Francisco saldaña Contreras, El Salvador
VIRGEN DE
FUEGO
La música brotaba
como volcán en medio
del mar.
Brisa
aleteos
murmullos
y ella sonriente
con su vestido en
llamas
y con los pies
descalzos
(en un rincón los
zapatos)
ella con perfume
de flores
ella ardiendo
ella al rojo vivo
ella al rojo rojo
ella
balanceándose con el viento
de la música.
Ella era la
madrugada
y el rocío con sus abanicos de plata
ella la lluvia
ella los ojillos
luminosos
de la ciudad
ella haciendo
gestos
y hablando de Heráclito Engels Gortari.
Ella yo
nosotros
encaramados en el
último suspiro
de la discoteca
enredándonos en
el baile
y en la piña con
piquete
y en el humo
vertical de los marlboro
mientras
allá afuera
voces lastimeras
se desgranaban
como puñados de
maíz.
SOLUCIÓN
Darío hijo
el aprendiz
de verdugo
dice que
Yotan no quiere
verme por
los alrededores
de su oficina
porque siempre ando
serio
malencarado
como si comiera
escorpiones
y tarántulas.
¿Será porque
nací a medianoche?
¿O será por la miseria
que me pagan
y en mis hombros
cargo a diario cinco
compañías?
Si él quiere
el problema podemos
arreglarlo:
que me hagan un buen
aumento para brincar de felicidad
y luego me quito las arrugas
y un pedazo de nariz
y así me quedará
un rostro perfecto
con una sonrisa
permanente.
ALLÁ DONDE SE OXIDA MI SANGRE
Todos tararean
una canción cualquiera
ajenos al día que
camina descalzo por el fango
ajenos al grito
de la flor al estallar en sangre
ajenos al dolor
que se descascara
en
silencio.
Todos ríen
y
critican
y
preguntan
y
escupen
y
se miran como
extraños.
Si supieran que
allá donde se oxida
mi sangre
la voluntad se
extingue
y para ganar bien
basta memorizar
periódicos
tomar café desde
las ocho am en adelante
dar vueltas hasta
destrompar zapatos
poner los pies
sobre el escritorio
y hablar de
pistolas
y de carros
y de putas
y de dólares.
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