César Ramírez, escritor salvadoreño
DIOS HA MUERTO
César Ramírez
Friedrich Nietzsche (1844-1900): “Así habló
Zaratustra, Más allá del bien y del Mal,
El Anticristo, El ocaso de los ídolos” son algunas de sus obras… la frase
anotada en el título refleja su pensamiento filosófico de finales del siglo
XIX, un concepto innovador que según
algunos estudiosos es superior a : “Dios no existe”, en realidad bajo esas
sencillas palabras encontramos un universo de discusiones que se reflejan aún
en nuestra sociedad, veamos por ejemplo las diferentes instituciones religiosas
(occidentales, orientales, africanas, etc.) ellas profesan la fe o el dogma
como eje central de su discurso, ellas se denominan Hijos (as) de Dios, quienes
no pertenecen a esa creencias son: paganos, infieles, hijos de satanás, ateos,
filósofos renegados, masones, comunistas, incluso demonios en la tierra... la
segregación no se detiene en calificativos, puesto que avanza hasta la
justificación de las guerras, asesinatos, etc… si creen que exagero, un poco de
Historia Universal bastaría, también hojear los periódicos del día, ahí podrán
observar el componente religioso como detonante de los conflictos actuales, la
humanidad tiene vocación de autodestrucción para justificar su visión parcial
del mundo, de igual manera la supremacía en la fe, la raza, cultura, etc. ¿pero
hablamos del mismo Dios? ¿Dios es el mismo para los hebreos, musulmanes,
cristianos, budistas, etc?, en realidad son parecidos, pero no iguales, de ahí
que la discusión se torna bizantina. Pero retomemos algunas indicaciones de
Enrique López Castellón-Estudio Preliminar- (Obras selectas/F. Nietzsche –
Madrid: Edimat, s.a – 632 p.) con la frase: “Dios ha muerto”, el hombre (humanidad) llega a su mayoría de
edad, similar al asesinato psicológico del padre de Freud, ante este evento la
humanidad está sola, pero con una enorme responsabilidad de tomar sus
decisiones, entonces si Dios desaparece inmediatamente es sustituido por: La
Razón, la Ciencia, la Historia, y principalmente el Estado. Es la idea de autorealización. La muerte de
Dios no significa la muerte del monoteísmo, sino la creencia de una idea
trascendente, que no implica aceptar el ateísmo (F.Savater). López Castellón
escribe: “ Por último hay que aclarar que el Dios que ha muerto no responde
sólo al concepto de divinidad judeocristiana, sino, ante todo y sobre todo, al
Dios moral, presente ya en Sócrates y Platón. En este nivel Dios equivale al
fin de los dualismos: tierra-cielo, materia-espíritu, alma-cuerpo, bien-mal….”
“Éste era el factor generador de la moralidad, fundamentada en la existencia de un Dios único. Su muerte significa, pues,
la afirmación de la desigualdad amoral de los individuos humanos, la
constatación del pluralismo inocente, pues, como señala Deleuzem “la inocencia
es la verdad de lo múltiple” (pp 21-23). Al final como afirma López Castellón:
“El mensaje de Zaratustra constituye, pues, un alegato contra el idealismo
metafísico que atribuye al mundo, a la existencia y a la historia un
significado, un propósito, una meta distintos a los impuestos libremente por el
hombre mismo” (pp 24).
Una referencia de esta constatación son otros
autores posteriores, incluso anteriores a Nietzsche, la revolución francesa por
ejemplo demostró que se puede vivir sin religión, pero no sin Dios, de ahí su
reemplazo por la Diosa Razón, el hilo conductor de la Historia se inaugura con
las escuelas filosóficas materialistas (conste que el materialismo actual es la
máxima expresión del capitalismo), no en vano se identifica a Darwin (Teoría de
las especies), Marx (El Capital), Freud (Teoría del inconsciente) y a F. Nietzsche
(Así habló Zaratustra) como los autores que demostraron la falsedad de la moral
burguesa, por sus propuestas revolucionarias
hacia la comprensión social e Historia.