DEL
LIBRO: UCCELLO MORTO
Análisis
detallado del poema en prosa titulado «LA NOCHE CUBRE TU CUERPO».
LA
NOCHE CUBRE TU CUERPO
 
La
noche cubre tu cuerpo, debajo de la cama los insectos; la presencia de chacales
alrededor de la sabana, solo el huerto guarapo del trapiche en el designio
profundo de la panela. Todo es duermevela en los pronósticos del calendario
onomástico, aquí el cafetal en flor del estruendo, después la epilepsia del
sudor en el espejo, los muebles y las fotografías en medio de las aguas del
piano de las sombras con la tripulación necesaria, quebrado el esplendor, poros
desvencijados sobre la ceniza del tulipán atardecido en los ungüentos del
vinagre. Pasan los días del letargo de los semáforos sobre las aceras, el humo
del tumulto rondando el sueño, los paracaídas de la piedra caliza del resuello.
Quiero escapar de la esquina apocalíptica de los relojes, del ojo de la
serpiente en la muerte sin fin del deseo: todo parece hundirse como el caracol
invisible en la maquina tragamonedas del vértigo, en el símil del sol poniente
del puro, donde la sombra avienta lenguas de fuego, lava en la razón de ser de
la metáfora. Me imagino todos los días empantanados en el Paraíso; el ojo
inoxidable de lo inédito; de otro modo, no tendría razón de ser este cementerio
de embudos a flor de piel que llevo en los hombros como un simple mecapalero.
La vida es demasiado corta para vivirla, solo en el ápice de alfileres. Es
necesario reinventar el murmullo de los ríos, y desparramar la tinta en el
polvo hasta convertirlo en sombrilla. Barataria, 2012 
1.
Impresiones iniciales
El
texto se inscribe en una tradición de prosa poética de fuerte raigambre
surrealista, donde las imágenes abundan y se entrelazan con asociaciones
libres, oníricas y sensoriales. No busca narrar linealmente, sino desplegar un
torrente de metáforas que configuran un paisaje de extrañamiento, angustia
existencial y deseo de trascender lo inmediato.
2.
Temas centrales
- La noche y el cuerpo:
     La primera línea marca un eje: la noche como cobijo, pero también como
     espacio ambiguo, cargado de insectos, chacales y sombras. La oscuridad
     funciona como escenario del inconsciente, donde emergen los miedos y el
     deseo.
 - La decadencia y el desgaste:
     Hay imágenes de deterioro (“poros desvencijados”, “ceniza del tulipán”,
     “cementerio de embudos”), que sugieren una conciencia de la fragilidad del
     cuerpo y del tiempo.
 - El vértigo y el deseo:
     El sujeto lírico se siente atrapado en una dinámica de relojes, serpientes
     y juegos de azar, símbolos del azar de la vida, del eros y de la muerte.
 - Ansia de transformación:
     Frente a lo sombrío, aparece el deseo de escape y renovación: “reinventar
     el murmullo de los ríos”, “desparramar la tinta en el polvo hasta
     convertirlo en sombrilla”. El arte (la metáfora, la escritura) se
     convierte en vía de salvación.
 
3.
Recursos poéticos
- Imágenes surrealistas:
     La escritura se alimenta de asociaciones inesperadas (“los semáforos sobre
     las aceras”, “cementerio de embudos a flor de piel”, “caracol invisible en
     la máquina tragamonedas del vértigo”), creando un efecto de extrañamiento
     y fluidez onírica.
 - Contrastes sensoriales:
     Se superponen imágenes visuales, táctiles y auditivas, como si fueran
     destellos de un sueño febril.
 - Metáforas existenciales:
     La vida es comparada con “el ápice de alfileres”, expresión que condensa
     precariedad y dolor.
 - Cadencia rítmica:
     Aunque es prosa, mantiene un ritmo interno de acumulación y ruptura, como
     si el texto respirara en oleadas.
 
4.
Tono y atmósfera
El
tono oscila entre lo apocalíptico (la “esquina apocalíptica de los
relojes”) y lo místico (la posibilidad de reinventar, de convertir la
tinta en “sombrilla”). Predomina una atmósfera opresiva, cargada de sombras y
descomposición, pero también asoma un impulso vital, un deseo de hallar
sentido.
5.
Interpretación
Este
poema en prosa parece ser una meditación sobre la fugacidad de la vida y
el peso de la existencia, atravesada por imágenes de desmoronamiento y vértigo.
Sin embargo, no se queda en el nihilismo: propone al arte, la metáfora y la
imaginación como medios de resistencia. En ese sentido, se sitúa en la tensión
entre desesperanza y renovación, entre lo mortuorio y lo creador.
👉 En resumen:
“La noche cubre tu cuerpo” es un poema en prosa donde el yo lírico se sumerge
en un universo onírico de imágenes fragmentadas y oscuras que representan el
desgaste del tiempo, el vértigo del deseo y la inevitabilidad de la muerte,
pero que, a la vez, propone la poesía y la reinvención de la realidad como vía
de escape y redención.
Análisis
línea por línea (desentrañando imagen por imagen.
“La
noche cubre tu cuerpo, debajo de la cama los insectos; la presencia de chacales
alrededor de la sabana”
- Aquí la noche funciona como un
     velo que recubre al cuerpo: puede leerse tanto como intimidad erótica como
     como símbolo de amenaza y misterio.
 - Los insectos bajo la cama
     refuerzan la sensación de inquietud, lo ominoso que se esconde en lo
     doméstico.
 - Los chacales en la sabana
     trasladan la escena íntima a un paisaje salvaje: depredadores rondan,
     acechan, como metáfora de peligros internos o externos.
 
“solo
el huerto guarapo del trapiche en el designio profundo de la panela.”
- El trapiche y la panela
     evocan lo rural, lo cotidiano, lo dulce de la caña de azúcar.
 - Contrasta con los chacales: hay una ambigüedad
     entre lo nutritivo (panela) y lo amenazante (chacales).
 - Podría aludir a la fuerza primaria de
     la vida, su dulzura escondida en procesos de molienda y transformación.
 
“Todo
es duermevela en los pronósticos del calendario onomástico”
- “Duermevela” indica un estado entre
     sueño y vigilia.
 - El “calendario onomástico” (asociado
     a los días de los santos, las efemérides) introduce la dimensión del tiempo
     ritualizado, pero vivido en un estado de semi-conciencia.
 - Se sugiere que el tiempo cotidiano es
     confuso, como un sueño.
 
“aquí
el cafetal en flor del estruendo, después la epilepsia del sudor en el espejo”
- El cafetal en flor alude a un
     momento de esplendor, de vitalidad.
 - Pero enseguida se habla de “la
     epilepsia del sudor en el espejo”: la imagen pasa al descontrol corporal,
     la convulsión, lo enfermizo.
 - Contrapone belleza natural con
     cuerpo en crisis.
 
“los
muebles y las fotografías en medio de las aguas del piano de las sombras con la
tripulación necesaria”
- Los muebles y fotografías:
     restos de lo doméstico, memoria estática.
 - “Aguas del piano de las sombras”:
     metáfora surreal, un piano líquido, sombrío, que ahoga los objetos.
 - “Tripulación necesaria”: evoca un
     viaje, un tránsito, como si la casa misma fuera un barco en sombras.
 
“quebrado
el esplendor, poros desvencijados sobre la ceniza del tulipán atardecido en los
ungüentos del vinagre.”
- Aquí hay una cadena de imágenes de degradación:
     esplendor roto, poros desvencijados, tulipán marchito, cenizas, vinagre.
 - Habla del desgaste del cuerpo y de
     la belleza, del paso del tiempo.
 
“Pasan
los días del letargo de los semáforos sobre las aceras, el humo del tumulto
rondando el sueño, los paracaídas de la piedra caliza del resuello.”
- Los semáforos se vuelven
     símbolo del tiempo urbano, detenido en un letargo.
 - El humo del tumulto:
     contaminación, caos social que perturba incluso los sueños.
 - “Paracaídas de la piedra caliza del
     resuello”: una caída pesada, lenta, de la respiración, metáfora de
     cansancio vital.
 
“Quiero
escapar de la esquina apocalíptica de los relojes, del ojo de la serpiente en
la muerte sin fin del deseo”
- Aquí el yo lírico se pronuncia:
     quiere escapar.
 - La “esquina apocalíptica de los
     relojes” representa el tiempo que devora y asfixia.
 - “El ojo de la serpiente”: símbolo del
     deseo mortal, erótico pero destructor, eterno retorno de la tentación y la
     pérdida.
 
“todo
parece hundirse como el caracol invisible en la maquina tragamonedas del
vértigo, en el símil del sol poniente del puro”
- El caracol invisible:
     fragilidad, lentitud, lo ínfimo que se pierde.
 - “Máquina tragamonedas del vértigo”:
     azar, ruleta de la existencia, donde el hundimiento es inevitable.
 - “Sol poniente del puro”: el fuego que
     se consume, metáfora de vida que arde y se extingue.
 
“donde
la sombra avienta lenguas de fuego, lava en la razón de ser de la metáfora.”
- Las sombras se vuelven activas,
     lanzan fuego, lava.
 - Se enfatiza la potencia creadora
     de la metáfora, como si la escritura misma fuera la erupción que da
     sentido al caos.
 
“Me
imagino todos los días empantanados en el Paraíso; el ojo inoxidable de lo
inédito”
- El “Paraíso empantanado”:
     contradicción, un lugar perfecto pero degradado, atascado.
 - “Ojo inoxidable de lo inédito”:
     visión incorruptible, lo nuevo que aún no se desgasta.
 - Representa una tensión entre lo
     estancado y lo eterno.
 
“de
otro modo, no tendría razón de ser este cementerio de embudos a flor de piel
que llevo en los hombros como un simple mecapalero.”
- “Cementerio de embudos”: acumulación
     de frustraciones, repeticiones, estrechamientos de vida.
 - “A flor de piel”: todo lo carga el
     yo, como si fuera insportable.
 - “Mecapalero”: alusión a la figura
     campesina que carga pesadas cargas en la frente y hombros con un mecapal.
     El yo lírico se identifica con esa carga existencial.
 
“La
vida es demasiado corta para vivirla, solo en el ápice de alfileres.”
- Una de las frases más claras y duras:
     la vida es breve y punzante, vivida en dolor, en tensión constante.
 
“Es
necesario reinventar el murmullo de los ríos, y desparramar la tinta en el
polvo hasta convertirlo en sombrilla.”
- Aquí está la salida: la imaginación
     y la poesía como actos de reinvención.
 - “Murmullo de los ríos”: lo natural,
     lo fluido, lo vital.
 - “Tinta en el polvo hasta convertirlo
     en sombrilla”: transformar la escritura en protección, en refugio contra
     el peso de la existencia.
 
✅ En síntesis del
análisis línea por línea:
El
poema es un viaje desde la opresión nocturna, el desgaste del tiempo y la
amenaza del deseo, hacia una propuesta de resistencia a través de la
metáfora. Aunque todo parece hundirse en vértigo y desgaste, el yo lírico
plantea que, solo reinventando, creando, escribiendo, puede encontrar una
sombrilla contra la intemperie de la vida.
 
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