jueves, 10 de marzo de 2011

Bienvenido Señor Presidente Barack Obama


César Ramírez, Caralvá



Bienvenido Señor Presidente Barack Obama


Caralvá



Quizás es tiempo de ver al mundo sin guerras ideológicas o sin la intervención militar que predominó durante el siglo XX en el planeta. De ser así bajo la óptica del mundo sin conflagraciones mundiales, poseemos un mundo desnudo con grandes diferencias capitalistas, plagado de problemas que pueden resumirse en: pobreza de todos los tipos.
Nuestra nación puede no ser importante en el concierto internacional, pero aspira después de la guerra civil a una paz social que jamás existió en su vida republicana, puesto que los actores políticos gozan del reconocimiento legal en toda la línea y los otrora “insurgentes” son los legítimos gobernantes constitucionales.
La fantástica reunión entre el presidente de los Estados Unidos de América y los opositores políticos hace algunas décadas, era un chiste y malo por cierto; no obstante ahora en pocos días, veremos una escena surrealista que haría levitar de emoción a no pocos incrédulos, un gobierno de izquierda que recibe con honores al presidente Barack Obama.
Pero la guía de nuestra realidad en el evento político del año, debe considerarse bajo la óptica de nuestra historia, condición que nos permite medir realidades y no esquemas idealistas.
La historia nacional nos muestra que la cercanía de Estados Unidos y su presencia en nuestra nación, tiene una variedad de opciones: desde tratados de amistad hasta políticas de apoyo militar a las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX, pasando por políticas de desarrollo local, tratado de libre comercio, trabajos temporales para emigrantes salvadoreños etc. de igual manera el entrenamiento de fuerzas militares especiales que reprimieron a opositores demócratas en los años setentas y ochentas.
Generaciones de salvadoreños gritaron en las plazas públicas: “Muera el imperialismo yanky” o “Viva Vietnam”, “Gringo Go Home”.. y otras. No obstante existió un notable presidente llamado James Carter que impulsó la política de los Derechos Humanos en el continente americano, aquella condición novedosa cambió la perspectiva de muchos latinoamericanos y en nuestra nación propició el giro hacia la democracia; pero desafortunadamente no fue reelecto y con la administración de Ronald Reagan la opción militar fue el pan de todos los días. La presencia de las siguientes administraciones norteamericanas no motivo mayores expectativas, excepto una que silenciosamente propició el desarrollo local, el Fondo Iniciativa de las Américas para El Salvador (FIAES) en los años noventa, un fideicomiso de $50 millones destinado a los proyectos de organizaciones no gubernamentales, el cual ha significa un verdadero avance en muchos niveles, los cuales son medibles a casi dos décadas de su inicio. En este rubro también FOMILENIO El Salvador es la acción que puede marcar la diferencia nacional en los siguientes veinte años.
En pocas palabras, Estados Unidos tiene una historia de fuerza militar e intervenciones locales durante muchos años, pero también es el factor decisivo en el desarrollo y estabilidad democrática nacional. Solicitar que Estados Unidos no apoye los golpes militares puede ser un objetivo específico y que la democracia se prolongue unos 100 años es nuestro mejor sueño…Presidente Barack Obama bienvenido, acá hay buen café, con gusto le invitaré, una mañana que usted considere oportuno…de no ser posible será en su próximo viaje para celebrar su reelección.
www.cesarramirezcaralva.com

miércoles, 9 de marzo de 2011

TRES POEMAS DE MARCELO CASTANEDA


Marcelo castaneda, joven poeta salvadoreño



Fogata



Su lengua de hierba solía perfumar mis soles
a las tres de la tarde

venía con la lluvia y mordía con el trueno
y su pezón como tempestad
volcaba travesuras blancas en mi lengua

unidos en la soledad y el exilio
aprendimos a sembrar volcanes en las colchas
a beber fuego de nuestras pieles
arrugadas por besos y oquedades
a crear dulces rompecabezas de poros
y la constricción de nuestras piernas violentas
soplando las tardes con verdor de fogata




Hombre Muerto



Cae sobre su propia mirada
se mira las uñas
cubiertas de huesos y fotografías
de tanto buscarse en horas antiguas
cubre de penas sus mejillas
en vano intenta espantar
al lobo que le acecha en las pupilas
busca caricias nuevas para untarse
en las huellas dejadas por el vestido roto
de una mujer con nombre

el hombre piensa que tal vez ya está muerto
y es la muerte la que se ha atrasado
con el correo o con los obituarios
cansado
lo observo
me quito las preguntas del rostro
aparto las páginas de mi propia mirada
y otra vez dudo
del hombre que me mira en el espejo
si estoy vivo o es un cadáver

asustado
salgo a buscarla
[ a ella ]
o en su defecto
a escribirle un telegrama a la muerte



Dolor



Duelen las hojas
las algas agudas de mi tristeza pantanosa
dolor en los segundos
saltando de agujas feroces
en las sogas suicidas
traicionadas
por algún cobarde cansado de la vida
duele la tierra en la que no nos sepultamos
duelen hasta los niños alegres
que zurcen el azul del cielo con sus vientres

duele mi existencia
mi camino fracasado
buscando mendrugos
a la orilla de tu olvido

*Cortesía del poeta René Chacón