Fotografía: Mario Hernández Aguirre
Nocturno de San Salvador
A.V.
Nocturno de San Salvador
A.V.
San Salvador dormida marcha
Cuidada por un claro cielo de verano
Que oscurecidas nubes ya no empañan,
Ni el viento cálido, ni la herrumbre.
Entonces, te quería.
Tus ojos (luz del presente)
Abierta puerta a fatigado paso.
Desangrándose el día el mar de Ulyses
Aquieta su ancho lomo. Como el vino
Su rostro se ensombrece. Cuando llegaste
Traías ese color en los cabellos.
Entonces, te quería.
Tus manos (espadas en el aire)
Sombra orillada al final del viaje.
Ensombrecido abanico el tiempo mío. Centro
A sus rayos días derribados.
Entonces, te quería.
Tu palabra (dibujo en la luz)
Piel de sonido a tímido contacto.
A musgosas paredes confinado sueño:
Y otra vez el camino
Y el otro de la tarde sobre el trigal.
Entonces, te quería.
Labios tuyos (Columna en espumosa arena)
Sostienen la esperanza.
©Mario Hernández Aguirre
Cuidada por un claro cielo de verano
Que oscurecidas nubes ya no empañan,
Ni el viento cálido, ni la herrumbre.
Entonces, te quería.
Tus ojos (luz del presente)
Abierta puerta a fatigado paso.
Desangrándose el día el mar de Ulyses
Aquieta su ancho lomo. Como el vino
Su rostro se ensombrece. Cuando llegaste
Traías ese color en los cabellos.
Entonces, te quería.
Tus manos (espadas en el aire)
Sombra orillada al final del viaje.
Ensombrecido abanico el tiempo mío. Centro
A sus rayos días derribados.
Entonces, te quería.
Tu palabra (dibujo en la luz)
Piel de sonido a tímido contacto.
A musgosas paredes confinado sueño:
Y otra vez el camino
Y el otro de la tarde sobre el trigal.
Entonces, te quería.
Labios tuyos (Columna en espumosa arena)
Sostienen la esperanza.
©Mario Hernández Aguirre