miércoles, 20 de abril de 2011

UN POEMA DE DORA GUERRA


Dora Guerra, Francia-El Salvador





GRITO EN EL VIENTO





En el viento sin voces
he buscado tu voz sin esperanza.
He cerrado mis ojos
para verte en la nada
y he extendido mi mano
sin encontrar la tuya en la distancia.

No hay aurora en mi noche
ni verde en mi horizonte que se alarga.

Tu huella en mi camino,
grabada sobre el agua,
borrada para siempre
y siempre fija en mi alma,
ha de seguir la mía en la tiniebla,
debajo de mi planta;
conmigo irá después de las estrellas
y en el fondo del agua.

Y aunque tal vez la imagen de mis ojos
se haya borrado en tu alma,
por todos los caminos que recorras
llevarás tus miradas.
Y si ya tus oídos
olvidaron mi acento que te hablaba,
en toda melodía que recojas
estarán mis palabras
y todo grito amargo que a ti llegue
saldrá de mi garganta.


En la noche desnuda,
en los ríos sin agua,
en la aurora ya muerta
antes de la mañana,
en la nube sin vida,
en la niebla del alba,
yo buscaré tu voz, sin esperanza,
y cerraré mis ojos
para verte mejor entre la nada,
y extenderé mi mano
hacia ti, a través de la distancia.

Cuando todo mi cuerpo
cansado esté después de la jornada;
y mis ojos cerrados
de nuevo a la Luz se abran;
y mi mano extendida
retorne a reposar sobre mi falda
¿habré de recobrar toda la luz
a mi vida negada?
¿mereceré llegar hasta la cima
fértil de la montaña?
o dormiré, tal vez, un sueño mudo,
de noche y sin palabras.

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