Carolina Lucero, El Salvador
Amor lejano I
Silencio acongojado de tu ausencia
que se quedó entre mis labios
la tarde apresurada
de tus pasos
Busqué tu rostro interminable
entre la niebla
de humo de autobuses
de extraños pasaportes enmarcados
en los besos desvelados
Tu mirada entonces
se escabulló en el reflejo
de arenas encendidas
de pálidos colores que habitan en los cofres
del camino
Se quedó de repente
la tarde seca
en la convulsión
de mis interrogantes
La pregunta entonces
se esculpió en mi memoria
¿A dónde vas?
Del libro Hermano Lejano (inédito)
Amor lejano II
Nadie respondió
a la melancolía
de las interminables noches de amor
que se quedaron enclaustradas
entre mis manos quebradizas
Dispuse entonces
recolectar silencios
entre las piedras distantes
de tus ojos
Y encontré tu retrato
clavado en el balcón de mis penurias
forjando otra leyenda
de otras noches tibias
que hacen sombra en la distancia
Y busqué tu confesión
sembrada en el altar
de las noches vividas
con formas espectrales
y te volví a preguntar:
¿Dónde vas?
Del libro Hermano Lejano (inédito)
Amor lejano III
Era imposible la respuesta.
Tu aliento yerto sobre la tarde
me devolvió mustias las amarguras
cuando llegaron las cartas
Allí supe que en otros universos
el sol alumbra
como atelier eclosionado
por exceso de versos
rindiendo culto
al plástico sentido
La oscuridad podía simplemente
ser pintada
en el letargo de mis pestañas
Y tu amor,
tu amor interminable
con olor a tierra mojada
sufrió edema
de fotosíntesis
Pero para entonces
había terminado la poesía
de la lluvia…
Del libro Hermano Lejano (inédito)
Amor lejano I
Silencio acongojado de tu ausencia
que se quedó entre mis labios
la tarde apresurada
de tus pasos
Busqué tu rostro interminable
entre la niebla
de humo de autobuses
de extraños pasaportes enmarcados
en los besos desvelados
Tu mirada entonces
se escabulló en el reflejo
de arenas encendidas
de pálidos colores que habitan en los cofres
del camino
Se quedó de repente
la tarde seca
en la convulsión
de mis interrogantes
La pregunta entonces
se esculpió en mi memoria
¿A dónde vas?
Del libro Hermano Lejano (inédito)
Amor lejano II
Nadie respondió
a la melancolía
de las interminables noches de amor
que se quedaron enclaustradas
entre mis manos quebradizas
Dispuse entonces
recolectar silencios
entre las piedras distantes
de tus ojos
Y encontré tu retrato
clavado en el balcón de mis penurias
forjando otra leyenda
de otras noches tibias
que hacen sombra en la distancia
Y busqué tu confesión
sembrada en el altar
de las noches vividas
con formas espectrales
y te volví a preguntar:
¿Dónde vas?
Del libro Hermano Lejano (inédito)
Amor lejano III
Era imposible la respuesta.
Tu aliento yerto sobre la tarde
me devolvió mustias las amarguras
cuando llegaron las cartas
Allí supe que en otros universos
el sol alumbra
como atelier eclosionado
por exceso de versos
rindiendo culto
al plástico sentido
La oscuridad podía simplemente
ser pintada
en el letargo de mis pestañas
Y tu amor,
tu amor interminable
con olor a tierra mojada
sufrió edema
de fotosíntesis
Pero para entonces
había terminado la poesía
de la lluvia…
Del libro Hermano Lejano (inédito)
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