martes, 23 de diciembre de 2008

Cartas escritas cuando crece la noche_Claudia Lars

Claudia Lars, El Salvador






____________Cartas escritas cuando crece la noche
[Fragmento]

I
El tiempo regresó —en un instante—
A la casa donde mi juventud
Quiso comerse el cielo.
Lo demás bien lo sabes...
Otros llegaron con sus palabras
Y sus cuerpos,
Buscándome dolorosamente
O dejando la niebla del camino
Entre mis pobres manos.
Lo
demás es silencio...
Hoy tengo tus poemas en mis lágrimas
Y el deseado mensaje —tan tuyo—
Entra en mi corazón con mil años de ausencia.
Lo demás es poseer este milagro
Y sentirme a orillas del Gran Sueño
Como una rosa nueva.
"Dame tu mano al fin, eternamente"...




II
Busco tu voz en cada letra de los poemas
que para mí escribiste.
Tu amada voz dormida en su entierro!...
El contorno de un rumor toma vuelo y entonces
La recobro, despierta.
Sintiéndome más encendida que un diamante
Y con tu voz en el aire fresco
Me atrevo a decir, saludando al mundo:
"¿Quieren iluminarse
Con esta plenitud?"





III
Pude haber vivido cerca de ti
Suavemente
Y encender tu lámpara y sentarme
En el ancho sillón oloroso a tiempo.
Pude cortar una rosa
Y ponerla en tu escritorio
O bordar a media tarde
Un enjardinado mantel.
Ocurrió lo contrario:
Lejos anduve y sola
-Tremendamente sola-
porque no quisiste acompañarme.
Pero en idas y venidas por esos caminos,
¡Qué bien me enseñaron a conocer quién soy!






IV
En el círculo de palabras y palabras
Tu silencio era más poderoso que cualquier sonido
Yo lo habitaba sin protestas
Entrando valientemente en sus distancias
Como patinadora sobre el hielo.
¡Ah, tu silencio mío!
¡Ah, mi sutil planeta inexplicable!
¿Era un espacio vivo
O tan solo el nombre de esta obstinación?
Al fin, después de todo...
-No falta un después en cada momento-




V
Si en la hora más quemante de mi vida
Yo hubiera encendido, por lo menos,
La orilla de tu corbata...
Todo sería distinto!
Pero no lo permitiste
—¿Recuerdas?—
Y entonces fui, como jamás lo he sido
Una desesperada.
Guardo tu palidez esquiva
Y los ojos que no iban a entregarse
Aunque acabara el mundo.
Después algo me hiere no sé dónde
Y me ahogo y respiro soledades
Y estoy metida hasta los huesos
En un laberinto
¿Cómo logré salvarme?
Porque yo olía a flor
-En la hora más ciega de mi vida-
Y lo único que deseaba intensamente
Era caer sobre tu cuerpo como una flor.






VI
Si todo fuera distinto
Yo no tendría un largo viaje en los ojos
Y en esta soledad
Versos y versos...
Si todo fuera distinto
Yo sería a tu lado una dicha completa
Y la mitad de tu alma.






VII
Si llegaras por esa puerta
Tal vez te extrañaría mi pelo gris-azul,
Con reflejos plateados.
Le pongo un suave tinte _por supuesto_
Pero no creas que me engaño.
Envejecer es un problema.
Sin embargo,
Yo no envejezco entristeciéndome.
Si regresara con lo vivido hasta el domingo
Que al lado tuyo se hizo viernes,
Creo que volvería a ser la misma amorosa
Y que de nuevo te daría
Un rato tremendo.





VIII
El tiempo...
¿Qué es el tiempo?
Para mí no ha pasado
Desde aquellas noches de lunas amarillas,
Cuando me llevabas a las reuniones de los sábados...
Me sentí joven al leer tus poemas
Y me dio vergüenza experimentar esa delicia.
Con un gajo de sueños juveniles
Caí en profundo sueño.
Hoy me burlo del tiempo
Y hasta le hago cosquillas
En las barbas.
Así, medio jugando,
Voy a meterlo por un mes
En el armario.
_____________________
De Cartas escritas cuando crece la noche. Obras Escogidas, Tomo II, Complación, prólogo y estudio de Matilde Elena López. Editorial Universitaria, El Salvador, 1974. Leer otros poemas de Claudia Lars en Arte Poética-Rostros y Versos.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Un poema de Luis Chávez

Luis Chávez, El Salvador





Kathrine Michelle.



Mein Kind
heute will ich dich malen,
dich erkennen
musikalisch, wie Noten
im Pentagramm meiner Tage.

Du, die Fortsetzung
meines Seins, mein Blut,
ich weiss nun,
dass ich deine Gedanken
nicht verwalten darf,
nicht das berühren
was von dir
in mir lebt.

In deiner Weise,
deiner Art
wirst auch du enteilen,
flügge werden,
und Tag um Tag,
mehr und mehr,
einer Gazelle gleichen,
lernen, und ganz in dir
deine Träume hegen,
auch wagen
etwas zu verneinen,
wissend,
dass es meine Erwartungen
hemmen würde.

Kathrine Michelle,
Du, wie der Möwe Flug,
wie der Sterne-Glanz
ein Leuchten, dass mich
von meiner Last befreit,
stärkender Trunk
der mich erlöst,
mich auf allen Wegen leitet.

Du, mein Lebenselixier,
( oder Lebenssaft )
mein täglich Brot,
Gesang,
der sich in Worte kleidet.
der den Satz,
in Zärtlichkeit verwandelt
in meinem,
dir gewidmeten Gedicht.
Originaltext ( in spanisch )Luis Antonio Chavez
übersetzt von Hildegard Rasch




KATHERINE MICHELLEA
ti, hija, en tus dos años de vida



Hija
hoy te dibujo
en el pentagra
made mis días
porque sé que eres
la prolongación
de mi sangre
y comprendo
que no debo
gobernar tus ideas
que son volutas en ti
a medida aprendes
a volar por ti misma
porque cada día
eres cual gacela
que aprende por sí misma
a acariciar sus sueños
a decir no
aunque sepas
que te traerá
desaliento.

Katherine Michelle
gaviota-estrella
luz que aminora mi carga
brebaje en esta ansiedad
que me acompaña
savia-alimento
voz convertida en verbo
frase-ternura
tú eres mi poesía…
Luis Antonio Chávez
(10:00 a.m. 13 de septiembre de 2008)