio una conferencia magistral y, como siempre, muy humana. Al despedirnos, con su abrazo fraternal dijo “adiós compa” a lo que desde estas páginas hoy le digo “adiós compa”…y de pronto, aparece la imagen de una fotografía tomada en el momento en el que un pequeño grupo de jóvenes jesuitas, recién ordenados y vistiendo sotanas negras llegan, al entonces aeropuerto Internacional de Ilopango. La instantánea muestra, entre otros, a un Luis de Sebastián y a un Ignacio Ellacuria, cargados de ilusiones y sobre todo, sonrientes.

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*Carlos Ernesto García, poeta, escritor y corresponsal de prensa salvadoreño.