Yanira Soundy, El Salvador
APOCALIPSIS
He dejado caer mi carga en el abismo de tus manos...
He dejado caer lo que me hiere:
tu veneno sutil de hombre,
los días y las noches a solas;
tus brazos de madero donde clavaste mis sueños;
las nieblas del jardín y la fachada de un
matrimonio perfecto.
He dejado caer toda mi carga:
los labios tímidos y juntos,
la voz del miedo en las pupilas
mi uniforme de mujer sumisa.
Los días y las noches a solas .
Tus palabras hirientes como espinas
Tu mentira hecha ademán de arrugas en la frente.
He dejado caer toda mi carga...
Apréndela de memoria:
es el ardor de tu hierba angosta,
es tu llanto de cigarra
y un gorjeo semejante al de tu risa.
La cama desierta,
la pertinaz monotonía.
Es la soledad que se arrastra perezosa,
en un ancho firmamento a oscuras,
es la burla estéril de la esperanza,
y un nuevo surco sin cegar.
Apréndela de memoria....
Hoy la espiga se desgrana.
He dejado caer mi carga en el abismo de tus manos...
Tu voz de mando, tus gritos.
Tu foso y tu torre feudal.
No puedo ser esa mujer que tu acobardas.
No quiero bajar el rostro ni postrarme ante ti...
Es imposible doblegarme
para arrastrar mi voz absorbida por tu estío..
Lo ves... dejarte no es difícil.
Dices que treinta y cinco años ya son muchos,
tres hijos demasiados
y que absolutamente nadie mirará mi frente
para enamorarse a ciegas.
Como ves tu también botaste carga...
Hoy los labios ríen
en el incendio de mis manos
y llega el amor ciego, mudo y sordo...
Mientras tú sigues fundido al mundo de tu espacio
con tu trabajo de lunes a domingo,.
de sol a sol, de corriente a corriente
sin dejar de girar..
Me libero de ti
Y nada bulle, nada tiembla.
Hoy, a solas, veo en el espejo,
tus atajos angostos y secretos.
tus raíces estériles, tus ritos solemnes.
Hoy, más allá de todo sueño,
camino erguida y con fuerzas
Tú ya no vienes por mi senda,
Yo ya no enciendo tus venas
ocultas tu mundo de luces fantásticas,
en un cielo sin estrellas,
donde no existen: el llanto de los niños,
las tareas ni las quejas
y la palabra papá es un sustantivo a medias.
Ese es tu mundo de hombre ideal
Sé feliz de esa manera
sé rey de tu castillo
y el sultán que vive fantasías.
1 comentario:
'...arrastrar mi voz absorbida por tu estío...' fuerte, muy fuerte...
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