Fotografía: Daniel Eguizábal, El Salvador
Entre el signo y lo probable
No hay paz, no hay silencios; es solo el signo
gastada alteración de lo probable
y si es la única intuición de lo iniciable
el ánimo encendido por el signo.
Lo negro no por negro roba el gozo
mucho hay de abismo en todo lo que esconde;
cadáver con ayer yo no sé dónde
resguarda las estrellas todo el pozo.
Pero algo va y viene ya no hay duda;
si el delirio es espejo de la vida
cuando esta no nos cabe ni en la herida.
El todo es hoy, por eso nos saluda
aquí está su fragancia presumida
cobrándonos con muerte toda vida.
Entre el signo y lo probable
No hay paz, no hay silencios; es solo el signo
gastada alteración de lo probable
y si es la única intuición de lo iniciable
el ánimo encendido por el signo.
Lo negro no por negro roba el gozo
mucho hay de abismo en todo lo que esconde;
cadáver con ayer yo no sé dónde
resguarda las estrellas todo el pozo.
Pero algo va y viene ya no hay duda;
si el delirio es espejo de la vida
cuando esta no nos cabe ni en la herida.
El todo es hoy, por eso nos saluda
aquí está su fragancia presumida
cobrándonos con muerte toda vida.
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