sábado, 11 de abril de 2009

Manlio Argueta, sus novelas y su historia

Manlio Argueta. Conversa con el gran poeta brasileño
Thiago de Melo en Bogotá, Colombia, en el 2000.


LITERATURA
Manlio Argueta, sus novelas y su historia
Por Luis Beiro



Santo Domingo.- “Por los años 80, si te encontraban en El Salvador con mi novela Un día en la vida, te mataban; pero hoy es un libro de texto en las escuelas de mi país, y cada año se publican allí miles de ejemplares que se venden a muy bajo costo”, me dice Manlio Argueta (1935) al tiempo que muestra los resultados de una encuesta realizada en 1999 por la junta directiva de la Modern Library de Nueva York, donde esta obra se ubicaa en el quinto lugar entre las cien mejores del siglo XX, solo superada por “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, “La familia de Pascual Duarte”, de Camilo José Cela, “El amor en los tiempos del cólera” (también del Gabo) y “Sombra del paraíso”, de Vicente Aleixandre.

Argueta sigue siendo el escritor revolucionario que no ha cambiado de color a pesar de los nuevos vientos que soplan sobre el mundo. Compañero de generación y “hermano” de Roque Dalton, a partir del 2000 fue designado director de la Biblioteca Nacional de El Salvador y, desde el 2006, preside la Fundación de Innovaciones Educativas Centroamericanas (FIECA) con sede en la capital salvadoreña y que opera en Honduras, Guatemala, Costa Rica y Nicaragua. Esta institución se dedica al fomento de campañas de alfabetización y a la realización de programas artísticos en zonas indígenas.

Desde que lo vi en Santo Domingo, se me paró el corazón. Lo conocí en La Habana, en 1980, días antes de su partida a Europa. En aquel encuentro, le enseñé algunos textos en prosa con aires líricos. Al rememorar aquel encuentro ahora, cuando las canas adornan la cabeza de ambos con furia inagotable, Argueta me dice sin dejar de mirarme: “Eras muy joven entonces”.

Parte de su historiaManlio Argueta regresó a su patria en 1992, después de 20 años de exilio, fundamentalmente, en el viejo continente. Pero antes de su partida, sufrió prisión y hostigamiento por sus ideas de justicia social y su vinculación a una generación de intelectuales que propugnaba por el fin de la represión dictatorial que gobernaba su país.

“La muerte de Roque Dalton y mucho más, las circunstancias de su muerte que todavía no han sido aclaradas, fue un acontecimiento que me marcó”, me dice el escritor mientras rememora la historia de su pueblo y los inolvidables traumas de una guerra absurda.

“Cuando llegué al Salvador en 1992, me dediqué a la docencia universitaria hasta mi nombramiento como director de la Bilblioteca Nacional en el 2000, cargo que no he asumido desde el escritorio, sino en la calle”, me dice. Y agrega: “He desarrollado iniciativas en favor del libro y la lectura para todos los niveles de la sociedad salvadoreña, una de ellas se relaciona con un programa de creación literaria para niños y adolescentes entre los 4 y los 14 años. Además, ofertamos en los pueblos el servicio de Bibliobús. En esos viajes por todo el país prestamos libros e instruimos sobre apreciación literaria. También llevamos payasos, cuenta cuentos y otras actividades complementarias al arte de leer para estimular a los niños, sobre todo, en zonas donde no existe la cultura. Otra iniciativa es el programa “Edúcate”, que contempla el otorgamiento de facilidades a los mutilados de guerra para que puedan alcanzar el bachillerato.
En RD Manlio Argueta visitó el país invitado por la Secretaría de Estado de Cultura para dictar una conferencia sobre el arte de la novela, como parte del Ciclo Preinaugural de la Feria del Libro. También impartió un taller de narrativa: “Fue muy estimulante ver dentro del curso, de igual a igual, a algunos escritores consagrados junto a estudiantes y jóvenes con mucho talento. Eso habla muy bien del grado de participación y del interés en favor de la creación literaria en la República Dominicana.
____________________
Artículo publicado en Listín Diario de República Dominicana. Leer más de Manlio Argueta en Arte Poética-Rostros y versos y Álbum Nocturno.

No hay comentarios: