lunes, 14 de diciembre de 2009

tres poemas de silvia elena regalado

Silvia Elena Regalado, El Salvador









Conversación con Dios







I

Alguno que otro día
me amanece el deseo de invitarte un café
y abrazarme a la certeza con la que me nombraste para siempre.
Quiero escuchar como respira en vos el universo,
descubrirme en el milagro sin edad de tus pupilas.

Días en los que necesito darte gracias
por lo que me concediste infinito,
por la posibilidad de hacer y re-inventar
cada trozo de vida a mi propia semejanza o a la tuya,
Por la angustia y la fe en lo que anhelo,
por la alegría simple de los frutos.

Vos sabes que este amor mío renegó tanto de nombrarte.
Se ufanó de sí mismo,
evadiendo el diálogo cara a cara,
refugiándose en tu sustancia,
cumpliéndote en los principios
pero sin la humildad serena de aceptarte.

¿De qué he huido?
Si todo rumbo me devolvió tu aliento;
si toda libertad sin vos siempre fue cárcel.
Aquí estoy otra vez,
como emergiendo del útero materno:
confiándote mi vida,
abandonándome a tu ímpetu
despertando a tu amor
fundiéndome en tu nombre.
(Desnuda de mí)








II


No quiero buscarte en la derrota,
sostenerme en tu fuerza cuando flaqueo.
Yo quiero esta alegría limpia de intereses,
este nombre tuyo llenándome de flores,
ser parte de tu aliento si respiro.
No quiero que este amor sea una falacia teórica,
un acuerdo callado
mientras la vida me habla en voz alta,
mientras alguien me grita
y yo vuelvo la espalda.
¿Tendrá sentido amarte,
si soy una más en la tragedia humana?
¿Si me resigno al miedo y no asumo la vida
con la misma pasión que me heredaste?
¿ Si cargo con la culpas, si te pronuncio,
pero no me perdono?
¿Si etiqueto a los demás desde mi pequeñez
y no te descubro en ellos por tu grandeza?
No debes responderme.
Quiero ser tu respuesta.
(Desnuda de mí)








Nací con la lluvia







Nací con la lluvia
en el mes más apretado
de los temporales.
Yo que soy tierra
Fértil-desierta,
que guardo el fuego
y no lo dejo pasar de largo,
que me respiro,
que vuelo,
que soy el viento.
Yo, eterna tierra
verde palabra.
vine en la lluvia
broté de llantos
sentí el abrazo
tibio de un pozo
antes de ser
la luz
el aire.
Y quizá por eso
soy el designio
brutal del agua.
me precipito
hasta el estruendo
claro
silvestre
de la humedad.
(Desnuda de mí)




Florecer en vos



A veces he florecido sola
en una oscuridad
que abismó mis gemidos.
He florecido
en aguas y en desiertos
donde no hubo luz
para encender
el color de cada pétalo.

Amor
llevo a cuestas
un torrente de sol y clorofila
un grito ahogado
que enloquece
buscando la libertad
del estallido.

Quiero florecer en vos
brotarme de corolas
de olores y de mieles
ser una flor eterna
sobre tu tallo
verde.
(Desnuda de mí)

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