sábado, 2 de agosto de 2014

DIOS HA MUERTO

César Ramírez, escritor salvadoreño




DIOS HA MUERTO


César Ramírez



Friedrich Nietzsche (1844-1900): “Así habló Zaratustra,  Más allá del bien y del Mal, El Anticristo, El ocaso de los ídolos” son algunas de sus obras… la frase anotada en el título refleja su pensamiento filosófico de finales del siglo XIX,  un concepto innovador que según algunos estudiosos es superior a : “Dios no existe”, en realidad bajo esas sencillas palabras encontramos un universo de discusiones que se reflejan aún en nuestra sociedad, veamos por ejemplo las diferentes instituciones religiosas (occidentales, orientales, africanas, etc.) ellas profesan la fe o el dogma como eje central de su discurso, ellas se denominan Hijos (as) de Dios, quienes no pertenecen a esa creencias son: paganos, infieles, hijos de satanás, ateos, filósofos renegados, masones, comunistas, incluso demonios en la tierra... la segregación no se detiene en calificativos, puesto que avanza hasta la justificación de las guerras, asesinatos, etc… si creen que exagero, un poco de Historia Universal bastaría, también hojear los periódicos del día, ahí podrán observar el componente religioso como detonante de los conflictos actuales, la humanidad tiene vocación de autodestrucción para justificar su visión parcial del mundo, de igual manera la supremacía en la fe, la raza, cultura, etc. ¿pero hablamos del mismo Dios? ¿Dios es el mismo para los hebreos, musulmanes, cristianos, budistas, etc?, en realidad son parecidos, pero no iguales, de ahí que la discusión se torna bizantina. Pero retomemos algunas indicaciones de Enrique López Castellón-Estudio Preliminar- (Obras selectas/F. Nietzsche – Madrid: Edimat, s.a – 632 p.) con la frase: “Dios ha muerto”,  el hombre (humanidad) llega a su mayoría de edad, similar al asesinato psicológico del padre de Freud, ante este evento la humanidad está sola, pero con una enorme responsabilidad de tomar sus decisiones, entonces si Dios desaparece inmediatamente es sustituido por: La Razón, la Ciencia, la Historia, y principalmente el Estado.  Es la idea de autorealización. La muerte de Dios no significa la muerte del monoteísmo, sino la creencia de una idea trascendente, que no implica aceptar el ateísmo (F.Savater). López Castellón escribe: “ Por último hay que aclarar que el Dios que ha muerto no responde sólo al concepto de divinidad judeocristiana, sino, ante todo y sobre todo, al Dios moral, presente ya en Sócrates y Platón. En este nivel Dios equivale al fin de los dualismos: tierra-cielo, materia-espíritu, alma-cuerpo, bien-mal….” “Éste era el factor generador de la moralidad, fundamentada en la existencia  de un Dios único. Su muerte significa, pues, la afirmación de la desigualdad amoral de los individuos humanos, la constatación del pluralismo inocente, pues, como señala Deleuzem “la inocencia es la verdad de lo múltiple” (pp 21-23). Al final como afirma López Castellón: “El mensaje de Zaratustra constituye, pues, un alegato contra el idealismo metafísico que atribuye al mundo, a la existencia y a la historia un significado, un propósito, una meta distintos a los impuestos libremente por el hombre mismo” (pp 24).
Una referencia de esta constatación son otros autores posteriores, incluso anteriores a Nietzsche, la revolución francesa por ejemplo demostró que se puede vivir sin religión, pero no sin Dios, de ahí su reemplazo por la Diosa Razón, el hilo conductor de la Historia se inaugura con las escuelas filosóficas materialistas (conste que el materialismo actual es la máxima expresión del capitalismo), no en vano se identifica a Darwin (Teoría de las especies), Marx (El Capital), Freud (Teoría del inconsciente) y a F. Nietzsche (Así habló Zaratustra) como los autores que demostraron la falsedad de la moral burguesa,  por sus propuestas revolucionarias hacia la comprensión social e Historia. 

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