Fotografía: Noé Lima, El Salvador
Constelación
Éramos dos gotas de tinta en un cuadro de Miró
Constelación
Éramos dos gotas de tinta en un cuadro de Miró
un pájaro encinta enlutaba los tejados con sangre taciturna
un violín amaestraba la luna con un enjambre de sueños
no fuimos nosotros solo nuestras almas
desabotonamos la materia al sexo de los gatos pardos
en medio de un orgasmo fingimos piedras
a los cuatro costados de un horizonte sin alas
éramos fuego sin bar sin copa sin noche
para morir al lado de los grillos
la sed dilataba los cuerpos olvidados:
un divorcio oxidaba canas a los treinta y un años:
un sueño de nueve meses era el pedestal de la muerte
no fuimos quebradiza escarcha
polvoso hueso encendiendo estrellas
poema sin título reliquia sin sonido
para ser nombrado con cualquier erección
fragmento de cinco letras emergiendo del suelo
éramos humo de noviembre jubiloso
del espejo sonámbulo desatando años:
tu nombre tibio cosiéndole trozos de árboles a mis manos
el azar era un pétalo del silencio
un marica hacía un poema político con Marx
naufragando en un trago de Vodka
sufre el viento sin rayos pálidos para quitarle la risa al Ché
fuimos cuerpos difuminados
una hilera de sombra desatando nubes
extraviada soledad envejecida ceguera desatando horas
morimos a cuestas con el tiempo necio
espina del poeta alcohólico
no éramos dolor festivo de orgasmo campanario doliente
con los astros agitados en la boca
un ataúd guarda peces bordando miradas en los labios:
un pulmón primaveral moría de asma
mudez entre puñales antiguos
la ebriedad enjuicia verdades a medias:
un abismo ajusticia la historia con los ojos fijos
ido el viento extingue botellas en los calendarios
con la realidad vendada y un pecho sin aire
éramos una catástrofe de pliegues de mármol
irremediablemente guillotinados
por un temblor adivinando insectos
diálogo cosido por espasmos
religiosamente apilando dedos
fuimos agujas deslizadas en la noche
sin gargantas pedregosas fatigadas por el ruido
un político regala disparos
al diario crujir de dientes trepando fogatas:
una niña es violada en nombre de la democracia en ciernes
un carnero despoja arrogante el descanso
a los electroshock de la sangre derramada entre amigos
un infatigable fantasma desvela ojeras
una mujer llora sobre su presa enmohecida de flores
éramos una canción ajena esclava ola
entre tus senos crepusculares
entre tu risa fluyendo en mi sangre negra
un cansancio tejiendo temblores en la niebla:
una magro sueño cuajado entre serpientes
somos un muro expirando
humo de cigarras una verdad hiriendo playas húmedas
con las palabras de un dios inexperto
despertando el sexo afónico
con el rumor del vino
con el ocaso de la soledad entre las manos.
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