Fantasía de Horizontes
Quizás sean mares o la nada
El camino recurrente es hacia mis adentro
sdonde los horizontes son luminosos
donde el destino es la muerte
Somos siluetas, desencajadas,
Tergiversando la razón
Inútil lluvia en el desierto.
Buscando cadáveres insepultos
Encontrando siempre
el espejo
o una red en el camino
Nos detenemos nos miramos nos enredan
el tiempo y las distancias.
Irreversible, inoperante,
el siguiente camino,
nuevos reflejos.
Nuevos hilos invisibles
tejiendo luces y sombras hasta el final.
Alondras o colibríes, alas de ángel
o demonios en ciernes.
Custodiando la aurora esperando residentes
Montarlos en sus lomos fantásticos.
Llevarlos en un suspiro una lágrima un beso
Dejarlos cotidianos al borde del abismo.
DESNUDEMOS AL VERDUGO
Vaya descubrimiento de verdugos
solitaria nuez bailoteando de arriba abajo
y a ese emblemático nudo en la garganta
lo tipificó el embrujo del silencio: Hombre.
No puede ver el incienso
un desaforado y rapazengullendo tripas
con el instrumento que grazna
una mano en el cadáver
la otra hurgando la roña
los ojos muy redondos
Inyectados del ácido de la muerte
esa que está devorando
sin desperdiciar una letra
atragantada de versos.
Imposible inmolarse en el aburrimiento
lanzarse desde el estómago
a recoger la codicia y la mentira
o cantar su hocico
mientras toca la lira con sus huesos.
!Paz! !Paz a sus restos!
será el adagioo el final de su cuento
nada en poesía
nada en el silencio
nada gritando versos
nada engañando fantasmas
nada señalando a los otros humanos
próximos poetas de su alimento.
Muertos
Aquí y ahora
desnudos de misterio.
VIAJEMOS POR TU CUERPO SIN PALABRAS
Bajemos un poco
vayamos descendiendo
lentamente
deslizándonos mas bien
desde el origen
hablemos
donde el viento y la luz
se ahogan juntos
allá en las vertientes de tu cuerpo
donde reposan los guerreros
donde se duermen los jilgueros
donde las rosas no tienen espinas
donde sólo hay pétalos
llévame de la mano al infierno
de sueños
al abismo
de sueños
al cadalso
donde envenenan de gloria
a los condenados
ya muertos
Viajemos por tu cuerpo
y dejemos que las palabras
descansen en paz
por un instante
Que los versos
no sean refugio del miedo
vayamos
llévame de la mano
y coloca la mía
en tus aposentos
descubramos la aurora
el plenilunio
Deja que acerque mi oído
quiero escuchar
cómo se escuchan las olas del mar
cuando golpean tu piel
Quiero escuchar el estruendo
de gaviotas dormidas
el retumbar enloquecido de nubes
la danza del fuego
el holocausto de todos los besos
la muerte tragando mi lengua
2 comentarios:
Estimado Poeta André:
Volver a tu laberinto donde paradójicamente uno nunca se pierde, pues las buenas poesías, como luces verdes de los semáforos, que nos indican el pase y camino a las buenas almas de los poetas, como en este caso los tres textos que nos presentas del bardo Freddy Ramón Pacheco. Un gusto.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Fredy es un poeta entusiasta. Dinámico. Después de vivir algunos años aquí, se ha nacionalizado. Enhora buena que te guste su poesía. Gracias!
André Cruchaga
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