César Ramírez Caralvá, El Salvador
Artículo de
opinión
LENGUAJE POLÍTICO: ESTADO FALLIDO
César Ramírez
Los conceptos en
nuestra sociedad cambian de acuerdo al momento histórico, no vivimos aquellos
años ochenta o noventa del siglo pasado cuando la palabra: diálogo-negociación
era un anatema, tampoco mencionamos: “represión”, “tandona”, “violación de los
derechos humanos”, etc. Pero encontramos diversos conceptos o palabras lanzadas
como dardos venenosos contra enemigos políticos en cada momento pre-electoral o
electoral; algunas palabras son falacias para orientar la opinión pública hacia
un partido político, causar incertidumbre, proyectar fatalismo, desesperanza,
etc… ese lenguaje conforma un modelo que tiene los siguientes elementos: “todo
está mal, la economía es un desastre, no funciona la seguridad, en otras
palabras: ¿qué estamos haciendo acá?”… pero ese mensaje no llega al nivel de
desesperación, solo es una apariencia de grupos interesados con objetivos
electorales, en realidad el emisor del mensaje no pretende provocar el pánico
general, solo degradar la imagen del partido oficial. Ellos no se pronuncian
cuando existen transacciones comerciales de millones de dólares de una entidad
financiera local a otra del exterior; ni la venta de acciones de un banco
crediticio a punto de quebrar; tampoco la fuga de capitales de donaciones
internacionales etc., se trata de construir una mala imagen por diversos “ríos
de comunicación”: rumores, testimonios fraudulentos, documentos apócrifos,
medios de comunicación “leales”, seminarios internacionales –que presagian la
muerte súbita económica- campañas para profundizar el incumplimiento de
pagos, voceros que proclaman el pago de millones de dólares a empresas
internacionales a costa de contratos ilegales e inconstitucionales, defensa de
la impunidad (para los sectores oligárquicos), oposición activa contra cualquier
financiamiento del Estado y sus pagos contractuales etc.. Ésta comunicación
degradante llegará al clímax durante la campaña electoral de 2015. Proclamar el
“Estado fallido” es una comunicación negativa, destructiva, solo aumenta la
desesperanza pero no contribuye en nada, como dicen los chicos: “ni cachan, ni
pichan, ni dejan batear”, solo obstruyen cualquier iniciativa democrática,
porque desean el retorno del modelo oligárquico. Para ellos: ¿Existe una
propuesta aceptable que acompañe a la nueva administración?. No… quizás porque
es democrática, constitucional y legítima. ¿Después de quejarse qué
hacen? ¿Esperar un golpe de Estado “constitucional” similar al caso de
Honduras? ¿Soñar con un pasado oligárquico lleno de represión? ¿Acaso retornar
al autoritarismo con la Tandona Recargada?. Todos vivimos en esta pequeña
nación plagada de historias heroicas, tenemos el mismo cielo, el destino quizás
no sea igual para todos, porque los pobres (de los cuales yo el primero)
usualmente somos pre-destinados a leyendas tristes; pero día a día suscribo un
contrato de esperanza y empeño mi voluntad por un nuevo país, creo en la
democracia, también en el esfuerzo cotidiano por un mundo mejor, nos merecemos
un futuro diferente “todos”, incluyendo los nostálgicos, también para
ellos hay lugar, su opinión no es mi menos ni más alta que la mía. Así que esta
es nuestra nación, con sus problemas que parecen insuperables… al final…
venceremos a la adversidad.