jueves, 26 de febrero de 2009

Despedida (De todas las cosas a Dylan Thomas)-David Omar Juárez

David Omar Juárez, El Salvador





Despedida (De todas las cosas a Dylan Thomas)




las despedidas son coartadas para no marcharse nunca
por eso el aterrado humo del café te busca los ojos
cuando se despide de la taza con rumbo a tu resaca
cediéndose con abandono a las manos de esta tarde
y los muchachos ríen como si hoy fuera el verano
cuando miran la fotografía del calendario
y las muchachas asolean por entero sus piernas
y posan caldosos lirios de cara a sus sexos

una diminuta ave / quizás un insecto / se desnuda
frente a la mirada ciega de un gigante vestido de palmera
que declina su rostro para convertirse en noche

Adiós Dylan Thomas
adiós
ya no te veremos llorar agachado
junto a la flor más nueva de cada mañana
ni resucitando pocillos de cigüeñas
en tus caminatas de las cinco de la tarde
ni copiando nubes en lienzos epifánicos
desde tu terraza atacada por la escarcha
Adiós Dylan Thomas / nos vamos de aquí
nos espera un tren infinito
con destino al diario recorrer de los otros
nos vamos / nos espera la maravilla del siglo allá afuera
donde somos productos de la arcilla

Adiós / Dylan Thomas / nos vamos de aquí
te dejamos con nada nuestro
en este infierno que ibas modelando
para el tamaño adecuado de tus ojos
Te dejamos tus ataúdes vacíos
tu viento cenando en tu plato
tu caverna de osadía y castigo y belleza
tu templo de fuego y carne intuitiva
tu montaña de calvicie prematura
tu espuma robada de la primera ola que tocó tu isla
tus amantes amando la cerámica de la cama
el apetito de tu osamenta por ser humus de la argamasa
y el musgo que acontece en tus pupilas
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David Omar Juárez. Nació en la ciudad de Apopa, San Salvador, el 18 de septiembre de 1978. Graduado en Psicología por la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”.

Cultiva la poesía, la narrativa y el periodismo cultural. Ha publicado en antologías, suplementos culturales y revistas impresas y/o virtuales de su país, Argentina, España, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela.

Miembro de Fundación Metáfora, colectivo organizador del Encuentro Internacional de Poetas “El Turno del Ofendido”, que se realiza cada mayo en El Salvador. Forma parte del equipo de redacción del Suplemento Cultural Tres Mil, que se publica cada sábado en el diario Co Latino de San Salvador.
Leer más de este joven poeta en Arte Poética-Rostros y Versos.

Hagamos llorar al sacerdote-Manuel Ramos

Manuel Ramos, El Salvador





______Hagamos llorar al sacerdote… ____



Hagamos llorar al sacerdote
que comience contando de abuelita
y termine en los prados verdes
que sudó mientras corría al llegar aquí.

Hagamos que salte, que muerda su lengua
y suplique compasión
que le quite el amor
a ese crucifijo que lo insulta
mientras se ahoga con sudor y sangre
de una herida junto a sus labios.

Dejemos que corra, que caiga,
que queme las bancas de su iglesia
mientras cree desnudar a Dios frente a sus feligreses.

Olvidémoslo en los atrios,
como al monaguillo bajo el santo disfrazado.

Finjamos saludarlo
y que extienda la mano
al quitar la nuestra,
que intente abrir la puerta olvidando que ya lo ha hecho.

-sí-

hagamos llorar al sacerdote,
que diga cuanto quiera
cuando todos se marchen,
para que nadie sepa que se equivocó nuevamente.

Que llore entonces
y saque sus marionetas y lo acompañen
mientras se le aplaude al maniquí
que dejó con su sotana al frente.

-sí-
que salga por la ventana
y siga llorando como todas las niñas
que hizo sentir miserables
por haber besado a su primer amor.

-sí-

hagamos llorar al sacerdote.
Que encuentre vendiendo y comprando
trozos del hábito con el que se ordenó,
que lo vuelvan escoba, bandera, paño
-dignidad de dignidades-
que se peleen por él.

-sí-
que llore
-es mejor así-
Que insólito vague
con un enjambre de soledades en la espalda…
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Manuel Ramos. Nació en Mejicanos, San Salvador, en 1987. Estudiante de quinto año de la licenciatura en Letras en la Universidad Nacional. Miembro fundador del taller los tímidos y el Grupo Literario El perro muerto. Ha publicado en el diario Co-Latino, revista Humanidades, La Huesera Colectiva, La Mandolina Esquizofrénica. La mayor parte de su obra aún es inédita y se ha dado a conocer por medio de recitales donde ha tenido participación. En el 2008 obtuvo el tercer lugar en el Certamen Universitario de la Universidad de El Salvador.
Leer más de este joven poeta en la sección de Nueva Palabra de Arte Poética-Rostros y versos.


Caballos de hielo-Vladimir Amaya

Vladimir Amaya, El Salvador






_______Caballos de hielo_______



a Francisca Alfaro



Atravesé el torbellino que devoró el sueño
y encontré alquitrán hirviendo en las saleras.
Desde hoy mañana no tiene nombre,
todo es sombra y frío cuando tiemblan las heridas
en el vaso roto del tiempo.
No es más mi hogar esta mirada incendiándose
a un lado de las fuentes.
El dolor son kilómetros y kilómetros de silencio
que no pueden medirse con la lengua sepultada
bajo el eco de los aplausos.
Sobre las tejas: viejas patrias.
En las calles: melodía turbulenta y a pedazos,
legando improvisación a la muerte de los transeúntes,
vistiendo de oro y clarines
a los espantos de medianoche.
Me quedan mármoles en ruinas al final del cuento,
horizontes predispuestos a hundirse en el café de las señoras y los curas,
a resonar con los infartos del sol en todas las mañanas.

Llegué a un alcohol desconocido
cuando afuera de mi casa aún llovían margaritas.
Sin atributos ni señales
y medido por la quemadura de un témpano violeta
no sé cuantas veces morí sofocado por mi saliva,
arrastrado hasta el delirio y el insomnio,
cuando la luna jadeaba su marea de doble filo.
Después viví en los sepulcros
rodando con ternura rabiosa
por labios de sonrisas obscenas.
Ahora no quedan vestigios
del tiempo que fue hace un minuto,
de la vida que duró todo el amor.
En la lágrima que me injurió, el abismo fue otro cielo.
Hoy, un aroma camina entre mis dedos.
El polvo, el calor y la piedra,
al picotearme con su rifle de plata
me susurraron un corazón
de pétalos y plumas azules y verdes.

Hoy un aroma camina entre mis dedos
¡Estoy rasgando la hierba de lo improbable!
Desde hoy mañana no tiene nombre,
desde ayer entono mi flor lamentable y extraordinaria
a la contusión del sueño que invento
y va devorando torbellinos.
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Vladimir Amaya. Nació en San Salvador, en 1985. Actualmente estudia cuarto año de la licenciatura en Letras en la Universidad de El Salvador. Miembro fundador del “Taller de Experimentación Verbal Los tímidos” y del Grupo Literario “El Perro Muerto.” Ha publicado en la revista Humanidades de la Universidad de El Salvador, el diario Co-Latino. Dirige el boletín ocasional de poesía “La Huesera Colectiva” antología de voces noveles del Alma Mater. Ganó primer lugar en el certamen Universitario 2008, con su poemario “El Valle de Los Guasones Decapitados. Fue parte de la plaquette “La Mandolina Esquizofrénica” compilatorio de las voces de Los Tímidos. Ha intervenido en recitales poéticos como invitado y otras como parte del cuerpo organizador tal es el caso del Festival Indígena Yulcuicat. La mayor parte de su obra aún permanece inédita.
Leer más de este joven poeta en la sección de Nueva palabra de Arte Poética-Rostros y Versos.


martes, 24 de febrero de 2009

Lia karavia, corazón transparente en la tierra


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__Lia Karavia, corazón transparente en la tierra__


Lia Karavia es, sin duda alguna, una mujer con una mente que irradia no sólo amistad, sino talento de océano. En estos días me ha hecho llegar sus dos más recientes publicaciones… la primera se trata del “Mi difunto esposo”, con traducción de Mateo Turró, Drama para una actriz [edición frances-español, febrero de 2009] Este texto se publicó en primicia en Álbum Nocturno; y, Poèmes-Poemas [puede verse una muestra de su poética en Arte Poética-Rostros y Versos] también edición bilingüe. Y al igual que el texto anterior la traducción estuvo al cuidado de Mateu Turró.

Lia Karavia oriunda de Atenas, pero cosmopolita por su talante de escritora. Esa Atenas de colinas que todavía guarda vestigios de una cultura que pervive en nuestros días. Cuando leo a Lia no puedo dejar de pensar en la historia antigua, la filosofía, la literatura, los hitos culturales de Atenas y el contraste con su modernidad. Lia resume esto y más: ella es palabra y pájaro, signo de la luz que nunca se agota ni agrieta.

“Hay que inventar de nuevo las palabras./ —dice Lia—Para hacer lo cotidiano más real/ Inventarlas para hacerlas verdades.” En efecto, ella lo hace, no sólo lo propone. Lia, además de incursionar en los diferentes géneros de la literatura, estudió literatura clásica, doctora en literatura comparada por la Sorbona de París, políglota; sus obras de teatro han sido estrenadas en varios países y traducida a por lo menos doce idiomas, entre los que destacan: el mpolaco, turco, croata, bengalí, etc. Incluso, parte de la obra poética suya ha sido musicalizada por compositores griegos. Y, por si fuera poco, con más de setenta libros editados, Lia, también se dedica a la traducción.

Abrazos infinitos, amiga poeta.



André Cruchaga,
Barataria, 24.II.2009