sábado, 6 de febrero de 2010

poemas de eleazar rivera


Eleazar Rivera, El Salvador
Fotografía tomada del blog "Literatura, Arte y Política"







Recuento de la ausencia




a Rosa y Helmut





Seis años después del adiós, resulta difícil sentarse a ver la televisión y olvidarse de todo. Resulta difícil sacudir los escombros sin pensar en el duelo de los años; y es que aquí, el tiempo no es tiempo. Las horas son grises. El reloj tiene la pausa del inanimado: se detiene; se añeja y nos martilla. Reviso los pasos, las espinas, los espejos. Con el hígado en una mano y un puñal en la otra, no hay más que el diario personal del que se desviste en la página en blanco para sangrar hasta la última palabra.

Repito: aquí el tiempo no es tiempo, es la farsa más grande que hemos inventado.
©Eleazar Rivera






Escombros





Heme aquí con la simple pretensión del aire. En el pecho de una voz sin carne. En la explosión de un juego sin palabras. En la ebriedad mágica de un paisaje. Camino del ritual sin sombra. Crepúsculo milenario de un naufragio. Paraje de la última estación de un poeta. Heme aquí con los faroles del desenfado. Con el desdén de auroras y volcanes. Con la luz suspirando en cada beso. Con los cuervos de universos apagados.

Todo es efímero. Efímero el mar, la colmena y el cántaro. Efímera la hebra de árboles sin pájaros. Efímera la vela y la noche. Efímero el cometa y el hangar de las plumas rotas. Efímero el humo y el libro de las palabras asesinas. Efímero el aliento y el suspiro. Todo es efímero frente a la risa cobarde de la muerte.

No más vestidos con barrotes. No más cadenas sin memoria iluminada. No más signos para códices sin sangre. No más vendimia. No más sortilegio de palabras muertas.

Heme aquí, con la perra que lame mis heridas. Astro sin el eco de párpados alados. Cordero sin su hostia. Heme aquí, en el navío descalzo de un profeta. En la penumbra de un violín sin alas. En el infinito de una imagen tenebrosa. Con la cotidiana miseria de embotellar sonrisas.
©Eleazar Rivera





Postulado de irreverencia






Este minuto pasa golpeando. Son exactamente las horas del desconcierto. Tiembla. Esta ciudad hiede. No puedo detenerme en esta talega de desmesuras. Mi diario personal cierra lentamente sus ojos. El tambor de las epifanías luce su exangüe listón. Una bestia se postra en la entrada al infierno. Esta barca perdió sus remos en algún lugar del mar Egeo. Ulises es una sombra imaginaria con alas rotas en el último suspiro. Yo sé que se detiene el vaivén intermitente del pecho frente a la penumbra oscura de la ceniza.

Humano. Terriblemente humano. Dueño de todos los cepos, de todos los grilletes, de todos los barrotes. Mi pasaporte tiene una herida; un puñal le cortó la identidad.

Esta sonrisa tuya, no es más que una burla que me restregás en el rostro. Este escarnio tuyo, sin tentarse el hígado porque ya lo tenés cristalizado de tanta borrachera. Este destierro no es para mí. No te conozco; pero, sé que existís. En algún lugar tenemos que encontrarnos. Te invitaré a un café, a una charla, a un verso triste. Vos vas a insistir que te acompañe. No. No pertenezco a la congregación de tus desvelos. No soy tu pan diario. Puedes irte a la hora que te convenga. Puedes celebrar las misas y los novenarios que necesités para ser excomulgada. Yo seguiré aquí, palpitando como corazón que delata su último paraje.
©Eleazar Rivera





martes, 2 de febrero de 2010

poemas de alfonso velis tobar


Alfonso Velis Tobar, El Salvador
Fotografía: Salvador Juárez







VIEJO RECUERDO







Llegaste temprano al ron fraterno
a las revoluciones.
MARIO BENEDETTI






¡Que castaños ojos los de mi novia aquella!
Yo la buscaba entre las sombras de los barbascos
Y entre los frescos helechos yo la buscaba
Mi novia tan bonita como la chiltota
Pájaro que pasa como bola de fuego volando de repente
Me tiendo sobre la sierra sollozando
Libando están las aves
En la región montañosa de los vientos
El vuelo del colibrí ronronea
Su jade de colores extrayendo las mieles de la flor
Se ha herido mi alma
Mi corazón desmaya
Pensar que no volveré a ver ni a sentir aquellos besos
Aquella novia al tiempo perdida
Y cuando menos debemos sentirnos viejos
Piensa en la eterna juventud
Y prefieres los hondos recuerdos ¡aquellos!
A la llegada de los días del verano
Junto a la colina caminamos
Viendo la sierra el mar a lo lejos
Caminamos sin parar un momento
Acariciándonos al mágico instante
Soñando la gran marcha
¡Qué castaños ojos!
¡Los de mi novia aquella! ¡ hermosos!
Y donde quiera que ella se encuentre
Se inunden de felicidad sus difíciles instantes
Mi tan querida novia, ¡aquella!
Y me bese con los besos de su boca
Como dice el bíblico cantar
Y sin importarme hoy por hoy
Y me embriago en salud de aquel recuerdo
En esta dura soledad que me acompaña. Avt. 1980






EN LA NOCHE TE QUEDAS CALLADA






Qué escalofriante el infierno del que ama.
OTONIEL GUEVARA






Te quedas callada
Como árbol dormido
Canta el clarinero en su enramada
¡Mira las estrellas brillan
Allá en el fondo del cielo…!
Que suave eres a mis labios
Cae la noche
Como enorme tapado negro
Las estaciones de policía y las cárceles
En quejidos profundos
Y se oyen cantos
De rebeldía en la montaña
Y allá lejos se oye
El estallido de una bomba
Nos están apuntando
Hagamos suave el instante
Penetro en tus profundas primaveras
Ambos concedemos
A que caiga la noche
¡Yo en cambio llego a ti amor!
A tus ritos de amores encantado
Ambos llegamos al mismo hoyito
Como siempre amándonos esta noche
Y que transcurre en pánicos de muerte
No es tan fácil en medio de una guerra
Cada vez más jodida la cosa
Llenos de miedo cada día
Mira que vigilan tus pasos
Amenazan tu vida
En psicosis constante
¡Pensar mejor que un día nos vamos!
Del ala de una noche pende
Un quejido perpetuo
Mientras después de los fuegos
Duermes como liebre bajo la luna
Y pensar que hacer para mañana
Vaya ahora ¡Que haces verdugo!
¿ Por qué me pinchan los ojos?. Avt.1985






DE CORAZÓN LA POESÍA






Creo en la poesía mi Diosa cotidiana.
ROQUE DALTON







En todo caso las palabras me llevan de la mano
Me llevan al infierno al paraíso de mis utopías
A mis recónditos sueños de imaginación y fantasía
No tengo el dominio sobre las palabras
Ante la magia que contienen
Hay otras voces de magos poetas que ayudan
Es la poesía el gozo la nada el sufrimiento
El amor lo eterno del verbo
Que existe desde el principio del tiempo
Que esperaba despertar en sus hechizos
De todos los instantes el padecimiento
El hombre la sociedad la vida misma
La poesía es mi Dios mi religión el mito
Con la poesía se canta se baila se llora se queja
Se ama se entrega se juega la vida
Llegamos a la revolución por amor a la poesía
En todo caso el poeta alquimia de las palabras
Entre poetas y profetas hay una hermandad afín
Ante el origen y el futuro de la humanidad
Es todo caso el compromiso es con la poesía misma
Primero escribivivirla bien con obligación moral
Fieles a ella misma en su lenguaje total
integre siempre su voz a la lucha por la justicia
Es palabra Gillette de doble filo
Frente a la desigualdad y contra la opresión
Ante la libertad misma de la imaginación
Ella contra todos los males sociales
Es la Percatadora
La Catalizadora del vino de la vida
De la falsa modernidad que empaña los ojos
La Rastreadora de las apariencias del progreso
La alienación siempre de los poderosos
De la cual se lucran
Del consumismo y del dinero
Los poeta organilleros de las palabras
Caramba como te extraño
¡Oh poesía no puedo nunca echarte de menos!
¡Aunque no llegue a mi bolsillo
Un tan solo centavo con tu oficio..!
avt/02/09