miércoles, 9 de diciembre de 2009

tres poemas de ernesto bautista

Carlos Ernesto Bautista, joven poeta salvadoreño








Entonces habrás invocado celajes marchitos... y 20 puertas dormidas






Cuando me nombres
cien soldados de fuego
te buscarán rompiendo cadenas
contra esta pared de silencios
y este grito ahogado en la tierra.
Más allá de mis escombros
más allá de las hogueras
donde aun arden cenizas de guerra
donde la piel de la brisa te cobija de lumbre
a ti y al cuerpo sobre ti.
A tu voz que tiembla y a su voz que arrancaré del pecho.
Y con mis gritos de piedra partiré la tierra
y me tragaré el silencio
y al silencio y a la piedra y a los cien soldados y al amante.
Y verteré el sonido de mis labios en la tormenta
y caerá temblando y esparciendo huracanes.
Y sus ramas oscuras tatuadas de luz y relámpagos
te tocarán el pecho y buscaran tus labios
y abrazarás al fuego porque el fuego seré yo
y la tormenta serán mis manos.Y el grito tomará vuelo
y su amor que va sangrando estrellas
nos tocará la espalda y tu voz abierta
convirtiendo este fuego de piel y tormentas en sombras desbandadas.-








Nuestra casa






Un hígado descalzo
un árbol de cometas
un ala membranosa de fósforos
un banquito de agua
una pancarta de dioses llena de vidrios rotos
una esfinge de acero
un dios oxidado
una estrella abandonada
una explosión galáctica en la acera
un río de espuma de sangre esparcida
y tus uñas de hierro
tus huesos de madera
tu maquillaje de piedra
tus gafas de piel.
Áspera una bala de presas rotas
un algodón azucarado de vómitos
un rojo color azul
una mujer de alambre en un marco de escombros
un Apocalipsis de soledades en un techo armado de promesas de muerte
y un abismo inquieto bajo los ladrillos.-








Un día encontré un caracol... y en las entrañas del caracol encontré el universo






Yo soy el peregrino.
El que anida en la lluvia y extiende sus manos para beberla.
Yo soy la ventisca
y los gritos intermitentes del silencio.
Búscame cuando tengas frío, porque soy el fuego de los relámpagos.
Búscame cuando quieras volar, porque soy la criatura de las alas enormes
y los espacios vacíos con eco en su pecho.
Búscame, porque estoy sólo,
porque soy un dios hecho trizas en el fondo de un pozo.
No hay mares profundos que no me nieguen el entierro hacia sus entrañas
ni frío que me nieguen las tumbas de piedra.

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