domingo, 23 de diciembre de 2018

CUERVO IMPOSIBLE







CUERVO IMPOSIBLE





      Cuando un poeta utiliza leyes, costumbres y tradiciones milenarias para poner título a sus libros como: “Ars Morendi” (el arte del bien morir), uno se extraña que el título siguiente sea “Cuervo imposible”. Huguín y Munin, cuervos asociados con el dios Odín de la mitología nórdica (dios de la sabiduría, guerra y muerte; dios de la magia, poesía, victoria y caza) Este poeta le roba los cuervos al mencionado dios de la mitología para darnos un novedoso y escalofriante título de su último libro, donde transfigura con su gran capacidad, el lenguaje de sus antecesores y contemporáneos; imágenes y metáforas que el poeta transformó  en su estilo de vida y escritura.
      La escritura de André Cruchaga, para mí, y muchos otros poetas es una de las más representativas poéticas centroamericanas en la actualidad. Tiene la genialidad de los consagrados, de expresión combativa y múltiples añoranzas. El acto de creación: el deseo de inventar la aproximación más delicada a la materia erótica (unas veces), pues en ella está la génesis de todas las cosas. En otros textos, el escenario es diferente: transgrede los absolutos y desazones de la vida cotidiana. Su poesía no tiene  diferencias respecto de los grandes del Surrrealismo como, René Char u otros exponentes de dicho ismo, (No en su acorde, sí en contenido). Sus poemas poseen múltiples aristas para su interpretación, (propias de su estilo) que nos llevan el aliento con el suyo a un asentimiento de su conjunto expresivo y vital…La fatalidad siempre está ahí, y, a menudo, lo lleva a estados de implenitud.
      Muchos son los comentaristas que se encaprichan en el decir de los poetas latinoamericanos que se arrastran tras las letras europeas. Lamentablemente en algunos aspectos es así; larga es la lista de poetas de este nuevo continente, que fueron y son geniales precursores de movimientos poéticos; algunos poetas de este nuevo mundo como Vicente García Huidobro padre del Creacionismo (teoría estética general). Fue el primer movimiento de vanguardia nacido en Latinoamérica (antropológico y humanista) que arrastró y dictó pautas a los poetas extranjeros de muchas campanillas.
      Basta leer un poema Cruchaguiano para aquilatarlo de gran voz innovadora, de un misterio de otredad ante la extraña presencia de sentimientos profundos, que estremecen al lector.  Este poeta podríamos decir que tiene semejanza con el poeta chileno Huidobro que movió, ya lo dije, los cimientos de la poesía europea. También podemos advertir las influencias que el poeta ha tenido en especial de la poesía surrealista francesa, pero su entraña poética ha sido potenciada por lo latinoamericano.  Es una de las voces más prolíficas de la poesía salvadoreña.
      André Cruchaga presenta en este libro que nos ocupa un lenguaje más apacible, repleto de añoranzas donde destaca el recuerdo de: “vos y yo” recurso que florece como las rosas en mi jardín donde se enquista el alma dolorida del poeta. “Vos y Yo” van juntos pero respiran diferentes aires  de desesperanzas, ausencias, lejanías; en ese “Vos y  Yo”,  participan los imborrables recuerdos de dulzuras y llamas; el poeta es “Un hombre en llamas” por ello su lectura–escritura va  saturada de emoción y rebeldía. Su poesía es huérfana y dolorosa, de aflicciones que a la postre le resultan en fertilizantes para su trabajo de hondura y de envidiable fecundidad. En la escritura de André Cruchaga, por lo demás, reaparece —insisto— la carga significativa de los elementos asociados a la angustia desde el yo experiencial, a veces por la incertidumbre y el descreimiento.
      Él es un creador incansable, se vuelve mago insustituible destejiendo atmósferas por entre la trama del cosmos, va a la vanguardia de muchos poetas. Es, sin duda, de personalidad introvertida. La obra poética de Cruchaga es sustancial y coherente, difícil a veces de comprender por el fondo y trasfondo de su ser: deviene de sus propias conmociones.
      “La obra Cruchaguiana”,  nació y se hizo con él y se me antoja hablar de los poemas contenidos  en este maravilloso libro que podría ser un “cuervo Blanco” (si hubiese uno)… donde  no sólo ronden los rumbos vitales del hombre, sino la creación artística del decir que camina hacia lo oculto e inesperado en un ritmo de trabajo intelectual activo, ávido lector de clásicos y folletines, de  movimientos poéticos, revistas, periódicos, etc., a través del tiempo; por ello, sus poemas acusan épocas de crisis, o estancamiento, de soledad y evocación, de improviso el poeta se siente huérfano  de humanidad y lo inunda la melancolía.  Como en su juventud, lleva la llama del camino de ese cuerpo suyo que nació con la vitalidad de la hierba y se abre al mundo de los poetas. Entran por sus sagaces pupilas, escritores, poetas, filósofos, filólogos, filántropos, entre tantos sabios…
      El desasosiego erótico toca su corazón de tiempos pasados y en el presente conserva ese impulso, quemándose cada vez en el fuego que lo calcina, “el desnudo de una mujer, dice, es la más estimulante, bella, incomparable escultura de toda la humanidad”… pero ojo, André Cruchaga, es  poeta de compromiso por la palabra y testimonio de sus múltiples y a menudo caóticas vivencias, su imaginación desbordante y espíritu le agitan las neuronas hasta estallar y transgredir al límite la palabra; esa pasión por la vida que lo quema, lo lleva una y otra vez fuera de la tierra y lo hace revivir como el ave Fénix. “Toda cosa no es sino el límite de la flama a la cual debe su existencia”. Esa llama objetiva, ese fuego, factor único de inspiración, trabajo y creatividad.
      Emocionantes recitaciones de sus poemas le llegan de diferentes partes del mundo con voces contemporáneas y de antaño que le quitan la respiración, e inesperadamente, con ellas deviene el sueño y ensueño, con el reiterado dejo de la pasión que le quita el peso de la orfandad. De nuevo la luna y su brillo, otra vez la desnudez y el milagro de Dios en su belleza, el poeta desde su memoria, cabalga muchos itinerarios, se baña en las tempestades, se olvida de todo, se rapa, expande el suspiro y escribe, sin cansancio, como escriben los poetas… ¡A Dios Gracias!...
      Buena parte de los poemas de André Cruchaga son de una belleza apesadumbrada, se desenvuelve entre prosa-verso. Él lleva la exaltación de sus noches de ensueño y sobresalto. Maestro de universidad y profesor rural en los inicios del ejercicio de la docencia. Su obra arrostra esa opaca luz de la patria que se desangra en medio de tanta violencia, dramática oscuridad por sus calles vencidas. Su corazón va herido, él cruza con zapatos de clavos y los malolientes pantanos de la desesperanza: la tierra desolada de su infancia y de toda una vida. Se puede escuchar a menudo al yermo labrador acuciado por la hambruna. Entra a la caverna y sale ileso, febril, insaciable, luminoso, porque sus extravíos son misterio.
      La cosmogonía de André Cruchaga gravita en un escenario de pesimismo existencial, extremadamente agobiante. Su poesía, parte en verso; otra en prosa, nos acerca a lo cíclico, es decir, que a través del texto poético-narrativo, (polifonía, espiral, voces, ecos, diálogo, monólogo), nos conduce a escenarios insólitos de su origen, al tiempo. Lo erótico-amoroso es sólo un recurso para darle rienda suelta a sus pulsiones y a los entramados del discurso poético.
      André Cruchaga, pues, trasciende la palabra con sus desasosiegos. Su orfandad se asemeja con el grito de la humanidad: su poesía es toda una experiencia de vida trágica, predestinada, sí, a trascender en medio de las miserias del mundo. Pero, contra todo fatalismo está la Esperanza y el fogón de su escritura.



Elena Muñoz de Latorre
Escritora chilena.
Licenciada en Filosofía, Historia Literatura.
Universidad de Concepción, Chile

lunes, 5 de noviembre de 2018

PRODIGIOSA BLASFEMIA DE ALFONSO VELIS TOBAR





PRESENTACION






PRODIGIOSA BLASFEMIA
DE ALFONSO VELIS TOBAR



Cesar Ramirez (Caralvá)

Fundador
Suplemento Tres mil

          De Ediciones La Fragua, San Salvador, 2016. 51 p. es una constante de poesía que recuerda el tema clásico de Dios y la Humanidad, en nuestra realidad salvadoreña la preguerra, la guerra y Acuerdo de Paz han significado la lectura literaria de diversos tonos que traducen los motivos del autor, es la historia social la predominante en las expresiones artísticas, así los años setentas y ochentas mostraron el rostro de la sangre, la violencia extrema, de igual forma su contraparte: sublime, heroica, fraternal; uno podía observar en los actores esas características humanizadas, aterrizadas en personas, encarnadas en seres humanos que sin pronunciar palabra eran conceptos históricos-sociales-religiosos, ellos no mentían.
    
          Cada persona lee lo que quiere leer, así en el libro Prodigiosa blasfemia el concepto Dios es una constante, desde su inicio la cita de Mario Benedetti, (Si Dios fuera mujer): “ Ay Dios Mío, Dios Mío  si hasta siempre/ y desde siempre fueras una mujer/ Qué lindo escándalo sería, que venturosa,/ espléndida inagotable, prodigiosa blasfemia”… nos permite visualizar el conjunto de la obra, en el tiempo que vivimos después de 25 años del Acuerdo de Paz, el signo del caos se pronuncia en la guerra civil, otro demonio es la posguerra y la nueva realidad, demandando una estabilidad aún no encontrada en el año 2017. Los capítulos del texto son relevantes: De dioses ángeles y demonios, ritual del amor, conversaciones con fantasmas y las arenas del tiempo, constituyendo un sistema de 32 poemas.
    
       Un libro de esta naturaleza constituye un intento de cerrar todas las heridas del violento pasado, sin olvidar el surgimiento de nuevos fenómenos: “Es un San Salvador hormiguero que va y viene/esquivando las maras del crimen voy de camino” (Tesis de mi sombra que vaga)… versos que atrapan la nueva realidad.
    La demanda a Dios me recuerda a Dámaso Alonso en su libro: Hijos de la ira, con el poema Insomnio: “Madrid es una ciudad de más de un millón/ de cadáveres (según las últimas estadísticas)/ A veces en la noche yo me revuelvo y me/incorporo en este nicho en que hace/ 45 años me pudro,/ y paso largas horas oyendo gemir el huracán,/ o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz/ de la luna./ Y paso largas horas gimiendo como el huracán, /ladrando como un perro enfurecido,/fluyendo como la leche de la ubre caliente/de una gran vaca amarilla./Y paso largas horas preguntándole a Dios,/ preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,/… así como Dámaso Alonso, Alfonso Velis insinúa: Y Dios no responde…  “¡Santo Cielo! ¿Dios? ¿Por qué no haces nada? ( A lo Quijote)”, es la misma desesperación humana de la guerra y ahora en los años de estabilidad democrática, aún existe violencia, desigualdad, injusticia en la nación y en el mundo.

    El exilio interno continúa en el poeta, las noches de frío, la indiferencia metálica, la nostalgia de la tierra tropical en medio de otra nación glacial, “Todo es blanco con la nieve/ la tormenta cubrió las ventanas/ Prados aceras en London/ Mientras en mi país todo es verde/ (A alta hora de la noche),” es un ajuste de cuentas entre las realidades: interna, externa, social e histórica, pero acepta su destino combatiente: “Y uno quisiera que nadie sufriera/aquí se aprende a vivir por nada/o se aprende a morir por algo…(Estoy poblado de gritos).

    Publicado por Suplemento Tresmil Diario Colatino. 21 de Enero de 2017.




                        POEMA- PROLOGO


! DIOS MIO! DÓNDE ESTÁS QUE NO TE ENCUENTRO!


Hola mi querido Alfonso Velis Tobar
Perdona que no te haya respondido
A la tarea que me has solicitado.
Te mando esta postal escrita en facebook
Sobre este libro llamado “Prodigiosa Blasfemia”
Que me ha costado leer de un solo golpe
Y que por sus tantas aristas de pensamiento
He debido hacerlo con paciencia
Y buena disposición para el análisis.

No creas que por tus reclamos a Dios por tantos hechos
Que lindan con una especie de indiferencia calculada
De parte del Ser que todo lo ha creado
Según los preceptos religiosos
Son verdaderamente inapropiados
Y que alguien deba sentirse culpable
Como un sujeto acusado por la Santa Inquisición.
Te entiendo perfectamente mi querido escritor
Hermano y compañero de este viaje sin retorno.
Por ejemplo, ante la matanza cruel y despiadada
De los judíos en aquella Alemania del Fuhrer
En la “Noche de los cuchillos largos”
Como podía Dios haberse desentendido
Como dices tú: “! Hay Dios mío!!Dios mío! Qué te has hecho”?
Pero mira como son las paradojas de la Historia
Ahora los mismos judíos de la Alemania Nazi
Son los asesinos del pueblo palestino,
Ya lo dijiste compañero,
“Tan cabrones como los nazis en su tiempo”
Por eso me atrae y apoyo siempre tu pregunta
Donde estás? Has algo en la conciencia del mundo”
Contra esos supuestos preferidos de Dios
Apoyados por el demonio mismo de la OTAN.
Y no es que blasfemes si no que es necesario
Parar esa matanza inhumana de niños, jóvenes y adultos
De la tierra Palestina, la vieja patria de un pueblo sacrificado.
Y bien por tu reclamo y tu requerimiento a Dios.
! Has algo tú que sabes mover hasta montañas!
“! Tan solo mueve un dedo mi Señor!”
Sin embargo, mi amigo lejano,
No solo te refieres a esos “Sionistas de mierda”
También reclamas por los muertos de tu país,
El pequeño coloso amado por Francisco Morazán
La estrella matutina de nuestro futuro.
Porque tal como expresas en tus versos
De niño solo querías viajar imaginariamente
Como pájaro del dulce encanto
Pero la maldad de los poderosos
De los que sorben la sangre de los humildes
Tal como manifiestas: “Mi país llora sangre que gotea
Todo el tiempo y donde la injusticia anda de rondas por las calles”
Cambio la ruta del sueño que debió ser reparador
En un país donde la paz fuese el efluvio de todo lo generoso.
Tus blasfemias son las mismas que lanzamos al aire
En estos parajes de cuerpos sin sol
De jóvenes patriotas asesinados
En la oscura ladera de una esquina sin nombre.
Tienes razón, Alfonso en blasfemar todo lo posible
Sin descanso, hasta que Dios nos traiga una luz
Donde podamos cobijarnos contra el frio
Que cubre a los despedazados en la ignominia
De una noche sin fin.
Y con esas frases de esperanza que roe la entraña
Bien exclamas en el más perfecto derecho del dolor infinito
“Y no es la religión que crea al hombre
 // Un día el hombre derribará al Dios//
 Que ampara el tesoro que justifica al poderoso”
Y no es casual que grites finalmente
Asumiendo el tremebundo desgarro humano
“! No seas infame! Qué te has hecho?//
...! Hice mal en decirte que te amaba!
¿Dios mío dónde estás que no te encuentro?”
Tu libro que es a veces canción, a veces elegía,
Transido de imprecaciones dolorosas
Es en realidad un canto al hombre mismo
Que como decía el español poeta
El hombre que sobre todo sufre y que tú agregas
Sobre todo muere abandonado en el recodo
 Donde Dios olvido el camino.
Y te acompañó en esa desgarradura mortal
De reclamo sin fin “! No seas infame!
¿Qué te has hecho? // ! Pesadilla que sueñas despierto!//
! Hice mal en decirte que te amaba!//
¿Dios mío dónde estás que no te encuentro?

Galel Cárdenas 
Poeta,  escritor Hondureño.

                               




Agradezco a mi esposa
Emmita, a mis hijos
por su contribución
de esta publicación
y  los amo al alma.


Ay Dios Mío, Dios Mío si hasta siempre
Y desde siempre fueras una mujer
Qué lindo escándalo seria, que venturosa,
Esplendida, inagotable, prodigiosa blasfemia.

Mario Benedetti
(Si Dios fuera una mujer)

        
     DE DIOSES ANGELES Y DEMONIOS

         “La noche de los cuchillos largos”
               (Poema sinfónico)

-I-
Aquí  en  London  rodeado  de  inmigrantes  judíos
En edades  de  ochentas  y  noventas
Me cuentan que escaparon  a  escondidas
De  las  ergástulas  cárceles  alemanas
De  sus  tenebrosos  campos  de  concentración
Condenados a morir  de  torturas de terrible hambre
O inanición de cadáveres vivientes  convertidos
En  ardientes antorchas humanas
Cual bolas de fuego rociados
Con  gasolina o kerosene

Eran niños estos viejecitos de hoy
En brazos de padres se recuerdan rehenes
Otros jugaban a las escondidas con la muerte
Judíos inmigrantes me cuentan en sollozos
Y entre la penumbra de sus ojos llorosos
Hombres niños mujeres ancianos
Obligados  a cavar sus propias tumbas
Es la historia más trágica del siglo XX
Ana Frank  cuenta en su “Diario” la suya
¡La zozobras, las angustias y que no dormían!
¡Dos años sin ver al sol preñados de  silencio!
¡Terrible horror de los horrores!
Ante el genocidio terrorista de Hitler
Con sus jaurías de perros del Tercer Reich
Sedientas de racismo  de persecución antisemita
Hitler  llevaría al mundo a una segunda guerra
Esa noche de 1934 noche de los “Cuchillos largos”
(“Noche de los asesinos”   hay ojos y  testigos oculares)
Para entonces allá  en Berlín el cielo de Alemania
Esa noche lucia estrellada de un paramo lúgubre
Era la noche y un miedo de aire fantasmal
Flotaba  en sombras de la muerte

¡A  torrentes corrían los fuegos y los gases!
¡Cuerpos como pantes de leña
En zanjas! muy aperchados
Aquellos que sobrevivieron  por milagro 
Los judíos no sabían su destino
Sin saber la magnitud de sus desastres
Hitler  propugnaba virulentos planes criminales 
Para  su exterminación total de la tierra
Pues Hitler impresionaba voz que espantaba   
Sus generales le rendían culto
Y le temían en reverencias
Y a escondidas las drogas y las mujeres
 Dicen que era su obsesión desde su bunker
¡Tanque que arremetía con rabia blindada!
¡Quien pensara  mal de sus diabólica!
¡Ame(N) (A) (Z) (I) (a) fascista!
Escribió  “Mi lucha”… ideólogo que era
Elocuente orador un vozarrón de huracanes
¡Hitler  un tipo…. y eso  solo es estar loco!
Un psicópata desquiciado mental
Entre los más criminales de la humanidad
Miles de almas rendían le culto  avasallador
 Y decía que la raza Aria era la mejor del mundo


Odiaba el judaísmo el marxismo el comunismo
Quizás Hitler Herodes que mató a su madre Agripina
Después de Hitler Nerón que dio fuego a Roma
El que crucifico a Pedro boca abajo, el de las llaves
 El celador  de las puertas del cielo el “segurite” de Dios
Hitler Calígula que nombró  cónsul de Gobierno a su caballo
Sacrificando en las catacumbas a cientos de miles de cristianos
Echándolos a hambrientos leones en la Arena del Coliseo  Romano
Los Monstruos gozaban esa fiesta bacanal de sangre
Sus cónsules procónsules y senadores a carcajada cruda
Bien hartados tuncos bañados en vino tinto
Rodeados de putanas mujeres gozaban sus maldades 
La historia se repite en otros crápulas del crimen
Encarnados en el  fantasma del “Fuhrer” los dictadores del pasado
Como los genocidas de América en la historia del mundo
Guardianes de imperios  sirvientes de capataces mayores
Todos  son “hijos de la gran puta” fichados ya están
¡En el infierno todas sus maldades pagaran! 
Aunque con Hitler  fueron millones de muertos
Atentando  contra la paz del mundo
¡Pero miren ya van cayendo los ídolos sagrados!





-II-

Mire Ud., la historia es una paradoja
¡Porque  eso inhumano degradante!
Como los Nazis hicieron a los judíos en su tiempo!
Ahora injustamente los Sionistas  de Israel
Están lo mismo haciendo padecer
El mismo holocausto de sangre a sus vecinos
Matando hermanos Palestinos
Que desde palabras bíblicos
Defienden su territorio contra el invasor
Es una ironía la humanidad un paradigma
¡Tan cabrones como los Nazis en su tiempo!
¡Estos Sionistas de mierda! ¡Sin misericordia!
¡Vienen a sangre fría arremetiendo a Palestina!
Ahora niños jóvenes ancianos y de otras etnias árabes
Viven angustiados  y  con abrumada desesperación
Ahora mismo masacrados  en la franja de Gaza
Por bombas criminales que lanza
¡El Pueblo Elegido por Dios! La tierra de Israel
Más bien elegido por el Diablo mismo de la OTAN
Y dirigidos por esa rapaz alma negra del imperialismo yanqui
Y  sus aliados  que invaden con rapiña otros países
Alguien escupa hacia arriba la escupida caerá en su cara
  ¡Yo solo blasfemo con mis prodigios infernales!
 ¿Dios si estás ahí en mi camino habla? 
¡Interpone tus ojos tu justicia divina!
! ¡Ay Dios mío! ¡Dios mío! ¿Qué te has hecho?
¿Dónde estás padre mío?
¡Haz algo en la conciencia del mundo!
¡Has algo tú que mueves hasta montañas!
¡Tan solo mueve un dedo mi Señor!





Ecuación de desencantos

¿Cambiarán en realidad las cosas?
¡Quiera Dios!  -- Dice alguien que estaba oyendo por ahí
¿Cuál Dios? - se pregunta otro que va pasando en ese 
Momento y se detiene por la calle
¡Yo no siento su felicidad ni la gloria de su presencia!
¡Yo no percibo angustia o tan solo un  respiro suyo!
Yo no veo que haga nada.
 ¡Para arreglar todos los males del mundo!
¡Se supone del mundo que él mismo ha creado en la tierra!
 ¡Quizás Dios es tan solo un mito para vivir con felicidad!
Si es que la gloria de Dios existe
 Esa gloria de que el hombre viva
A huevo y a como dé lugar un día
Creo que mejorarán las cosas 
Aunque sea solo en mí dorado sueño
Todo podría cambiar algún día
Yo sigo soñando un mundo
De mayor convivencia humana




Aullido nocturno

La torre del tiempo uno y el universo
 Mi espacio  sin medida es eterno 
¿Cómo cabalgaría un rayo de luz?
¿Cómo haría del tiempo un tobogán?
¡Deslizándome a velocidades  increíbles!
¡Esperando la mañana  erguido el pecho!
¡Cantando llorando a moco tendido!
El himno nacional en una parada de bus
Perdido en una ciudad de electrónicas
 Torres punzantes y rascacielos
De tenebrosos vértigos
 Y en las amuralladas tardes
Sigue siendo la verdad  a la  historia
Los pueblos no mueren todos los días
Hemos llorado ensalzado
A nuestros héroes y mártires
¿Qué es lo que sucede?
Nadie sabe de nada
Yo solo sabemos que no se sabe nada
Pero todo se sabe sin saber mucho
Labios sin nombre de pesadillas los  horrores
Y a sabiendas hay un canto de libertad
Siempre  brota el alma de un pueblo
Que no supo callar las injusticias
Que ni supo agachar la cabeza
Se vino la muerte que anda a tientas
Cada mañana te miraba pueblo
Y  hoy te sigo tan distante
 Mi grito es fuerte a tu favor
 Y un abismo oscuro de aullido nocturno
Nos vamos quedando solos, solos
A ocupar el  sitio que fuera de todos
¡De mi patio al cielo no hay más que un paso!
 ¡Cabalgaría  este rayo de luz
En mi galopante corcel!
¡Como un torbellino del viento!
¿Haría y vería brillar más las estrellas a lo lejos?
Eterno el tiempo a mis huellas gravadas
Soy esa sombra y el caminante perdido 
Polvo somos espacio sin medida
 Nadie puede callar roncan las auroras
Gritan sus odios las paredes del miedo
Así como ayer gritaron los muros las consignas
Se quedan ciegos sordos de miedo
 Lloran las flores del mal tiempo
¿Podría la situación un día cambiar?
¡Dios qué te pasa!  Vamos a pulmón tendido
¡Aullando contra lobos mayores! 
Que nos quieren comer vivos
O  borrar de la tierra quizás
¡Que prodigiosa es mi blasfemia
Contra todas las maldades de este mundo!
 ¡Oh noche  de fúnebres paisajes y cantos!
 ¡Oh Dios tan solo pispilea un ojo! 




Expatriado de tu geografía

      Todo el círculo de país pequeño
                          Que se queda quieto
                                                                                                                                            Lya Ayala


Mi país a la distancia de miles de kilómetros
Tierra de esmeraldas corazón de América
Vivo en esta inmensidad de territorio
Por curiosidad cuántas miles de veces me pregunto
Cabrían los 21 mil kms cuadrados de mi tierra
En esta  inmensidad de territorio
Florido de frescuras en colores 
Y de hielos invernales en que vivo
¡País mío tú de tan diminuto encanto!
¡Pequeña castañuela de amor!
Abrigado por el puño de mi mano
Pero es que no encuentro serenidad
Un día cualquiera en cuanto tus peligros
Puedes morirte de muerte muerte
De nostalgias pero es hermoso mi país
Tierra prometida de ensueños y quebrantos
Diminuto garbanzo semillita de mostaza
Luna llena resplandece en el horizonte
A lo lejos mi país de codiciosos amos
Con su pequeñez de mar y lágrima
Imagen de dolor mi gente sencilla
Mi pueblo reguero de hormigas laboriosas
Que llevo a flor de piel herida tantas veces
Estremecido en mi palabra
Temblor eterno temple de roca
Transido por la magnitud de tus tragedias
Hemos de muchos muertos
Sembrado de cruces tú historia
Expatriado yo de tu geografía
Tu pura ausencia me mata
Vivo y sé que existes
Por hoy el sueño me bota






Monologo de la muerte y el espejo

Y no esperarte con impaciencia
Llegará a platicar conmigo en su momento crucial
Este triste espejo que no más ayer se miraba
Pletórico de juventud único tesoro de la vida
Más hoy circulan años y días con la cicatriz
Que ha dejado la memoria del tiempo
Que supura que no fuimos capaces de vivir
La gloria que no supimos alcanzar
La muerte misma nadie la acepta de hecho
Aunque a la vida el mar de la tiniebla aceche
Mi soledad es cada vez más mía y tuya

Los recuerdos de una infancia ganada
Que sabíamos blasfemar  mi camada querida
Con la inocencia de matar arañas peludas en el patio
Una casa llena de aire fresco con  huellas  perdidas
De los padres que la edificaron con el barro de su mano
De su honradez los  sacrificios viven con nosotros
Esa madre abnegada que derramó ternura
Inclinada sobre su lavadero remojando su alma 
Asoleando su frente. Hoy entre la ancianidad
Casi se le parte el corazón su ceguera  miraba
Con la luz de sus ojos tiernos
¡Oh Dios mío! ¡Dios mío! ¿Quién eres para disponer?
¡De la vida entre los cirios que se apagan!
Ni aún el rostro escapa al aire  de la piedra que vuela
A la santa paciencia de esperar 
Entre las flores del bien y no las flores del mal
Donde no sirve de nada el dolor ni la alegría
Ante la majestuosidad de este espejo
Hay un grito inesperado a prolongar la noche
¡Oh Dios mío! ¡Dios mío!
¿Quién eres tú para dejar tu canto?
¡Ven dispone de mi vida a prolongar la muerte!
Oigo mi voz entre el  pleno otoño   
Y en el huequito de una enramada
Un dulce pajarillo canta.




De lo inesperado

Poesía y Ecología
Recobrarán dorado esplendor un día
En la eternidad de los instantes
Una muerte monstruosa a veces sin destino
Solo cenizas quedarán de la  invisible palabra
Que fue  tan solo significado y sonido
Cenizas se respiraba en el vacío que flotaba
Tan solo cenizas quedarán de esta galaxia imaginaria
De los fuegos furtivos en millones de partículas atómicas
Quedan  después de la hecatombe
Solo lluvias de cenizas
De la nada existía la devastación
Y la muerte será siempre incalculable
Viene el desastre el mal tiempo la peste
Solo cenizas serán tu cuerpo diseminado
Entre la desnudez  de los suplicios
Sin una lagrima encendida
Dejas todo ahí no cabe más nada
Ni de todos tus gozos terrenales
Nada te llevas dejas tus memorias
Tienes que deshacerte de todo
Hasta que aguante la polilla
Ante la eternidad de los sueños
Solo la materia de lo que fuiste
Solo cenizas quedarán de esta devastación
Repentina de la otra Atlántida
Cenizas a la tierra a lo mejor
Mis cenizas al sumo de una fruta una flor
La hoja deja  caer  su sombra inerte
Suspiro  sobre el lomo de las ramas quebradizas
Del  miedo vernos salvos del sueño del olvido
Despierta cada sol de la mañana

Cenizas de la tierra en siglos y edades
Del perecido  hombre que se oye
Que no sabe escuchar sus quejidos
Y en dolamas nucleares la martiriza
Por ello la tierra retumba y retumba
Desde  sus  bajos fondos  deslumbra
Y retumba de maravillas y misterios
Las mariposas vivirán en dibujos de los niños
Un día este sol se apaga para siempre
O quizás más se encienda como braza
En los años luz del canto cósmico
Un día esta gota de agua
Costará el ojo de tu cara
La atmosfera envenenada
De uranios y mortíferos gases
Experimentos de exterminio de bombas nucleares
Las guerras que arrasan campos y ciudades
Abriendo los agujeros negros se traga en el ozono                    
  Con lengüetazos de fuegos infernales
 Se está doliendo la tierra decantando sus llagas
 La fauna en sus dolamas se resquebraja supurante
Y en grandes oleadas de calor y deshielos
A golpes de olas se ahogarán los mares
La tierra derritiéndose cada instante
Inmisericordemente se despelleja se despluma
Entonces florezcan los enigmas eternos
De lo que inesperadamente está por llegar
Los  cataclismos las invasiones extraterrestres
El irnos a vivir a otros mundos convertidos en otra especie
Todo es una posibilidad mental y no se apaga
¡Que sorprenda  la grotesca  realidad de los horrores!
En la trágica muerte del hombre sin destino
Haz que recobre todos mis fuegos furtivos y apagados 
De mis  instantes solo cenizas quedarán
De estas tantas galaxia imaginarias volando
De los fuegos en millones de partículas atómicas
Tienes que deshacerte de todo
De tus chips digitales librarte del registro
De los archivos perdidos o renovados

De  los ojos que vienen de mis ojos y de otros ojos
Que venimos por generaciones perdidas de otros ojos
Nada te llevas  ni tus cenizas que fueron
El brillante esplendor más grande de tu vida
Cenizas fue este amor que no se apaga nunca
Este amor por la humanidad entera
Cenizas de los que dividieron el mundo
Para la propiedad privada
Y ya miden en parcelas el espacio sideral
Pero yo sigo soñando sueños entre sueños
Un mundo mejor con armonía social
Sin intereses creados ni divididos
Sin fronteras ni muros de concreto
Sin carnet de identidad ni pasaportes
Sin cárceles sin  reos criminales y penitenciarios

Soy humano demasiado humano
Quedan  los hechos tus huellas
Hasta que aguante del tiempo la polilla
Ante la eternidad de los sueños mis  pesadillas
¿Cuál destino depara a mi pueblo?
¿Será que la muerte llegará del cielo?
¿Quién sabe? ¿Hacia dónde vamos?
Queda solo mi palabra
Grabada en esta piedra
¡En esta lapida sin nombre!  



 Circunstancia  I

Solo tú eres capaz de inclinar la  rocosa montaña
 La tormenta de paso en cantos de sirena los  inviernos
 Mis temporadas en el infierno vendrán a ti
Y erguirnos al sol  verde radiante en tus rayos
Desde la tumba perdida y este loco a solas habla
Mi cielo toca tu paraíso terrenal tu limbo de ternura
¡Soy para ti!   ¡Lúgubre sombra en el paramo de la noche!
Y  el canto de tus abismos aterroriza mis  palpitaciones
 También entre luz y sombra las maras del mal acechan
¡Y en una esquina la muerte es desollada! ¡Porque duele!
Saber dar  saber recibir  con agradecimiento para volver a dar
¡Contigo Oh poesía al instante  recobro la razón!
¡Desde cuándo eres tan ciego!  ¡Dios mío!
Para no interponer  disponer o recobrar tu razón
A ojo  divino de buen cubero para no aliviar 
Las tantas quejan de este mundo. 






 Circunstancia  II
                                           Al poeta  José Roberto Cea
                                           Con hermandad existencial

Veo nubes negras en el horizonte
¡Que molesta esta piedra en mi zapato!
Estuve un poco enfermo en estos días
                       Me dice en su misiva
Un joven poeta de mi tierra
Que ya de por si la vida
Es una enfermedad
De la que  uno no se salva  vivo
Pregunto por mis llaves
Enredadas en mis manos están
Libro que nunca encuentro luego ando
En busca de otro que no encuentro
Y encuentro el otro que ayer buscaba
Un poema cuando ni pensaba en ello
Sucede que  al momento lo encuentro
Si necesitas alguna cosa de momento
No la encuentras y la encuentras
Cuando no lo necesitas
¿Debo reír o llorar tan solo son desencantos?
¡Amarguras de la vida misma!
Estoy con la cabeza  en cualquier parte
Menos donde debe estar
Aquí estoy pero me encuentro algo
Mi mente ¡existe! ¡Pues yo existo!
Pero casi  olvido  estoy por sacarme
Esta piedra que molesta en mi zapato
Mejor  darse cuenta de las cosas hacerlo broma
 Soy  el grillito cantor entre la  luz que ilumina
La oscuridad del tiempo.






Los frutos de Narciso

Esta copa de vino refresca mi cuerpo
 Narciso soy al contemplar la fealdad de mi belleza
Y morir en el fondo de las aguas
 El poeta Lipo quiso la luna alcanzar reflejada
En el fondo de  la fuente que le trago la muerte
Tufu que escribía hasta en las hojas de loto y de plátanos
¿Vendrán las diosas del bosque?
¿A beber mis lágrimas saladas?
Hay una misteriosa energía en mí
Hablo de la soledad  de la alegría
Mis ojos de caballo cierran espantos
Me extraño de mis propios pensamientos
Provocan sensación de rabia de miedos
Es la hora en que toda la ciudad duerme
Y en sus rincones oscuros asalta la muerte
De niño soñaba en recorrer el mundo en alfombra mágica
Y no pensaba en Dios ni en el pecado mortal del hombre
Yo solo quería viajar como pájaro del dulce encanto volar
Ellos nunca se quedan vuelven a morir 


Pero andar haciendo caminos luego regresa
Y caigo en una inerte y meditación profunda
Y miro el cielo y me despierto a gritos a media noche
Se conoce la ciudad se mitiga el hambre
Vomitando su malabarismo de aros y fuegos  
Alguien capaz de olvidar esta tristeza que es de todos
Y comienzo a escribir en la arena mi camino
Todo el universo que conspira en mí y en todos
Cierro los ojos y veo que todo acaba en el horror.







¡Si muriera mañana!
                                                                                                      Si la muerte viniera…
                                                                                                     Y que me haga una espera.
                                                                                                             Miguel Hueso Mixco.

Si por casualidad muriera mañana
Quizás este mismo instante
Que escribo este poema
No llevo no dejo nada
Ni petate donde caer muerto dejo
Ni dejo seguros de vida
Ni cuentas bancarias en dólares
No dejo herencias de familia
No llevo cargos de conciencia
Dejo mis títulos académicos
Libre estoy de pecados concebidos
Libre de pecados mortales
Que bañan de maldad el alma
Nunca mate a nadie más bien
Librados yo y mi familia
De ser matado a escondidas
Por los que sembraban el terror
Si muriera mañana lejos
Mis huesos reclaman mi tierra
Mis cenizas echadas al viento
La voz desaparece la palabra queda
Vida que aprendiste a enfrentar
El poeta  jamás deja la página en blanco
Ni  lleva la gloria que un día soñó
No todo sueño ha sido soñado
Soy el espejo roto de mis sueños
Al fin siempre fui un soñador
Deja su sonrisa  su huella en el tiempo
Deja sus besos y  las novias que recuerda
Y a su amada que tanto ama por siempre
Que sirvan a otros sus queridos libros las fotos
Sus zapatos viejos su bufanda que su madre  
Confeccionó un día con su hilo de crosshet por las tardes
La sangre en sus hijos  generando vida
Deja sus poemas medio cojos a quienes mis  vinos beban
Eres esa lucecita de siempre que supo alumbrar
Como un candilito mechita de trapo y gas
Que desparrama pocitos de luz
De su gran sabia humanidad



A alta hora de la noche

Miro la calle desde la ventana
A media sombra de la noche
Oyes allá  lejos llanto de niño
Todo es blanco con la nieve
La tormenta cubrió  las ventanas
Prados aceras en London
Mientras en mi país todo es verde
El vecino de enfrente ha encendido la luz
Le pareció golpeaban a su puerta
Aquí  llueve  nieve  con estruendos
Tornados huracanes arrasando vidas
A  35 grados bajo cero de puro hielo
En mi país siendo Mayo posible
Haya un hermoso ramo de sol radiante
De flores rosadas se encuentre lloviendo 
A cantaros en truenos centellas y tempestades
Y la lluvia recorra los montículos
Las calles  empedradas en  correntadas
Como ríos enfurecidos buscando su cauce
Por las orillas del pueblo
Para entonces jugábamos en los ríos
Los barquitos de papel trazados con maestría
No puedo dormir cuento las horas
Mi mujer duerme plácidamente a ronquido profundo
Acostumbrada  a sus aspirinas y taylenoles
A su dolor de cabeza que la postra de repente
Mientras escribo oigo latir  la soledad del viento
Que resopla contra los quicios de  las puertas que crujen
Los grillos vibran bajo mis pies
Todos en un solo nudo  unidos de manos y de conciencia
Mi madre  Margarita es toda  luz de amor encendido
Que no se apaga nunca no se aparta de la ventana
Y su ceguera encantada anda en la luz
Pensando en los hijos sus tormentos
Es que las mamas de uno
A solas  entre labios platican
 (Yo he visto a mamá hablar con Dios a solas)
Mientras yo entre  los querubines  y demonios
Deambula mi espíritu entre acechos
Mi país llora sangre que gotea todo el tiempo
Y donde la injusticia anda de rondas por las calles.



Tesis de mi sombra que vaga

Mientras camino por la Avenida Rubén Darío
Mi sombra se borra al umbral de la luz 
La poesía es oficio del hombre para el hombre
Y aquí en mi tierra la poesía llevó a la muerte
A poetas y profetas.  Y otros padecieron
 Las mazmorras de la cárcel
Torturados fueron por los esbirros
 Masacrados desaparecidos
Murieron por la injusticia que combatieron
 No soñaron sus triunfos ni sus glorias del Olimpo   
  Cantamos himnos por  el bien de la humanidad
¡Salud  mis poetas muertos de mi tierra!
Dignos de elogios y laureles sean mis poetas muertos
Merecedores  de  una Oda de Píndaro o de Neruda
Hay cosas absurdas increíbles cosas que pasan
El dolor  ciega los ojos murmura
Mi silueta y mi sombra andan por extraños  rumbos
Deambulo mi ojo abierto en paisaje triste de otoño
Y otros vienen berriando y berriando estamos  
Soñando  sueños de irse al norte a vivir su sueno
Mucho miedo me da cuando hojeo los diarios
  Las noticias del mundo me asombran
 Y en mi patria me estremecen
Y es que son tan fantásticas las noticias cada día
Y los periódicos amarillistas opinan porquerías
La corrupción es el pecado fácil de los poderosos
El consumismo en colores hasta las narices
Ya luego entra  el sol  y la sombra me persigue
 Y camino sin rumbo por esta avenida
Es un San Salvador hormiguero que va y viene
Esquivando  las maras y el crimen voy  de camino
Ojo al Cristo un monumento a mis poetas mártires imagino 
Y a todos los caídos que se fueron a la lucha
Me voy rio de gente abajo me hago el loco el maje y oigo
“Hay viene la cuilia”, como decimos por aquí en mi tierra
Haciéndome el pendejo  riéndome yo de mi mismo
Fantasma soy perdiéndome entre la multitud.



Mudanza

Pensando en moverme de sitio
Estoy a la espera de volvernos un día
Soy el que espera el correo de la tarde
Que viene de lejos allá del mar del sur
Ayer recibí carta del “Pichón” Cea 
El poeta habla de la esperanza
 De un pueblo que lucha por vivir
Un pueblo que se niega a morir
Tenemos esa historia triste
Trágica heroica valiente
Estoica como pueblo
Dolor de país distante que se vive
¡Oh navegante rio que me siento arremetido!
¡Manejando mi velamen en el horizonte!
Mientras sopla el viento sobre las olas
Y las olas nacen violentas con el mar
Estoy pensando en mi soñado patio
Extrañando lagos y lagunas  ya secando
Y sus montañas ya se descuajan
En negocios ilícitos la mafia y el poder
Sus volcanes de cenizas apagados
Ese dolor del país sueño distante que vivo
La sorpresa de la insólita noticia 
Persistimos somos incitadores insubordinados
Aunque sea trabajo de hormiguita
Me estoy moviendo de sitio
En esta monstruosa ciudad
Rompiendo rascacielos entre rascacielos colgantes
Que me ciegan los ojos sus luces de colores
Como decía mi hermano Alfonso Hernández
El poeta que cayó en la lucha
Pero es este sueño de ir siempre y hay vamos
 Labrando un futuro luminoso







                           RITUAL DEL AMOR




Amor clandestino
Tus senos como pequeños frutos ácidos
Hoy creo en la posibilidad de amarte así clandestinamente.
Alfonso Hernández


La más graciosa la más hermosa muchacha
Del pueblo se citó conmigo a escondidas
Luego  muy radiante está por llegar
            Por el sendero del bosque
Allá bien adentro del cerrito
A la orilla del viento
¡Llueve! ¡Estoy solo alegre!
Y no me aburro de esperarte

La brisa que suspira la paciencia que babea
Y la juventud de aquellos días
Pasa juntito a mi  te oigo entre la huerta
Por la vereda aquella te sigo en mil gestos
Las horas meditando a solas
Esperando a que llegues a mí
¡Como aroma de bálsamo!
Soy el viento irá de pronto ansioso
Buscando la colina de tus azules piernas
Añorando tus pechos florecidos
Con sabor a frescas uvas
Hechas madurar debajo de los bosques
¡Oh yo te abrazaría!
¡Toditos tus rincones tocaría!
Me tumbas de fuerza hacia tus senos
Encabritados caballos en el campo
En la ceguedad de la noche acariciare
Mamando tu soledad de macho cabrío
Apretándote mientras mancho
Y estrujo tu frondoso cuerpo moreno
De poros tan calientes tan ardientes
Hasta quedar tranquilos


Cual otro manso rio irriga satisfecho
Tus piedras y ramajes
La estación que nos acoge
Mozuelos aspirando sus cuerpos
Te espero. Siento frio ¡Hundido en ti!
¡Al fin se puso el sol!
¡Y asaltó de luz tu cuerpo






Espejo roto en sus detalles

En esta tarde esposa mía
Ausente de mis lamentos
Las agujas giran al revés
Correr el tiempo quisiera
Que sean las doce de la noche
Las seis de la tarde mi locura de Quijote
Respiro suspiro encojo mis rodillas
En moderados movimientos
Mi perrito  juega interrumpo el instante
Me rasca los pies sacude su cola
Me huele suave lame mi cuerpo
Luego salir a orinar la noche
Su compañía me persigue a todas partes
Pero sigo lamentando tu ausencia
Miro el reloj son las siete
Oigo el estridular de un grillo
Podrías de repente aparecer por hay
Hostigar lanzar diatribas infernales
Y encerrarte con llaves y candados
Al capricho de antojos y encantos
El abrazo fuerte de tus calores fríos
Tú con el silencio de mis ojos
Tu espacio sin medida cuando viene
Esposa mía ya la madrugada viene
Cayendo respiro en tu vacío mí suspiro.




  ¡Eres un asalto al cielo!
                                                                        En ti se acaba mi neurosis
                                                                        En tu cuerpo recobro mi principio
                                                                                José Roberto Cea


¡Eres un asalto al cielo!
¡Una fuerza de unidad!
¡De lucha! ¡De llanto! ¡De guerra!
¡Eres un himno a la alegría!
Para triunfo del sueño
Sol de mañana
Aurora de tierno encuentro
Trinchera de luna y viento
¡Eres perpetuo movimiento!
Y somos capaces de recordar
Sembrar un hijo
Como árbol como piedra
¡Oh noche  asomas!
¡Un fantasma que llora!
Niño del vecino que murió
Sin una gota de leche
Junto a la lejana
Tristeza del perro
Que en el patio aúlla
Quizás sin su  hueso de mañana
Somos jadeantes sombras de la noche
Sombras que al paso
Se escuchan calladas inmóviles
En la soledad de los portales
Eres amor que espera la belleza
La libertad de arder
En mis lozanos huesos
Eres amor que espera la palabra
Aquí contigo se recobra el misterio
Aquí me aprietas
Deshaciendo el  instante
Bajo esta sencillez de  amarnos
De encontrarnos ardiendo en el lecho
Una manera de  nacer luego de morir
Contigo  se  oscurece la luz
Y penetrando esta tierra me voy a fondo
El paraíso encantado de tus escombros
Es que tú eres la razón de mi canto



 ¡Sin furia apaciguada!

Aunque despiertes dormida
Sentirás mi rugido de jaguar sediento
Con agilidad de tigre alcanzaría
Tu mirada que me apacigua el llanto
Soy la gran lengua busco tu aliento
De eléctricas caderas temblando
Estaba escrito bebería  tu saliva con amargura
Bajo  infinita ternura
¡Oh corazón de cristal!
Revientan luceros tus labios
Lucen flores silvestres tus sienes
Sacrificaremos vida pasión y llanto
En los sagrados ritos del pasado
Vivimos  en el mundo
Una dura época de la historia
La naturaleza arrasándolo todo
Cientos de muerte con furia apaciguada
Y el imperio que ametralla arrasa campos y ciudades
Ave de rapiña y ventosa  de globalización
Quieres absorber con tus dominios
Olvidar los días  difíciles
Vienen devorando vidas los misiles
Ancianos y niños y pueblos
Una  rosa de pronto  lame su miel
Libando de encantos  veo tu piel
Mientras brillante tu rostro
¡Cosita chula cachimbona que sos!
¡Cabes en mi fondo así cabal!
Justo a la medida
Florecen los tulipanes ahora
¿Quién me puede curar?
¡Este mal de las ganas de estar contigo!
Somos  una sombra buscando la luz
¡Cosita chula que  sos!
Como decía Pedro Infante
¡Mujer que me paras el pecho! 



                                                                             
Corazones pecan en secreto

Echada en un Rincón de este ancho patio
Una vaca muca adormitada mastica la tarde
Al bullicio de las urracas revolotean en el naranjo
Al momento caen dos gotas de sangre
Y la tarde que pronto se muere
A los vientos helados que vienen silbando
Aquí yo en este patio en esta casa vieja
Cuando yo era niño y después parecido joven mozo
Prendido a los ojos de aquella muchacha en flor
Ya la noche viene abriéndose como una sombrilla
Mi paciencia se encuentra hoy apacible
Amo mi caballo que corría tan veloz rumbo al monte
Como un huracán con bríos relucientes
Y hay rumores de lluvia en nubes negras
El hombre y la mujer dejaron la ciudad
Por la mañana a los primeros rayos del sol
Salieron rumbo al norte para no regresar nunca
Se perdieron para siempre
Salieron como huyendo de este infierno
Salieron desesperados quizás con esperanza
A como les tocara buscaron su sueño americano
A la hora en que el sol se tapa con el dedo
De la muerte su propia sombra ciega de luz
Tengo una extraña pereza muy intranquila
Por ahora aquella linda mocita camina
Y a la luz de la luna a escondidas llega
Ahora somos tú y yo en esta cuita de amor
Y yo luego de desmontar mi corcel esperaba.
¡Oh Dios mío se muere la tarde!
Y que me importa a mí si voy al infierno o al cielo
Esto es solo temporal y mejoren las cosas
¡Santo Dios! ¡Y no porque sea un milagro tuyo!




 Lo que nadie recuerda…vive

Esta lluvia este viento que golpea mis ojos
Lo que amamos nunca se acaba
Viejas fotografías que todavía
No he tenido tiempo de contemplar
He llegado a casa desde una larga ausencia
Y al abrir la puerta los días vuelven cantando como ayer
Y al eco de mis pasos he sentido un chirrido mohoso
De gavetas y armarios apolillados llenos de cosas viejas
Que me hablan y ya no están las cosas en su mismo sitio
Hay polvo herrumbre de soledad en los pasillos
      ¿Y de qué sirve este huérfano silencio?
Que encuentro en el rincón más querido de la sala
(Donde solía leer a Salarrue)
 Solo aquel recuerdo de padres y hermanos
Que se llevan en la sangre vuelve hoy  a mí ser de niño
Es lo único que vive en esta oración de música lejana
Siempre una ausencia me persigue y no la encuentro
Un ladrido de perro amado husmea la tarde
Como esa sal en la lumbre de los sueños
¡Oh Dios mío qué no te encuentro!
Hay en esta casa un instante de alma vacía en mí
 Que sale a recibirme.


                                                                                                        

                                                                                                    
CONVERSACIÓN CON FANTASMAS


Elegía para alcanzar la primavera

Somos  capaces de reír o de cantar
Aquí en mi tierra hasta las piedras lloran
Y entonan su lamento de esperanzas
Somos bebedores de lágrimas de frutos amargos
Entre las noches tenebrosas del sueño
Los ciegos andan a la luz de sus angustias
El párvulo frio de la música de los que pasan
Sudando la gota gorda de sus miserias explotadas
La vasija de la historia desangra su pasado
Doloroso siento el quejido que se cuela
Y en el ánfora mágica del tiempo la alfarera
Clama los encantos perdidos de esa historia
Hemos aprendido con estoicismo las tragedias
Para enfrentar  los mismos horrores de ella
Hemos aprendido la bravura de las olas
Mar que día a día agitase cada vez más
Somos capaces de alcanzar la primavera
Somos capaces de ir escalando a valentía calada
Los peldaños de esa historia que llora sangre
La estocada del asalto en una esquina
El caos social  ungido por la muerte
¡Empiezas a desconfiar de tu misma fe!
El crimen organizado de las maras
Salir a la calle da miedo en esta tierra
¿Y entonces dónde está Dios que no hace nada?
¡Ojala Dante encuentre a los malvados!
¡Penando en el fuego de sus infiernos!




Regreso al lugar natal
                                                                                 Esta batalla te la debo
                                                                                 Esta batalla de vivir
                                                                                 Llegando al mismo sitio
                                                                                 Como el escarabajo.
                                                                                    Alfonso Quijada Urías


No  soy el eterno extranjero
En mi propia casa de infancia
Llena de  recuerdos sombríos
Solo quedan sus resplandores
Casa derruida aguardando despojos
Abandonada por el orín del  tiempo
Mapas de moho en las paredes
Ocho ombligos enterrados en el patio
Bailando su  son de niños locos

Aun ni el agua que corre
Torna hacia su manantial
Todo llega a un final eterno
La vida de los hombres se pierde
Como dejan huellas las aguas de los ríos
Que pasan a perderse en el mar

El tiempo consume el tiempo come
Devora las entrañas de la vida y el misterio
Deja huellas corroe cicatrices
 Heridas profundas que duelen mucho
Pero hay más tiempo que vida
Lo que no tenemos es mucha vida
Para vivir todo el tiempo 
que quisiéramos vivir

Aunque lejos sentirnos cerca
¡Y de veras que duele su ausencia!
En todo caso salir un día
De la patria que se ama
Es regresar de nuevo
Como el escarabajo regresa a su mismo hoyito.


                                                                                              
No es tormento la muerte

Existe la poesía la vida
Canto y poesía música y palabra
El verbo la creación misma de las cosas
El  principio y un final de la noche a la mañana
Nada es eterno estático todo cambia
Hay que dar gracias a Dios ¿Si es que existe?
 ¡Aunque yo no siento su presencia!
¡Blasfema la gente por todo!
(Hasta del gobierno y del vecino)

Basta de miedos busca el instante
No podría  vivir sin ti quería verte
Llevarte esta tarde a la huerta
Mira la vida tiene sus encantos

¿No sé por qué impresiones?
¿Hablo de muerte en estos días?
No pueden conmigo los diablos del mal
No la presiento no me voy todavía
Pues es natural inevitable miras rechoncho
Como un cerezo florecido
Nunca me sentí mejor en la vida
EL mal zacate no se quema
Viejos son los caminos decía  Beto Zetino
“Patarisca” caminaba como Chaplin
Y gato con botas de policía municipal
Hay una grieta al asombro del  túnel
Escoja su momento para venir a traerme
A los abismos del olvido a la otra vida
¿Si es que la hay? Uno no sabe nada
Recibir premios o sentencias es la consigna
Unos tienen tanto miedo a  vivir que no viven
Otros tienen miedo a morir que  hablando se mueren
Así de muerte de natural manera de repente
Un día cualquiera unos tienen miedo tenebroso
Otros ríen a carcajada cruda
Del qué dirán los otros luego ahí se quedaron
Otros por sus  ideales no temen morir
Mueren luchan cantando y cantando
Como las chicharras de Semana Santa
Y  de todos sus males espantando
Abrazados a esta locura desesperada de morimos
Sin enterarnos de nada
Miedos a no alcanzar los triunfos
Porque los triunfos se derivan de las luchas
Miedo a soñar miedos en el sueño
A soñar despiertos vayámonos a soñar
A manos llenas para todos los justos
 ¡Qué cosas verdad! ¡No debemos enfadarnos!
No me importa lo que ocurra.
¡Bueno sí me importa!
Pues la vida tiene inesperadas sorpresas
Bien las tragedias dolorosas los horrores
Lo que sea debemos enfrentarlo
Un viaje de mil leguas  en camino a mi patria
Empieza con un paso desde el corazón
Viviendo bajo el Dios Baco hay momentos
Me decía mi abuelito “Manuel”
Ya luego hablamos y no te preocupes compañero
No habría mejor manera de morir
Todo extinguiendo la vida no es eterna
Cambiando desde el pasado infinito
A los mitos inciertos regresamos
De la otra vida el día del juicio final
En que muchos cristianos errantes
Con sus muchos muertos se levanten
Del olvido del sueño eterno se levanten 
 Juntarnos los seres queridos de siempre
Se murió se murió hay que vencer al miedo
Para vencer a la muerte
¡Y si la vida es sueño intensamente!
¿Por qué esposa mía por qué desesperarnos?
¡Junto al ciego amor de morir contigo!




Situaciones


La lluvia se calmó toda serena
Para contemplarla desde la ventana
Esta locura de hablar a solas
Alguien vive llegan aquí llorando
               Con apego a sus escrituras llegan tocando puertas
Pero alguien llega riendo y se marcha riendo

Desde esta ciudad muy lejos de mi patria
Solo tenía un ojo y una mano para ti
Y veo mi sombra al amanecer en soledad
Pero al medio día vuelvo a mirar tu sombra
Mujer mía me llevas a la orilla de tu alma
Y tus encantos matan  despellejas los oídos
Mi recuerdo corre en el corazón natal
Una fuente de agua fresca llena de Diosas y ninfas 
Pasabas te contemplaba flotando de gracia y tímida
Eras para mí la flor  más bella entre todas
Y lejos vine a beber las aguas de tu fuente
Aquella mañana de mayo acariciando tus trenzas
Me volví  loco también y vi reflejar
Mi imagen en la pupila de tus ojos
Deslizándose entre vaivenes y vaivenes
Hamaca meciéndose al empuje del ventarrón
Hay resplandor y mira mujer caen las hojas de otoño
           Arrastradas por el viento de las tardes
Cual mariposas amarillas en bandada silvestre
Para dibujar  las hojas por los suelos en alfombras
¡Crudo!… dicen ¡vendrá este invierno!…
Y saber esperarlo y uno aprende a vivirlo   
Como siempre verlo sentirlo tal cual como es
Yo sigo añorando tus encantos invernales
Que me das miedo estas como los diablos
Eso es cierto. ¿No sé? ¡Tú desesperas!
 Con razón maldices la estupidez de los hombres
¡Oh Dios qué pasa contigo endereza el camino!




Mi Diosa cotidiana

                                                          Creo en la poesía mi Diosa cotidiana.
                                                                             Roque Dalton


En todo caso las palabras me llevan de la mano
Me llevan al infierno al paraíso de mis utopías y  ensueños
A los recónditos faroles de imaginación y fantasías
No tengo el dominio de las palabras
Ante la magia que contienen
Es la poesía la esencia del verbo el principio
Que esperaba despertarse en sus hechizos
De todos los instantes el padecimiento
El hombre la sociedad la vida misma
La poesía mi Diosa mi religión que canta
Se baila se llora se ama se juega la vida
Llegamos a la revolución  por amor a la poesía
Y por conciencia de clase en todo caso
 Por esta veneración a la poesía llegamos a la revolución
El poeta alquimia de las palabras
Entre poetas magos  y profetas
Hay una hermandad afín en la lucha por la justicia
En todo caso el compromiso  es la poesía
Fieles a ella voz integrada a su lenguaje total
Es palabra Gillette de doble filo la poesía
Contra la desigualdad la opresión
Por la libertad defienda el miedo y la felicidad
¡Pendenciera  tahúr y jugadora del azar por las noches! 
¡Rastreadora de todo  mal amén!
¡De la falsa modernidad de los espejos
Los poderosos  del consumismo y del dólar
Poeta organillero ayer guerrillero
¡Caramba!  ¡No te quejes!
Los poetas no sirven para  nada
 Solo para soñar en sus Olimpo
Aun así los poetas son la honra de su tierra
El coraje de entregar  la vida los poetas
De muertes  gloriosas los poetas
¡Cómo te extraño! ¡Oh poesía nunca puedo!
¡Jamás! ¡Jamás! Como dice la canción
¡Y no puedo echarte de menos! ¡Oh poesía!
¡Aunque no llegue a mi bolsillo!
¡Un tan sólo centavo con tu oficio...!



 ¡A lo Quijote!

Te levantas suave brisa de calor
La frustración se vence es tu mente
Por la mañana una limonada caliente
Limpia las garrasperas del corazón 
Así decía mi abuelita Chabela adobando
Las especies mientras el batidor de café
Borbollaba de alegría entre las brazas
Al gran fogón de la cocina un fuerte viento 
A las meras cinco de la mañana
 Cantando gallos y gallinas en el patio
Oyendo al vecino de enfrente
Que golpea cantaros y guacales
Oyendo tempranito por la radio
Las canciones de Pedro Infante
Mi vecino don Nando “Hojalatero”
Llegan los  perritos meneando la cola

¡Manos de todo el día hacían suave los instantes!
Era otra época. Me alejo de los libros
Y algunos no los entendía puro gato husmeaba
 Nudo  atorado en la garganta piedra soy
Pájaro del dulce encanto como don Quijote
Chiflando todo loco y eso si que no me compren
Que no me programen
En sus agendas plagadas de maldad
No te hagan pensar  con el estomago
Ya te gravan en archivos electrónicos
Ya registran tu número de identidad
Ser bondadoso a veces por algo
Pues no se debe ser  tonto por bondad
A solas enjugo mis lágrimas de cocodrilo
No bajo el espíritu ni la guardia
Estoy águila de todo instante que retumbe
No soy astuta víbora ni suspicaz ave rapaz
Soy  esa sagacidad de jaguar 
Rompiendo como la flecha el aire
La valentía se mide con la razón del  corazón
Sal a combatir los  molinos  de la injusticia
 ¡Ármate Caballero en estos tiempos!
Cabalgando la razón de la sin razón
Mi bella “Dulcinea” de amor desenfrenado
 A la retaguardia  en su burro la razón
Sancho fiel escudero fantasía soñolienta 
 ¡Ármate! ¡A como puedas en estos tiempos!
En que vienen a tirarnos tantas piedras
Pienso que un día sea muy alegre mi patria
¡Forjada con sangre de dolorosa historia!
¡Mi patria siempre ha sido triste muy triste!
¡Oh noche  desparramada de estrellas vienes!
Hijo soy de una patria que amo que vivo
 Mi Rocinante de piedra relincha airoso
¡Y no sabemos en sueño todo futuro!
¿Qué nos espera? ¿En qué vamos a deparar?
¿Cuál es el destino de nuestro  pueblo?
¡Todos que encontremos un mundo feliz!
 Eso es navegar   echar a volar la imaginación
Y  montar  los caballos oscuros del cosmos
Y el hombre entre los trescientos millones
De estrellas de la vía láctea granito del universo
Y de los invisibles fantasmas del ojo humano
 Incapaces de comprender los monstruos
Este agujero negro trae caos e  incertidumbre.
Pero  los molinos de vientos tan violentos 
¡Se debaten en actos y miedos tenebrosos!
¿Qué camino nos queda a la humanidad?
¡Santo Cielo!  ¿Dios? ¿Por qué no hace nada?
¿Contra el malvado poder de la tierra?




Huracán


Al dolor de mis hermanos
Siento vergüenza de mi mismo
Viviendo como dicen en el mejor país del mundo
Casa de confortable calefacción
(Echando la gota gorda por vivir)
Junto a mi buen vino sin hambre sin sed
Y allá lejos en mi patria ausente
Los más pobres sufren a su intemperie
Sin un techo sin un pedazo de pan
Ni pocitos de café con leche
Ni camas ni frazadas quizás
Abrigando a sus niños
Quiero darles una mano
Mi corazón mi casa
Ellos batallando contra las injusticias sociales
Las inundaciones entre los escombros de las piedras
Entre escabrosas lavas de volcanes apagados
Entre ventarrones silbando aterradores
Entre terremotos soterrando vidas edificios
Y todas las queridas cositas que pone amor
Contra los ciclones del mal tiempo
Los huracanes de los océanos bravíos
Golpeándolos de muerte dolorosa
¿Por qué  la naturaleza es injusta con el hombre?
¿Por qué  el hombre  es injusto con la naturaleza?
Al destruirla a mansalva de sus oficios e intereses
(Ya no será posible un día la vida en la tierra)
Como fuertes correntadas de caballos desbocados
En galope arrastrando todo a su paso enfurecidos
Lo que a su paso encuentran soterrando vidas
Entre lodos barrosos allá entre arrabales en desahucio
Las marginales chozas oscuras que sostienen techos de cartón
Y ni las mansiones de los explotadores
Defensores de sus arcas doradas
Que quitan el pan de la humilde mesa
Que pesan en balanza el sudor  expoliado de los pobres
Que roban la belleza del  paisaje
Que venden nuestro país al  mejor impostor  del imperio
Destruyen por ambición hasta el medio ambiente
Amalgamando ganancias  a sus bancos financieros
Ni ellos mismos se salvarían a su corrupción de pecado fácil
Ante los embates de la naturaleza misma
Ante los flagelos de los torrenciales diluvios
Que vienen empantanando todo hasta el alma
¡¡Pero resurgiremos!! ¡Fortaleza pueblo mío!
No perder la calma la esperanza que se haga vibrar
Después de tan crueles tormentas
¡Siempre habrán soleados atardeceres!
¿Por  dónde  te has  metido Dios mío?
Quiero contemplar la nueva primavera  
   ¡Tan solo mueve un dedo!  




LAS ARENAS DEL TIEMPO


El caminante y su sombra

Si fuera un sueño te lo diría en el aire de tus ensueños
Si fuera una lagrima anidaría en tus imaginarios ojos
Y si fuera un jazmín pendería en tus radiantes sienes
Y como una abeja zumbaría amoroso tus mieles
De vientre maduro perdura  la calle corroe mi alma
Aunque  andar en zancadas de miedo a salto de mata
Andar en todas partes emprendí el camino entonces
En  un instante de mi mismo perplejo
Un cerco de izotes  divide los linderos
Veo que ya está  atardeciendo
Pienso en mi delicada flor mi gran amor
Con la que moriré a pesar de sus martirios
Que desespera las tantas veces desespera
Que desparrama violentos pétalos al viento
Cuando así se “encachimba” tan dulce y de encantos
Entonces me fui a fondo así como llegué
Para besar sus canelos ojos en la oscuridad
Vagabundo soy de mi propia tierra y mis ausencias
Toby  o Príncipe  mis perritos mimados
Me enternecían con su bondad a recibirme
Y  aquel babea su hambre callejera
Yo pájaro en camuflaje de colores
Cuando va llegando la noche
Vigilada en sus quehaceres la ciudad
A solas en medio de la multitud 
Y admito que estoy perdido en sus rincones
El sol brama  fuego  de angustiados rostros
Soy ese pájaro no termina de  volar
Vagabundeo  la ciudad estoy perdido
                   No es la misma ciudad de ayer está cambiada
Vine con palabras sin pelos  en la lengua
Y también entre mis locuras maravillosas
Traigo un tanate de alegrías y  de esperanza
                   El tiempo deja su marca su huella y sus glorias
Si pudiera soñar lo soñado en el sueño de morir contigo mujer
Si no se habla la saliva se coagula de lamentos
 La sombra  y el caminante sus pesares me persiguen
A la luz del sol  viene el cielo ungido de tormentas
Y me veo aquí en San Salvador medio atolondrado 
Acompañado de mi sombra perdido de ardiente sol
Bucéfalo  que se asustaba con su propia sombra
Deambular mis asombros entre la multitud agitada
Estoy pensando apetecido esta cerveza fría
Con churrasquito de cerdito de boca y ejotes frescos
Con su mayonesa de ajo y el chilito picado
Y cebollitas curtidas en vinagre de manzana
Entre la familiaridad de los instantes
Libando mi tristeza ya para pronto  atardecer
Y ya nos vamos así como hemos venido llegando
Para estar pronto en el regreso
Oigo en  mi tierra un aullido profundo y lejano
Cuando la  muerte viene al acecho.



Hora de circunstancias atroces

Hace algunos días he dejado el lápiz
Una página en blanco reclama
La palabra plasma sonidos y significados
La lluvia deja de caer
Las plantaciones en sequia
Todo se volvió árido la frescura misma
Sin posibilidad mental
Vino el acaparamiento
Los comerciantes sin escrúpulos
Juegan al hambre de los pobres
Pagan el pato de las desesperanzas
Los bacanales desenfrenados
Entre el bello paisaje de las cosas
Todo aquí es violento
Desde el tráfico mismo agresivo
Echándose a la fuga
Cuando atropellan a un pobre cristiano
Hora de sobrevivencias infernales
Al caminar por estas calles ¡cuidado!
Alguien sin hígados a mansalva mata
De repente parado entre la gente
Pistola arma cortante en mano
Se paralizan tus nervios
Todo está al parecer deshumanizado
La vida misma no tiene respeto digno aquí
Ni precio asegurado del crimen organizado
La ansiedad y el miedo caminan con la gente
La desconfianza entre unos y otros
Y las extorsiones a la orden del día
El stress el consumismo de las transnacionales
Hay explotación y saqueo
La maquinaria humana
Los ambulantes perros muy hambrientos
Conducen a la ebriedad
A la locura de los sueños
Esto es un capitalismo depredador
Predominan los rótulos en ingles
Estímulos de luces y colores
Se apagan y encienden
Y mas y mas imágenes aparentes etc.
Una sociedad sometida
Frente a mis ojos las escaleras eléctricas
Que suben y bajan la nostalgia de los pobres
Las normas imperiales su globalización neoliberal
La realidad virtual de los anuncios
La dolarización impuesta
Las drogas los juegos de la mafia
Entre los traficantes el crimen organizado
Desde las instituciones estatales
El sol vibrante quema desesperante tus sentidos
He arribado a mi tierra sin laureles ni glorias
Entre estas horas de circunstancias atroces
Ángel o demonio soy en manos de otros
¿Cuándo mi país alcanzara una vida feliz?
Donde hasta la justicia misma
Tiene su precio privilegiado
No hay ley que te salve
En esta lapida sin nombre.



No es este el camino
en que se vuelve a la patria
    

Lloro a solas duro es volver a la patria
Me da miedo y esta angustia por vivir
Se pierde hasta la esperanza
No es este el camino en que se vuelve a la patria
Como hierro al rojo vivo sobre la piel
Los golpes de la vida misma
Noticias diarias que asombran
Se denuncia l existencia de la muerte
Hay llantos de niño huérfano y abandonado
Y te quiebra los ojos
Cavando la basura hasta los perros
Pena he sentido al llorar sin querer llorar
Es el hambre del espíritu
De los explotados en el trabajo
A sueldos miserables
Y de los desamparados sin empleo
Aquí la sonrisa se ha perdido
Vengo de donde todo se bota
Y aquí todo se recoge
Miles de hambrientos piden
Limosnas en las puertas y paradas
El viento sopla sobre estas piedras
Acá llorar se ha vivido
El sol pispilea sobre su ojo ardiente
No es este el camino en que se vuelve a la patria.






Luego nos vamos como hemos llegado

Hay que retornar
Aquí en plena época de las lluvias aquí
Allá me espera el invierno
Las tormentas y las nevadas
Cubriendo de blanco los bosques
A finales del otoño
Casi todos los amarillos rojos y anaranjados
De las hojas se van secando
Tardo en estar con los míos
En esta mañana frente a la mesa
Las tortillas la sal un trozo de queso seco
Los frijoles fritos con cebolla
Chile jalapeño con ajillo y tomates
Sobre el mantel florecido
Te recuerdo amada
Al vino tinto que empiezo a libar
Allá a lo lejos los retoños de la sangre
Un buen vaso de vino como aperitivo
Un leve viento recobra tu aliento
Muchos frutos del patio penden de las ramas
Se acortan ya los días hay que retornar
Yo amo en ti lo lejano de nuestros deseos
Es el tiempo desespera o nos tranquiliza
Sentados frente a la mesa hablando
En tardes de café o chocolate en la casona
Con torta mieluda de panela
Como la que horneaba con dulzura
Mi tía Chabela Castaneda
Eres mi carne eres mi tristeza de no despertar
Contigo cada mañana
Tu eres este país mío que amo que sufro
Que me decepciona que me frustra
Y lo guardo en el puno de mi mano
Lo llevo en el bolsillo de este corazón
¡Ay amor ¡No se puede educar a los hijos
Sin la presencia del padre
Al fin y al cabo los hijos terminan dejándonos un día
Siento que nos vamos quedando
Aquí también dejo lagrimas
La familiaridad del sueño de la vida
Se nos va alejando día a día
El solo ciega mis ojos al instante
Me pone frito de calores sudorosos
La silueta de mi sombra enrojece
Y ahora juntos nos vamos a otra parte
Me llevo tus encantos tus cosas
Tu rostro moldeando su brisa de lamentos
Luego nos vamos como hemos venido
Aquí donde muchos se fueron
Luchando por la paz y el trabajo
Y por el buen vivir de todos
Aquí donde nos fuimos
A otros mares de extrañas ciudades
Es duro forjar un carácter
No hay dolor tan semejante
No hay nostalgia tan grande
Que vivir la separación de la patria
La familiaridad de los hermanos
Los primos y los sobrinos
Y cola de perrito que baila de alegría
La familiaridad de los instantes
Ya nos vamos como hemos venido.




Pájaro de los eternos dados del sueño

Alguien llega golpea a la puerta
Los campesinos con su machete desenvainado
El caminante y su sombra
Se asoman los pájaros
La luna de los ciegos martirios
Los eternos dados del sueno
Mi sombra aparece y desaparece
Una mujer se asoma a la puerta
Soy extranjero en mi propia tierra
El hombre habla solo en una esquina
He aquí la noche atrapada por el tiempo
Poblado de ruidos hay puertas donde
Alguien dijo nuestro país es inseguro
Sálvese quien pueda
No hay garantía de nada
Ni de tu vida
La sombra y el caminante
En sus pasos inertes
Pero hay una historia
Que se recuerda triste y dolorosa
Ante los caídos los desparecidos
Hay una historia de sangre de coraje
Cuando un día intentamos
Tomarnos este cielo por asalto.



Estoy poblado de gritos

Una hoja deslizándose
Entre el viento y el lomo de la brisa
Estoy poblado de gritos
Entre el hiriente solo del mediodía
Mi sombra gana la luz
Mientras las chozas pegadas al rio
Deambulan sus fantasmas
Que aquí cayeron
Pues se fueron a la guerra un día
Y hoy esos que asaltan a pleno sol en los buses
El miedo con rostros de espanto
Mientras viajamos caídos en el sueno
De la muerte al filo de una navaja
Se puebla de voces
Tengo mis razones escritas
En las piedras y en los muros
Síntomas de un nuevo cambio
Se propaga la noticia
En los periódicos y en la TV
La sombra y su caminante
En sus pasos inerte
Conspiran los caminos del roto violín
Y uno quisiera que nadie sufriera
Aquí se aprende a vivir por nada
O se aprende a morir por algo…